martes, 3 de julio de 2007

Visiones

7:00 am.

Despojado de su humanidad, subió al autobús de transporte urbano que lo llevaría a su destino.

Ni siquiera recordaba el día en que promulgaron la ley de anulación mental como medida preventiva de cualquier pensamiento que interferiese en la armoniosa marcha de la sociedad.

Un gran invento el anulador. Bastaba con enroscar un dispositivo metálico en la posterior de la cabeza, que emitía unas ondas suficientes como para manipular la voluntad de las gentes.

7:05 am

Annie Tokoxixi subió al bus. Apenas se miraron, aunque sí lo suficiente para hacerse sitio en el masificado autobús.

Una visión cruzó su mente.



Sin duda alguna interferencia, pues estaban pasando cerca de un edificio lleno de antenas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué ocurrió? ¿Atacó el Metalsaurio visionario a la dulce Sra. de Tocoxixi? Sin duda, seguro que aquella visión de la cordillera pirenaica y los lagos del Ponmecachondo, turbaron la serenidad artificial con la que el pobre Metalsaurio iba rutinariamente a la oficina. Yo espero, puesto que me identifico con cada historia de este heroico reptil gigante, que el cuerpo de humano que usa para pasar desapercibido explotara en mil pedazos, y que, al igual que el increíble Hulk, el Metalsaurio resurgiera de entre las cenizas del entontonamiento laboral y se hiciera grande y tremendo, rompiendo con su cabeza el techo del autobús,los cristales con las garras, y el suelo con las pezuñas... Que provocara un accidente que colapsara el tráfico de la gran ciudad y se llevara, agarrándola con la boca, a Annie, para enseñarle lo que hay de bueno en el mundo animal.

Metalsaurio dijo...

jarl!

ojalá, ojalá...

Anónimo dijo...

Seguro que sí, hombre. Nunca es tarde si la picha es buena.