viernes, 28 de septiembre de 2007

El amigo de Franky

Llevo horas en la misma posición. Espero algo que no sé lo qué es ni si es lo que quiero. Tampoco sé qué me ha llevado a esto. Puede que tenga que buscar un contenedor nuevo del que proveerme de comida o puede que esta vez me haya pasado con la dosis. Seguramente sean las dos cosas. Sí, seguramente. Sí. Por eso no me puedo mover del callejón que tan cálidamente me acoge entre…entre tanta mierda: botes vacíos, bolsas grises –un día blancas- electrodomésticos viejos, y allí enfrente Franky, que no está mucho mejor que yo.

Y ésta vez, como tantas otras, nada importa. Estoy bien… ¿estoy bien? Bueno, podría estar mejor…y también peor. Pero el caso es que vuelvo a pensar en ti…y ya no sé si estoy bien o no, no lo sé, no lo sé…recuerdo la última vez que viniste al callejón y me negué a volver a venderte ‘estas cosas no te convienen, nena’…siempre quise pensar que en realidad venías por mí, porque aunque conocías a varios camellos más, cruzabas toda la ciudad hasta aquí, justo hasta aquí; y desde ese día no has vuelto…y ahora, que eres una chica sana –la semana pasada pude verte por el centro de la ciudad mientras yo les vendía a unos pijitos en el parque-, que ya no te acercas al callejón, te echo de menos y pienso que no debía de haber sido yo, que no soy nadie, quién te dijese qué debes de comprar o qué no.

-¿Verdá, Franky?

-…Ñg...

lunes, 24 de septiembre de 2007

Back

En una cueva blanda y peluda vivía Back, sentado contra la pared, cabizbajo y mirándose el ombligo. Estaba sentado porque no tenía adónde dirigirse, cabizbajo porque las cosas no estaban saliendo como esperaba y mirándose el ombligo porque era lo que le quedaba a la altura de los ojos al estar sentado y cabizbajo.

Tenía un ombligo peludo, como el resto de su cuerpo. Su cabeza, de la que fluía una espesa cabellera, era un todo negro en el que destacaban unos brillantes ojos y la boca, únicamente cuando la abría.

‘Una vez –contaba un anciano del pueblo más cercano- lo vi paseando por el bosque. Abrió la boca, y de ella salió un trueno negro hasta el cielo, que lloró sangre.’

‘¿Es malo, abuelo?’

‘Es, más bien, peludo.’

jueves, 20 de septiembre de 2007

Ilíada Re-duxe

A las puertas de Troya un rubito pedía a gritos venganza por su amigo muerto. Gritaba con tanta fuerza e insistencia que los troyanos, aburridos de la batalla y de la guerra psicológica, acudieron a la ciudadela, a las estancias de Héctor, hijo de Príamo, Señor de Troya, a pedirle que, cuanto menos, se acercase a la muralla a decirle a Aquiles que dejase de gritar.

-Héctor, por Apolo, responde a su llamada…-le decía el fuerte Eneas- Ésto es insoportable…

Después de cargar durante tanto tiempo sobre sus hombros el peso de la batalla, Héctor, mortal, estaba hastiado. Tantos héroes aqueos luchando en su contra; tanto tiempo apostados delante de sus murallas y tan aburridos como él, pero allí seguían.

-Heeeeeeeector!!-seguía clamando Aquiles como una oveja sin otra cosa que hacer.

Héctor se acercó a la muralla más próxima y miró hacia abajo. Allí estaba Aquiles, que no paraba de chillar su nombre, encasquetado, lanza y escudo en mano. ’Heeeeeeeector!!’

-¿Qué pasa, rubito? ¿Vuelves a la lucha, asesino?

-¿Asesino me llamas, Héctor? ¿Tú que mataste a Practolo?

-Lo confundí contigo pues luchaba con tu armadura, e igual fin te daría si realmente fueses tú, nena. Por tu parte, no te has quedado corto: has matado a cientos, entre ellos buena parte de mi familia.

-Yo…yo…te voy a matar, Héctor…yo…le amaba…

Un súbito viento, soplado por algún Dios, recorrió la planicie sobre la que se alzaba la fortaleza troyana.

-Eres un marica, Aquiles.

-¡Baja, Héctor, baja, y te demostraré quién es más hombre de los dos!

Pasado unos minutos, las puertas de Ilion se abrieron y dejaron ver la enorme figura de Héctor, armado de reluciente metal, que acercándose al furioso Aquiles, le espetó:

-Aquí se acaba la guerra, Aquiles; el que venza, gana. Y prometerá no profanar el cadáver de su oponente, ¿aceptas?

-No puedo aceptar, mata-amigos. Profanaré tu cadáver y arrasaré tu ciudad.

La lucha fue breve. Héctor le dio a una patada en el talón a Aquiles, que murió en el acto. Su cadáver no fue profanado y la guerra terminó.

lunes, 17 de septiembre de 2007

La leyenda de Casiopea Muñiz y Torcuato Flor

Dedicada a esa gente que quiere que vea baloncesto y lea novelas de amor.

En un lugar en el que la palabra “amor” era dicha más veces que la palabra “follar”, allí donde los átomos estaban compuestos por dos tercios de ternura, allí, en el centro de una llanura, abrasada por un sol huevo sonriente y feliz había una parra de hojas gigantes multicolor, si bien predominaban las de color rosa. Bajo el manto multicolor de las hojas vivían Casiopea Muñiz y Torcuato Flor, alimentándose de miradas y declaraciones de amor.

‘Te quiero, Torcuato’

‘Te amo, Casiopea’

‘¿Y cuánto me amas?’

‘Te amo…te amo…te amo un mundo’

‘Aaaaaay, Torcuatín…’

‘Aaaaaay, Casiopea…’

Esa noche misma noche, Casiopea Muñiz y Torcuato Flor, a la luz de las estrellas y de una luna llena que los miraba satisfecha, cabalgaron en su Unicornio blanco de cuerno rosa, rodeados de labios voladores y duendecillos que tocaban la lira.

Al amanecer, despertaron abrazados, rodeados de flores y pajarillos cantarines. Sin duda, su vida era feliz, llena de amor, perfecta.

‘Aaaaaay, Torcuatín…’

‘Aaaaaay, Casiopea…’

A lo lejos, escucharon un sonido sordo, rítmico, que estremecía el suelo. Dando botes, dando voces, se acercaba un Metalsaurio ‘¡EO, EO, EO!, ¡EO, EO, EO!’ decía cada vez que pisaba el suelo, abriendo mucho los brazos.

‘¿Qué es eso que se acerca, cariño?’

‘Es un…’

No le dio tiempo a decir más, pues de un último bote el Metalsaurio –sombrero de paja, gafas de sol y camisa hawaiana- se había puesto a escasos metros de Casiopea Muñiz y Torcuato Flor. ‘¡EO, EO, EO!, ¡EO, EO, EO!’ dijo una vez más, abriendo los brazos. Silencio. Los tres se miraban. Callados, quietos. El Metalsaurio desvió su mirada a las enormes hojas de parra, verdaderamente grandes y coloreadas. Cogió una y comenzó a mascarla.

‘¿Qué eres? ¿Un lagarto?’

‘No me jodas, ¿te parezco, un lagarto, atontao?’

‘Bajo nuestra parra no hay lagartos, nunca hemos visto uno…’

‘Vaya, qué tristeza. ¿Y nunca habéis pensado en salir de la parra?’

‘Aquí tenemos todo lo que necesitamos: nuestro amor, nuestro Unicornio blanco de cuerno rosa. Se llama Ursinio…¿A qué sí, Ursinio?’

Ursinio guardó silencio y el Metalsaurio continuó,:

‘¿Cómo os llamáis, gentes?’

‘Nos llamamos Casiopea Muñiz y Torcuato Flor’ dijeron al unísono, pues se consideraban uno.

‘Casiopea, Casiopea…¿no te apetece hacer cosas a solas, sin Torcuato?

‘¡No!’

‘¿Y tú, Torcuato, qué me dices?’

‘Te digo lo mismo que Casiopea’ respondió agarrándole la mano a su amada y suspirando:

‘Aaaaaay, Casiopea…’

‘Aaaaaay, Torcuatín…’

El Metalsaurio, un poco hasta la polla de la parejita feliz, se encaramó de un saltó a la parra ‘¡EO, EO, EO!, ¡EO, EO, EO!’ pues le había parecido ver a un duendecillo con una lira; la parra, evidentemente, cedió bajo su peso y rompió.

‘¡Joder, Torcuatín, haz algo, no te quedes ahí parado! ¡Que el lagarto nos va a romper todo!’

‘Pero, cielo…¿qué voy a hacer?’

Cuando el Metalsaurio se incorporó, miró a su alrededor y se alejó, camino a los Bosques Sáuricos, dando botes, dando voces ‘¡EO, EO, EO!, ¡EO, EO, EO!’; Feliz por haber roto la monotonía de la historia de amor y sintiéndose culpable por haber roto la parra de gigantes hojas multicolor.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Malik Boobaloo

Malik Boobaloo era un somalí pobre entre los pobres, desnutrido, semianalfabeto, tullido por la guerra y lector del New York Times. Todos los días recorría 20 kilómetros desde su pequeña aldea para llegar a Mogadiscio y recoger la edición internacional del periódico neoyorquino del día anterior que amablemente le daba el botones del Hotel Palace a cambio de dar unos saltos para los turistas y hacerse pasar por masai.

Lo que más le interesaban eran las páginas de economía; por eso al llegar de Mogadiscio se sentaba en la acogedora nada que rodeaba y a la vez rellenaba la aldea y leía con fruición esas hojas que los blancos decían que eran de color salmón.

El tema que últimamente le traía de cabeza era la crisis hipotecaria que recorría los Estados Unidos y que, lógicamente –eso no le escapaba a un somalí medio como él- se extendería a Europa. Sentía angustia por esas gentes blancuchas y blanditas ya que de seguir así la situación no tendrían suficiente dinero para pagar sus hipotecas.

El pánico se apoderó de él y, recordando el crack de Wall Street de 1929, corrió todo lo que puede correr un somalí pobre entre los pobres, desnutrido, semianalfabeto, tullido por la guerra y lector del New York Times hasta la cabaña más alta de la aldea, subió a su débil tejado de paja y caca de ñú y se lanzó desde él.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Frío espacial

Sin previo aviso el planeta se paró: sus aguas se calmaron, el viento guardó silencio y los animales, como obedeciendo a quien los amparaba sobre su corteza, hibernaron hasta nueva señal. El Hombre, no: pataleó, gritó, tomó represalias y todo en vano, hasta que finalmente, sólo le quedó llorar.

El planeta se paró porque de tanto girar sobre sí mismo estaba mareado y de tanto girar alrededor del sol ya no recordaba qué lo había impulsado a hacer lo que hacía. Miró a la Luna, que atónita, le devolvía la mirada fijamente sin saber qué hacer.

‘¿Tú no te cansas?’
‘¿Y qué haré si no?’
‘No sé, ¿qué te gusta hacer? Por lo que a mí respecta, quiero dejar de girar…’

Pero qué grande es el Universo…

domingo, 9 de septiembre de 2007

Tecno Mono

En una montaña muy elevada hay clavado un palo muy alto.
A ese palo está atado un mono.

A ese mono se le dejaron dos libros: "Cultura general básica" y "Tacto y saber estar" (ambos de autor desconocido). Y hasta que no se aprenda y asimile estos dos libros nadie lo soltará.

Cuando el mono afirme que no sólo los comprende si no que los pondrá en práctica, se le pondrá a prueba, y se le subirá a una mesa a la que se sentarán 4 damas: 2 de ellas feas y 2 de ellas guapas.

Si es capaz de comportarse se le felicitará y dará la bienvenida a la sociedad.

En caso contrario, volverá a la montaña elevada en cuya cima está clavado un palo muy alto...

martes, 4 de septiembre de 2007

Pecado original

Decía Siniestro Total en no sé qué disco que el pecado original tiene poco de original...o algo asín. La mayoría de los pecados son cosillas, que más o menos, uno al discurrir un poco, se da cuenta de que no están bien cuando se practican en exceso. He tenido que echar mano del wikipedia para mencionarlos todos:

Lujuria
Gula
Avaricia
Pereza
Ira
Envidia
Soberbia

Es evidente que es necesario comer, ser generoso pero no gilipollas (es decir, cierto grado de avaricia no es negativa), descansar, no dejarse tomar por idiota y enfadarse cuando vulneran tus derechos, y no ser tan humilde que te nadie te tenga en cuenta (curiosa palabra "humilde" que se usa tanto para denominar a una persona con poco poder adquisitivo -"es una persona humilde"- y también...al rey...sí, lo he oído...-"el rey es persona humilde"-. Esta persona se refería a que el rey no va fardando por ahí de su cargo, en plan chulo "oye, que soy rey. vivo a tu costa, atontao". Sólo jodería.) Lo de la envidia sí que está feo. Pero bueno, un cierto grado de envidia no es malo, ya que nace del reconocimiento de que alguien hace algo mejor que tú y de la esperanza de llegar a hacerlo igual o mejor. Pero la lujuría, ¿es mala? Más adelante trataremos de tan apasionante tema.

Dado que me estoy desviando de lo que quería comentar y al final ya no tendrá sentido que lo comente...sigo desviandome (de perdidos al río). Por la güiquipedia también me acabo de enterar de que cada pecado tiene asociado un demonio (la avaricia tiene asociado a un demonio llamado Mammon. El demonio Mammon) y un castigo en el infierno...qué cosas, piensan en todo; supongo yo que según qué pecado cometas así te castigará un demonio u otro. En caso de pecar de lujuría, los íncubos y los súcubos te darán por culo hasta dejártelo rojete.



Pensaba yo, que al menos dos de estos pecados tienen grupo de música asociado. La lujuría tiene a "Lujuría" (ole. No quiero dejar de mencionar esa frase que un día me dijeron acerca de su cantante: "Es muy inteligente: sabe inglés") y la pereza, tiene a los "Pereza" (...¿en cuál de los 2 grupos de folla más?...).

Bueno a lo que iba...que como dije antes, ya no tiene gracia ni sentido comentarlo: ¿Realmente exite un dios que se dedique a contar las pajillas que nos hacemos y que cuando nos muramos nos lo eche en cara? ("Te las has pelado tropecientos millones de veces. Estás suspenso" ...¿¿no llegan?? ¿¿me tengo que hacer más??") ¿Existe un dios que me castigue cada vez que entro en intenné buscando porno? Si existe Dios, no creo que se dedique a eso, lo tengo bastante claro. Cosas más importantes habrá. Y por eso, la lujuria no la veo como un pecado, a no ser que te conviertas en un follador compulsivo que deja alimentarse para follar o te vuelvas un sucio violador.

Tralarí, tralará. Y buceando por la red -creo que no después de semejante parrafada no tengo porqué justificar nada más- me he encontrado esta foto:



Ya que hablamos de pecados, diré que me hace sentir lujuría (aaaarf!!), avaricia ("ésta pa mí!"), envidia (ojalá estuviera yo ahí). Y gracia. Bastante. Fuera de contexto, como está, pierde; pero lo explico:

Esta foto forma parte de una secuencia de fotos amateur que generosamente la gente aporta a una página cuyo nombre aparece en la parte inferior derecha de la foto. Las primeras imágenes son la de tia, vestida, con el novio, luego más desnuda; más tarde, el novio parace que la convence para que pose en pelotillas en su garaje, encima de la moto; también la convence para vierta aceite de moto sobre su pecho, ante el descojone de un amigo suyo (qué coño hacía su amigo allí??), y para que haga distintas monerías con la moto, con el aceite, y con la moto y el aceite...eso sí, sin tocarla, que la mancha...para mí, esta foto es el culmen de las fotos moto-chica, sobre todo por la cara la gente que aparece por allí: todos los coleguitas del hombrecillo en cuestión (otra vez más, qué coño hacían allí??). Una tía que parece que le gusta lo que ve...el que parece ser el novio de la tia(o al menos el que pagó por ella), con cara seria (el de la corbata) y un tio que no parece creerse lo que está sucediendo. A todo esto el suelo empapado de aceite.
Me hace falta una moto y una tía que poner encima de la moto...jeje (risa de motero)