martes, 30 de diciembre de 2008

2007 - 2008 = -1

Por estas fechas hace un año, exactamente en Nochevieja, preguntaba el tecnomono con una exquisita educación impropia de él: “¿Qué balance haces del año que termina?” y su cara, no sólo parecía fingir que le interesaba la respuesta, sino que, de hecho, parecía importarle. Por supuesto, no era así y a la que se le ocurrió responder en primer lugar para contarnos que había tenido un mal año, el tecnomono, al que, en el fondo, reconozco que lo aprecio aunque no lo demuestre, cortó la conversación con un “me estás rayando”. Es decir, que yo no iba desencaminado cuando propuse atarlo a un palo en una montaña muy alta hasta que se aprendiese el libro de educación y modales básicos para andar por ahí. Sin embargo, su pregunta, se le ocurriese a él o no, es importante hacérsela a uno mismo al terminar un año y pensar un poco adónde te lleva el camino por el que vas en la vida (qué profundo…).

Y ya que el año pasado (2007) preferí no hacerlo, aprovecho este año (2008) para repasar estos últimos 730 días. De hecho, pocas diferencias ha habido y apenas he notado el tránsito de un año a otro, si bien, el cambio desde principios de 2007 a finales de 2008 es enorme. No es lo mismo trabajar (rodeado de buen rollo) como becario en una ciudad lejana a que te hagan la vida imposible, ya con un contrato -de horarios absurdos que secuestran tu tiempo- en otra ciudad ya más cercana. ¿Y por qué no es lo mismo? Pues porque el mundo laboral siempre está dispuesto a recibirte con la mano abierta, y no precisamente para estrechar la tuya. No explayaré ahora mis ideas acerca de una sociedad que se ha esclavizado a sí misma, sólo diré que no puedo sentirme cómodo cuando al llegar a casa sólo tengo el “residuo del día” que apenas puedo disfrutar porque estoy demasiado cansado. Para ser algo positivos: ahora que he conseguido que me hagan la vida imposible en otra empresa (mucho menos que en la anterior) he ganado bastante más tiempo, pero bueno, obligaciones, que no viene al caso comentar aquí, tampoco me dejan tiempo, y eso, ya no es problema de las empresas, si no que es cosa mía y de cómo gestiono mi ocio (algo que he de mejorar mucho)

¿Qué más cambios importantes ha habido desde principios de 2007? El nacimiento del blog. Del Metalsaurio. Y eso, es muy importante, al menos para mí, ya que con él empecé a escribir relatillos –y a escribir, en general, ya que antes sólo escribía cuando tenía la típica necesidad estudiantil, laboral, o simplemente tenía que anotar algo- y a dar salida así, a ideas e historias que me vienen a la cabeza y luego se escapan si no las plasmo, o a veces, no se van, y molestan hasta que quedan escritas. Y bueno, pese a que, como he dicho, el blog es un vía de escape más, siempre se agradece que la gente lo visite, por lo que, una vez más, a los habituales, gracias.

¿Qué más, qué más? ¿Propósitos para el año que empieza? Los hay, los hay. Y si ven la luz, os lo haré saber.

Y ahora, algo no previsto…dedicaciones de canciones para los habituales (idea copiada a Grilo do Demo):

Para los Eurekos, ya que van a ser teloneros de Mamá Ladilla: Cunnilingus post mortem de Mamá Ladilla:




Para Grilo do Demo, The Decaying Doctrine, de Kiuas:



Para Cryingmonster, Heading Northe, de Stormwarrior:



Para Ker, Xai y Lady Nerón, Blood Bound, de HammerFall:



Para Fran y Milo…para vosotros la versión de Smoke on the water de Deep Purple (ccon Dio y orquesta), que seguro que la vais a odiar…pero no sé qué poner:



Para Sechat y NityaYang y no metálicos: Life is wonderful, de Jason Mraz



Para metálicos en general (lo que todos estábamos esperando) SEND ME A SIGN de GAMMA RAY:



FELIZ AÑO A TODOS LOS QUE OS LO MEREZCAIS.

Ah, y un besito para Patricia Conde.

martes, 23 de diciembre de 2008

Quedar bien Vs Quedar mal

Al igual que cuando hace unos meses publicaba aquí una serie de palabras bonitas para utilizar llegado el momento, mantengo mi compromiso de velar por las buenas maneras del mundo masculino (a ver si así, ligamos un poquillo). Os dejo dos ejemplos sobre cómo manejar la misma situación. Elegid vosotros cuál es el bueno.


Opción A:

-Anoche soñé contigo

-¿Sí? ¿Y qué pasaba?

-Apenas lo recuerdo. Sólo sé que era bonito…y muy breve.


Opción B:

-Anoche soñé contigo.

-¿Sí? ¿Y que pasaba?

-No mucho, sólo te tocaba las tetas.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Epílogos (Thalia VI)

Este relato lo he escrito como epílogo de Thalia, relato de Ker, y, en él (no en la parte de Ker, sólo en la mía) participan algunos personajes que han aparecido más de una vez en mis historias .

Besaba el rojo el suelo alfombrado sobre el que Dylan –todavía sus labios ensangrentados- balanceaba su mirada desde los orificios del cuello de Thalia hasta la sombra negra y humeante en que la que se había convertido el cuerpo del dos veces muerto Axel. Desde el ventanal en el que se acodaba, la inmortalidad vampírica parecía un chiste con dos –si es que Axel aún podía considerarse así -cadáveres pálidos en el salón y con más de una docena de vampiros –suponía que- churruscados, en el piso inferior.

En cuatro pasos, se colocó ante el sofá sobre el que, por primera había probado la sangre de otro vampiro y, procurando olvidar el regusto a sangre seca y muerta –nada que ver con la de los humanos, llena de vida- de Thalia, apartó su cuerpo para alcanzar la daga que había hecho desaparecer en cenizas al que consideraba su padre en el oscuro mundo de después de media noche. Brillante la daga, reprimiendo el deseo de clavarla en el corazón de la joven, la colocó entre el cinto y el pantalón; y, en deferencia a lo que bien podría haber sido mentira “No acabé contigo cuando no eras más que un niño, y mantengo mi sentencia.”, trató de componer el cadáver en la pose que juzgó más digna.

En la otra punta del salón, los restos de Axel ya no humeaban, pero sí desprendían olor a cerdo quemado. Se avergonzó Dylan de que viniese a su mente tal imagen, y mucho más culpable se sintió cuando se imaginó a un gorrino chillando de dolor a causa del fuego y una risilla alegró su rostro lo suficiente como para formar en su boca una sonrisa platanesca.

-Joder, Franky, vaya mierda, tío. Tío, tío, tío. Todos muertos.

-¿Ñgg?

Procedentes de las escaleras, dos voces drogodependientes y familiares al oído de Dylan avanzaban dando tumbos y gritos de sorpresa. Ya en el salón, uno cayó como un peso muerto y dijo “ñg” y la nariz del segundo asomó por la puerta antes de salir al descubierto para vociferar:

-¡Dylan, eres tú! ¿Qué coño es esto, tío? ¡Está lleno de muertos, joder! Mira, mira ahí hay otra…tío, tío… ¡qué mal rollo!

-Calla –la voz de Dylan desde el otro lado del salón sonó con eco lo que desconcertó a los recién llegados.

-¿Que me calle? ¿Pretendéis que vendamos vuestra mierda, que seamos discretos y hacéis esto? A la mierda, tío. ¿Dónde está el señor Axel? ¿Y quién coño es esta puta, joder? ¡Joder!

Dylan levantó una mano, indicando silencio y se dirigió con cautela hacia la puerta en la que se hallaban los yonkis, provocándoles, si cabe, más nerviosismo. “Silencio, viene alguien”.

**********************************************************************

Sonó el teléfono casi de madrugada y una mano emergió de entre las sábanas para atender la llamada.
-No se preocupe. Voy para allá.
El lazo que unía a Mike con los nocturnos habitantes de una de tantas mansiones del barrio rico, se limitaba a un sobre repleto de dólares recogido en mano el primer día de cada mes, a cambio de estar disponible en cuanto recibiese la orden.
-Entendido.

Las seis de mañana era una hora tan buena como cualquier otra para atender los deseos de quien le pagaba un sueldo a cambio de un favor que hasta ese momento nunca había prestado. Todavía embotado por el alcohol, las sospechas que almacenó durante años acerca de la naturaleza del encargo, se materializaron en la educada voz de Axel al otro lado de la línea. “Seré yo quien te reciba. No quiero más sangre de la necesaria, pero si no la reconoces, asegúrate de que, al terminar, no quedemos más que tú y yo”.

“Qué hijo de puta” El chirrido de las balas de cabeza hueca al colarse en el tambor de la pistola parecían darle la razón. “Y yo, más”. El espejo, en el que sólo vivía la oscuridad de la habitación, desvió su mirada de reproche e hizo como quien no ve algo desagradable.

-¿Quién es la más guapa del reino?

Salió despacio del pequeño dormitorio, y, más que nunca, lo sintió ajeno; no cerró la puerta, tampoco la del portal

Y así, de par en par, fue como también lo recibieron las puertas de la mansión a la que acudía puntualmente el día uno de cada mes. Esta vez, el calendario marcaba un catorce.


**********************************************************************

Los pasos en la planta baja pronto se convirtieron en un asenso silencioso por la escalera. Atento pero nervioso, Dylan, sólo había conseguido hacer callar por unos segundos los desquiciantes alaridos de los yonkis al amenzarlos con la daga.

-¿Un cuchillo? ¡Vamos, hombre, no me…

Un disparo cruzó el aire, interrumpió un sentido “no me jodas” y manchó de sesos a un vampiro incrédulo y a Franky.

-¿Ñg?

Incluso pálido para ser un vampiro, Dylan sólo acertó a balbucear el nombre que todos los meses escribía en un sobre lleno de billetes. Estaba a punto de comprobar que un balazo en la cabeza mata lo mismo que una estaca en el corazón.

-¿Mike?

Otras dos balas volaron y firmaron: THE END.

martes, 16 de diciembre de 2008

METAL TRIBE II

Por fin, el segundo acontecimiento más esperado del año después de mi excelente recopilatorio Metal Tribe: desde el Jardín Cucudrúlico, el Metal Tribe II -lleno a reventar de power más rápido, guitarras imposibles y coros infernocelestiales- se apoderará del mundo:

(pulsar sobre el nombre para la descarga)

Para los que no tengan la primera parte:

METAL TRIBE

y su enormísima segunda parte:

METAL TRIBE II

Que, sus señorías los disfruten.


miércoles, 10 de diciembre de 2008

Laberinto

A la misma altura desde la que caía la luz triste y gris en los días de invierno, se podía ver en la distancia un grabado circular, en cuyo interior, vueltas y recovecos parecían amontonarse en un laberinto; y allí, donde no más de dos rayos de sol coincidirían jamás juntos, ínfimos seres, inescrutables para cualquier miope, correteaban de un lado a otro, atropellándose.

-Vamos, deja eso. Tenemos que ir al oculista.

-Pero mamá…

-Vamos, te he dicho. Dáselo a tu hermano.

Fue entonces cuando, sin haber sonado ni una sola de las cuatro trompetas, la temperatura se elevó y los diminutos correteadores, que mientras morían churruscados gritaban “Apocalipsis”, nunca llegaron a saber que no eran más que el juego de un dios pequeñito y un hermano al que le habían regalado un mechero.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Te queremos, Pam

(Qué dilema: ¿hablar de Chimo Bayo y Paco Pil o de Pamela Anderson y sus novietes rockeros?)

Pam, Pam, cómo te gustan los rockeros, ¿eh? Más que a un tonto, una corneta. Eso está bien, así siempre tendrás una mínima y remota posibilidad conmigo. Supongo que ahora me preguntarás sobre mis discos...bien, Pam, mis discos...mis discos...en fin...lo que sucede es que soy un hard rocker star en potencia, ¿sabes? Y voy poco a poco. Estaría feo asaltar y dejar KO la escena musical de repente. Dame tiempo, dame tiempo.

Mientras tanto, vale...lo acepto...puedes seguir escuchando a Poison



o a Motley Crue



incluso a Kid Rock



pero nena, cuando publique mis discos, más te vale ser la primera en suplicar que, al menos, te mire.

¿Que si te llamaré? Ya se verá.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Conspiración

Queridos hijos de Odín, hoy dejo tres vídeo-reportajes de los que sólo he visto uno (el referente al Amero, que es el más corto), pero que me han hablado muy hablado de de los tres. Los otros dos son los Zeitgeist (el Zeitgeist I y el Zeitgeist II) y tratan "de todo".

Como curiosidad, comentar que Zeitgeist es una palabra alemana que sifnifica "el espíritu del tiempo". La wikipedia explica un poco más y dice que "es la experiencia de un clima cultural dominante que define, particularmente en el pensamiento hegeliano, una era en la progresión dialéctica de un persona o el mundo entero".

Doy por hecho que a los habituales lectores del blog os puede interesar, y si no, pues nada, pero a mí, estoy seguro de que me interesarán, jeje!

Una cosa más, antes de comenzar con los vídeos, os dejo un esquema de lo que es el Club de Bliderberg, que son los que, según algunas teorías a las que, con algunas reservas, les doy cierto crédito, son los que controlan el mundo.



Primer vídeo: El Amero (link a la wikipedia)



Fotitos de Ameros:



Segundo vídeo: Zeitgeist



Tercer vídeo: Zeitgeist II Addendum:



Y si habéis llegado hasta aquí, de regalo un cuarto vídeo. Este sobre el Club de Bliderberg (y que tampoco he visto, pero espero ver pronto)



Bueno, y con esto, ya tenéis entretenimiento para unas cuantas horas.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Escher, Dali (y Román Cortés)

Cuando, al terminar de escribir la entrada de la semana anterior -"Líneas difusas"- busqué una imagen para el texto, mi intención era encontrar algo de Salvador Dalí. Como habréis visto -o vereis, si os decidís a mirar-, finalmente, no acompañé la historia de ninguna imagen, a pesar de que encontré algunas muy interesantes.

La que más me llamó la atención es a la que ahora dedico esta entrada. Y me llamó la atención porque al realizar una búsqueda de imágenes en google por "dali" apareciese una ilustración inspirada en un autorretrato de M. Escher.

Hará algo más de año y medio, tuve la suerte de visitar una exposición en la que se repasaba la obra de Escher desde sus inicios. Lo más impresionante: las imágenes que pintaba a través de reflejos, las arquitecturas imposibles, las ilustraciones superpuestas y las que pasaban de una imagen "en positivo" a otra "en negativo". Muy bueno.

En la exposición, se podía ver el siguiente autorretrato de Escher, que, por cierto, compré en forma de postal:



La ilustración, que, como antes comentaba, encontré la semana pasada, la pongo a continuación, y comprenderéis el motivo de mi sorpresa.



Lo mejor, es que fue realizada con photoshop. Su autor se llama Román Cortés. y en su página tiene un vídeo de cómo la elaboró.

martes, 18 de noviembre de 2008

Líneas difusas

Sólo unos pasos los separaban del círculo amarillo que, como el resto, descansaba a los pies de una farola. Lo que diferenciaba a este círculo del resto es que en él no había nada salvo ausencia de sombra; los demás no eran así, siempre había algo: un cartel, una pintada, un charco de orín, un gato, una cucaracha, una matrícula, una bicicleta…Siempre había algo.

Uno de ellos, el que caminaba por la sombra, se paró. En un acto reflejo, consultó su muñeca para comprobar la hora, y recordar que ya no usaba reloj.

-Claro.

-¿Qué?

-Mm..Que no hay nada. Ni reloj.

-¿Y qué? Vamos –apuró quien caminaba a luz de las farolas, tirando suavemente del brazo del otro.

-Es que…mira…allí había un gato…y aquí…

-¿un gato? ¿Ahora te gustan los gatos?

-¿Qué?

-Que si te gustan los gatos…

-Algunos.

Repasó mentalmente el corto paseo, y la conversación en voz gris, y ajena, acerca de economía, de política, de trabajo, de oposiciones, de hayquemadurar…cuyas palabras caían frase a frase entremezclándose entre sus pensamientos nacidos a millones de kilómetros de distancia.

-Pensaba que eras más de perros- y tiró de nuevo de su brazo, hasta que una mirada indiferente parecía pedirle que lo dejase tranquilo -¿no vienes?

Continuaron el camino, a oscuras, uno, a la luz de las farolas, otra. “Por aquí es más seguro, ¿sabes? Por ahí, nunca se sabe, sobre todo ahora que ya no hay nada…ni carteles, ni bicis, ni gatos…además, te pueden ver”- y sonrió, o al menos algo de luz pareció reflejarse en sus dientes.

-¿Más seguro? Si no hay luz, puede haber cualquier cosa, un agujero, por ejemplo, y no te darías ni cuenta hasta que te cayeses.

-Es lo bueno. Que pueda haber cualquier cosas, es bueno.

Fue entonces cuando desapareció en un agujero. Y, ya en el fondo, sintió una preocupación tan honda, que se quedó dormido, contando las estrellas.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Arriba y Abajo II

-¿Sabes que tu único mérito es el haber sido el espermatozoide más rápido? No quiero ni pensar cómo eran los demás. Y eso tampoco deja en buen lugar a tu padre, ¿lo sabes, verdad?

-…

-¿No dices nada, imbécil? Da igual. Tus orejas gachas hablan por ti. Sumiso, como un perro idiota. Y ni siquiera te da vergüenza. Mírate, bufón, mírate, joder.

-…

-¿Qué? ¿Que me paso? ¿Que me paso, dices? Te empujaría para perderte de vista, si no me dieses tanto asco. Joder, apestas.

-…

-¿Cómo dices, bufón?

-Que tu sí que apestas, puta.


lunes, 10 de noviembre de 2008

Sex Machineguns (y Street Fighter IV)

¿Ganas de escribir un relato? 0.

Hoy tocan dos vídeos de los japoneses Sex Machineguns, uno de esos grupos que, aún gustándome, escucho poco. En principio, iba a poner sólo uno, el que corresponde a una actuación en directo en la que tocan "Famiresu Bomber". No sólo la canción de me parece buena, sino que además, hacen una pequeña coreografía a la hora de tocarla. ¡Todo un show! Lo que da algo de miedillo es la gente: todos moviéndose como robots al ritmo de la música:



La segunda canción es "Tekken II" y aparece en el videojuego homónimo (eso me dijeron -yo soy más del Street Fighter- pero vamos, que por el nombre parece claro que sí que aparece). El vídeo hace justicia a la canción -caña de principio a fin- y gracias a él, fue como conocí a los Sex Machineguns:



Y ya que he mencionado el Street Fighter, comento que en Japón ya pulula el Street Fighter IV, del que ahora pongo el trailer: es...es...precioso...una obra de arte.


martes, 4 de noviembre de 2008

Arriba y Abajo

Érase una vez un hombre tan grande, tan grande que ya no sabía si eran nubes, o era tierra sobre lo que caminaba, pues su vista no le alcanzaba para verse los pies, su voz se perdía en el viento, y, allá a donde iba todo era tan igual a cualquier otro allá que hacía tiempo que había perdido la noción del espacio y poco a poco la de sí mismo.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Tomoko Uemura

Hasta esta semana, el nombre de Tomoko Uemura no me decía nada especial; lo que me ha llevado a que su nombre cobrase sentido para mí, es decir, lo que me ha llevado a saber de su existencia, fue el visitar una exposición fotográfica de Eugene Smith en la que no sólo aparecían las fotografías que le tomó, sino también, su historia, que, en cierto modo, resume la historia reciente de su pueblo natal, Minamata (Japón).

Tomoko Uemura, nació en 1956 con malfornaciones debidas a la "enfermedad de Minamata", que no es más que la consecuencia del vertido empresarial de mercurio al mar de Yatsushiro(la petroquímica Chisso vertió entre 1932 y 1968 81 toneladas de mercurio al Mar de Yatsushiro), principal sustento del pueblo pesquero de Minamata.

La definición que da la wikipedia de la "enfermedad de Minamata", a pesar de mi ignorancia en cuanto a términos médicos se refiere, me impresiona bastante:

"síndrome neurológico grave y permanente causado por un envenenamiento por mercurio. Los síntomas incluyen ataxia, alteración sensorial en manos y pies, deterioro de los sentidos de la vista y el oído, debilidad y, en casos extremos, parálisis y muerte."

Y a pesar de lo terrible que suena, me parece muy aséptica si la comparamos con las fotos de Tomoko.

La chica, murió en 1977 a los 21 años; la empresa, supongo yo, que seguirá allí, como otras muchas a lo largo del mundo y de la historia, satisfaciendo las dudosas necesidades del orgulloso hombre primer mundista.



miércoles, 29 de octubre de 2008

In Euskal Herria Creation?

Seventh Avenue es un grupo alemán de Metal Cristiano que no lo hacen nada mal. El que tengan una canción que se llame "Heaven can't wait" en contraposición al "Heaven can wait" de Gamma Ray, da un poco de risa...pero lo voy a pasar por alto porque no está relacionado con lo que quiero comentar.

El propósito de este post y del vídeo que pongo a continuación es responder a la siguiente pregunta: ¿Realmente dicen "In Euskal Herria Creation" a los 10 segundos de canción?



No.

No, lo que dicen es: In this gallery of creation. (Una pena, porque la opción de "Euskal Herria Creation" es bastante más graciosa)

Aquí queda la letra completa, para quien le pueda interesar:

Everything upon this planet
Creatures under the heavens span
Evidence for your endless power
Part of your masterplan
In this gallery of creation
The exhibition is just perfect

Mankind is taking part in
This deceptive endless play
Some want to be directors
But we prefer to pray
Cause we are cast just for a lifetime
We are actors on the run for text

Mighty creator of all the heavens and the earth
Infinite king the satan gives you a wide berth
With hearts on fire our tongues are giving
Cheers to you, almighty Lord!

Shout it out!
He is the king
Peace and justice he will bring
Burning hearts
Tongues of fire
For his name

When I look at the sky that you have made
The moon and the stars above
You set them in their places
They all are telling of your love
I ask myself who am I
Who am I that you care for me?

If I would try to scape
Where could I hide from you?
With open arms you are waiting
You're the one who brings us through
Patience and love you proved it
Confession breaks the devil's neck

Mighty creator of all the heavens and the earth
Infinite king the satan gives you a wide berth
With hearts on fire our tongues are giving
Cheers to you, almighty Lord!

Shout it out!
He is the king
Peace and justice he will bring
Burning hearts
Tongues of fire
For his name

Shout it out!
He is the king
Peace and justice he will bring
Burning hearts
Tongues of fire
For his name

domingo, 26 de octubre de 2008

Hear N Aid - Stars

La primera vez que escuché esta canción fue con un videoclip en una salida nocturna. Me resultó increíble que tantas y tantas estrellas del rock de los 80 estuviesen reunidas en una sola canción que no es ni la mitad de conocida de lo que se merece:

-Joé, sólo falta el de Queensrÿche.

Segundos más tarde aparecía Geoff Tate (cantante de Queensrÿche).

No daré más nombres para no estropeárselo al que no lo haya visto, sólo diré que es bastante probable que os quedéis con la boca abierta.



El disco en el que aparece la canción se llama “Hear N Aid” y fue formado con vistas a recaudar fondos para ayudar a mitigar el hambre en África.

¿Tiene algo que ver Bob Geldof con todo esto? En la wikipedia no hace referencia; sin embargo no me extrañaría que fuese la versión metalera del Live Aid de Bob (en el que también participaron no pocos artistas del rock -Led Zeppelín, Judas Priest, Black Sabbath…-) pero esa, dado que no formaron un grupo conjunto, esa otra historia.

lunes, 20 de octubre de 2008

Hasta vomitar II (Superación III)

Continuación de Hasta Vomitar, historia inspirada en Superación de "Martir de Mis Deseos". Para esta segunda parte, tomo como principio la frase (como siempre, en cursiva) que Atenea aportó al Cuentacuentos.

El pastel estaba en el horno desde última hora de la tarde, preparado para ser la estrella de una cena que semanas atrás me había comprometido a dar, sin intención de cumplir mi palabra, y, sin tener en cuenta que en cualquier momento el teléfono podría sonar para recordarme que hasta las promesas más informales son sagradas.

- Qué alegría volver a saber de ti.
- …
- Sí, sí.
- …
- Pásate a partir de las 10.

No recuerdo en qué momento habíamos intercambiado los teléfonos, ni siquiera si había habido un intercambio, ya que, de ser así, tendría el suyo; si lo apunté, es que más que posible que fuese en una de esas servilletas que tiro en cuanto cierro la puerta de mi casa –“te llamaré”- para la definir la frontera entre sexo y amor. ¿Cuántas servilletas como la mía habría en los contenedores pendientes, o no, de reciclar? En el fondo, tiene su macabra gracia.

Mi servilleta se presentó puntual “a partir de las 10”, -es decir, a las diez y un minuto- sonriente, y con hambre.

- ¿Está el pastel listo?
- Claro.

Y me bajé la cremallera.


jueves, 16 de octubre de 2008

El Club De Los Necios (Fuck You In Hell)

La casualidad lo invitó a la fiesta de disfraces, y él, gustoso, aceptó.

No tenía muchas opciones entre las que elegir un traje –de hecho, no tenía ninguna- por lo que pedirle a su hermano el disfraz de payaso con el que se ganaba el sueldo animando fiestas infantiles le pareció lo más acertado. Y así, irreconocible entre rombos de colores y nariz luminosa, se presentó en lo que distaba mucho de ser un salón veneciano repleto de elaboradas máscaras y buen gusto; al contrario, una legión de sanchos panza disfrazados de quijotes, le concedieron un respetuoso y exagerado saludo más propio del siglo XIX que de una fiesta del XXI. Tampoco sus conversaciones, en una forzada pose culta, lo invitaban a participar, y, de haberlo intentado, sus estridentes rombos de payaso se hubiesen convertido en estúpidos y gordos lunares.

Entre los destellos de su nariz, afiló la mirada y trató de identificar entre el exquisito rebaño a quien días atrás le había entregado la entrada; se volvió al sentir una mano cerrarse suavemente sobre su brazo, sorprendido, creyendo distinguir bajo la máscara el guiño de un ojo.

-¿Hola?

-Beeeeee.

martes, 14 de octubre de 2008

Naturaleza

Nueva historieta para el Cuentacuentos, para la que era necesario tomar como principio la frase sugerida por Sechat. La frase de Sechat, va en cursiva.

Otra vez ese olor extraño golpeaba su nariz
con la fuerza de un millón de hortensias. En la oscuridad, un arrugado pañuelo de papel la observaba despreocupado desde el suelo, y su mirada y fetidez, no le permitían conciliar el sueño.

-¿Estás dormido? –en un susurro cada vez más alto, repitió la pregunta hasta que consiguió su objetivo.

-¿Eh?

-Perdona…pensaba que estabas despierto.

-¿Eh?

-¿No lo hueles? Huele mal. A ráfagas. Qué asco. Es como…aquella vez fuimos al campo…

-Duerme, anda –se revolvió entre las sábanas y le dio la espalda para resguardarse en su sueño.

-¿Estás despierto? ¿No lo hueles?...¿qué será?

-¿Qué?

-¿No lo hueles?

-Será…el pañuelo de papel…es que tardabas en llegar…


miércoles, 1 de octubre de 2008

Jabo el Jevo VI



-¿A casa, Don Carlos?

Para Don Carlos, los disparos en el aparcamiento del Golden no supusieron un inconveniente a la hora de encontrar un taxi que lo alejase de allí -consumidor habitual de sexo de pago, un taxista de confianza lo esperaba en el aparcamiento pese a que la noche presagiaba ser agitada- pero sí cierto nerviosismo que obligaba a su oronda humanidad a precipitarse en los movimientos y a teñir sus mejillas de un rojo del que cualquier observador distraído y desconocedor del tiroteo hubiese dicho que eran consecuencia de un polvo rápido y furtivo.

-No, no. Esta noche, no. Llévame a la iglesia; quiero rezar –dijo, mientras parecía deshincharse como un globo pinchado.

Don Carlos, padre de Daniela, putero y objetivo último de las balas de Jaime se sentía intranquilo, pequeño y observado, pero no a causa los disparos –“inevitables de vez en cuando a las puertas de un puticlub”, quería pensar-, sino, más bien por no saber qué explicación daría, si algún día unos de esos tiros lo alcanzase –inocente de él- en tan comprometida situación. Creyó que Dios le comprendería.

Reflejada en el retrovisor, la mirada nerviosa de Don Carlos era lo suficientemente clara y demente como para hacerle comprender al taxista de que de nada valdría discutir con su gordote cliente acerca de la razonabilidad de su petición, dada la hora que era. Y arrancó.

Algún coche, alguna moto, algún paseante demasiado joven para ser tan tarde y los halos de luz de las farolas en intervalos exactos fueron su compañía hasta la iglesia.

No lejos de allí, mientras en un noveno se desataba la orgía y daba lugar a un sugerente coro de gemidos, chirridos y tumbos, de un octavo piso bajaba en ascensor una esposa más amante de los objetos punzantes que de los matrimonios liberales. Un taxi la esperaba en la puerta.

-¿Dirección?

Salía ya el taxi y llegaba ya un muchacho corriendo. Salíasele el corazón del pecho y, diríase que los pulmones también estaban a punto de salir volando por las orejas. Era feo, de dientes grandes, aunque proporcionales al tamaño de unas enormes encías que asomaban cuando contraía el rostro al tomar aire. Caminó los últimos metros con paso más relajado. El edificio de su novia ya estaba cerca “por fin”. Dos drogadictos que nunca pisaban la iglesia dormían entre cartones, y sin embargo parecían no sacarle el ojo de encima, al igual que las ventanas y el portal del alto edificio de Daniela.

No timbró. El portal estaba abierto y, el ascensor, en la entrada.

Seguía respirando fuerte, aunque cada vez en más pausados rebuznos, cuando pulsó el botón que lo llevaría al octavo piso y recostó su espalda –dolorida por la incomodidad de la mochila- sobre una pared del elevador. Se la quitó y la miró casi con más miedo que recelo.

Un sencillo y elegante timbre anunció la llegada al octavo y la inminente apertura de puertas.

Al fondo del pasillo, en el vano de la puerta de su novia y al resguardo de la mortecina luz amarilla, una especie de ogro melenudo sin camiseta y en vaqueros, se despedía de Daniela con un beso de siete lenguas.

-¡Eh, tú, eh, eh! –Jaime rebuscó nervioso en la mochila- ¡Eh, eh, tú! ¿Qué haces? ¡Eh!- y cuando volvió a sacar su mano de ella, portaba la pistola.

A la mañana siguiente los periódicos titularon “Noche sangrienta se salda con dos muertos”.

sábado, 27 de septiembre de 2008

¿Porno?

Vídeo que amablemente me pasa La Momia Que Fuma (la misma Momia Que Fuma cuyos juegos os podeis bajar en la sección juegos de la Momia Que Fuma que está a la derecha) y que merece la pena ver:



miércoles, 24 de septiembre de 2008

El Jardín Cucudrúlico IV

Sumergido casi por entero en la laguna, sólo su hocico asomaba a la superficie, y, con una respiración lenta y profunda formaba pequeñas burbujas que morían mucho antes de llegar a la orilla. Dos puntos rojos, sus ojos, emitían una extraña luz cuando abría los párpados para ver, a través del filtro acuático, el paisaje nocturno del jardín.

Los pocos cucudrulos, cucudrulas y cucudrules que nadaban esa noche en la charca pasaban cerca del saurio sin tocarlo; los más, en los barrizales de la orilla no hacían más que bostezar sin comprender porqué el dragón que cambiaba de color, fumaba en pipa y solía ser feliz, seguía allí, subido a la piedra encorvada sobre la charca, mirándolos.

Del dragón brotó una nubecilla de humo que en todo semejaba un corro de humanos bailones y que no tardo mucho en perderse entre las fluorescencias de las enredaderas; y del agua asomó la cabeza del metalsaurio. Sus ojos se encontraron con los del dragón que fumaba distraído.

Salió de la laguna, encharcado, y se internó en la selva, mareado; Deseoso de perderse en la espesa vegetación y llegar a los acantilados desde los que podría ver el mar y la noche; deseoso de sentir la oscuridad y las lucecitas que brillan en ella.

lunes, 22 de septiembre de 2008

En Tren

Historieta para El Cuentacuentos. En esta ocasión la frase con la que hemos de comenzar la proporcionó Alma Azul, y como siempre, la he puesto en cursiva.

-La felicidad no sólo se halla en la dicha, sino también en aprender a aceptar lo inevitable. –Con la falsa expresión de profundidad que adquiría su rostro cuando trataba de emitir elevados pensamientos, sus palabras sólo resultaban ciertas para quien quisiese creerlas. Y ese no era el caso de De Maio.

-Eso es de Platón por lo menos, ¿no?

-No, es mío –dijo Sara mientras una cortina de humo salía de su boca con impaciencia- Joder. No te aguanto.

De Maio fijó su mirada en ella y ella, en el paisaje nocturno que el tren iba dejando atrás. A medio fumar el cigarro de Sara fue a morir como una cucaracha aplastada en el cenicero de la pequeña mesa que les servía de frontera y que no era capaz de hacer menos violenta una situación, que sólo alivió la puerta del vagón al abrirse para dar paso a un revisor tocado de bigote-cola de mapache sobre el que bailaba la nariz.

-Disculpen, no está permitido fumar.

-¿Y quién está fumando? – De Maio le entregó los billetes con una indeferencia que rozaba el desprecio-. Aire.

Ajustó sus gafas espejadas de Charles Brownson y volcó su vista al exterior. Los dedos de Sara tamborilearon nerviosos – a punto de cabalgar- sobre la mesa cuando el revisor se dio la vuelta -cabeza escondida entre los hombros y la gorra-, para apurar los últimos billetes mientras el tren reducía la velocidad.

-Estamos llegando.

-¿Vas a bajar?

Sara vio su rostro reflejado en las lentes de De Maio y tardó en unos segundos en responder. El tren paró por completo.

-Es inevitable, ¿no?

-¿Lo es?

domingo, 21 de septiembre de 2008

Riding The Ballads IV

Ayer, atracón de Metal, y hoy, las Baladas (sí, con mayúscula). Cuarta entrega de Riding The Ballads, en la que predominan las baladas de grupos de Hard Rock y Power. No he podido resistirme a meter una canción de Savatage un tanto macarra, pero que me encanta: Simmetry.

"El Metal es Amor"

(para descargar, clic en el siguiente enlace)

RIDING THE BALLADS IV

sábado, 20 de septiembre de 2008

Metal Tribe

"¡Que resuene en el Fin del Mundo! ¡Ni grunge, ni funky, ni chandal metal! ¡El rey vuelve a ser el Speed Metal!" (Charlie Glamour, Gigatrón)

Hace tiempo que quería reunir en un sólo disco estas canciones. Juntitas y apelotonadas en un zip, aquí os las dejo, para quien pudiera interesarle (Por supuesto, es un recopilatorio de Power, que incluye algunos clásicos y otros no tan clásicos pero igual de interesantes):

lunes, 15 de septiembre de 2008

Mater Cabra

(Historia para El cuentacuentos que toma como principio -son normas- la frase sugerida, en esta ocasión, por Brian Edward Hyde. Va en cursiva la frase)

Todo comenzó cuando Blanquita se comió a sus cachorros para regurgitarlos luego en forma de monosabios parlanchines. A partir de ahí el cambio en la vida Blanquita –que como su nombre indica, era una cabra- y de sus cabritillos, fue radical: no sólo dejó de entender lo que sus hijos decían, sino que desarrolló un sentido del ridículo que la llevaba a avergonzarse del cencerro que colgaba de su cuello y a sentir violada su intimidad al ser ordeñada; por otra parte, sus regurgitados descendientes sufrían en la escuela el tormento de ser señalados y oir canciones que decían más o menos así: “el hijo de la cabra no sabe cantar, le dices que cante y se pone a balar”.

“Familia monoparental de características no tipificadas por ley alguna” Ese fue el argumento esgrimido por la Administración, en un impreso que Blanquita se comió, para no concederles ayudas. Así estaban las cosas, cuando, al poco de partir los hijos del hogar familiar, a mater cabra la metieron en una caja de madera y la subieron a un avión.

Se durmió.

Cuando volvió en sí, todo lo que la rodeaba le resultó extraño: Un grupo de hombres fornidos y con patillas la rodeaba con curiosidad y respeto. A lo lejos sonó una corneta.

-¡Dejad de mirar a mi madre, imbéciles!

Y así fue cómo Blanquita llegó a ser mascota de la Legión.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Jabo el Jevo V

Oscura y poco transitada a esa hora, la calle que conducía a Daniela de vuelta a casa no era ni la mitad de oscura que los pensamientos que se condesaban en la mente de la pobre chica. Algún coche, alguna moto y una farola cada veinte pasos exactos fueron su compañía –siempre con el rumor del mar unas calles más abajo- hasta su casa.

¿Estaría muerto?

Era probable: sólo en las películas la gente aguanta varios tiros sin morir desangrada. El que sin duda seguía vivo era su padre, a salvo en el calor de las putas del Golden. Justo al revés de lo que había planeado.

Tardó en llegar a la apartada y pequeña plaza de piedra y asfalto en la que alzaba su edificio, a cuyos pies todo parecía en orden. De estar vivo y tener un rostro, se podría decir del árbol que presidía la placita, estaba apesadumbrado, más turbio de lo normal; los drogadictos, bajo sus cartones, ya dormían…y la moto de Jabo el Jevo dormía junto a ellos.

¿Estaría vivo?

En el portal, el ascensor apestaba alcohol por lo que decidió subir los ocho pisos a pie. Desde que habían instalado el ascensor no había vuelto a subir por ellas -en realidad, salvo Jabo cuando subía dando tumbos, nadie las usaba- por lo que ahora, todavía con mucha noche por delante y muchos problemas que afrontar, trató de ralentizar lo más posible una subida, que casi sin darse cuenta, acabó en el noveno piso, el pequeño ático del jevo. Timbró.

Un ladrido eléctrico estalló en el silencio de la casa y provocó un golpe seco y pesado en el interior del ático. Otro trimbrazo más. Esta vez contínuo.

-¡Eheheeeeeeeeeeh! –refunfuñó la casa.

-¡Abre, abre!

-¡Mieeeeeerda yaaa! ¿Qué horas son estas de llamar?

La puerta se abrió dejando a la vista una dolorida silueta, que recién arrancada de los brazos de Morfeo para enfrentarse a la amarillenta luz de las escaleras y a una vecina que parecía divertirse despertándolo a cualquier hora con cualquier pretexto, no entendía nada.

-¿Qué pasa ahora?

Daniela se echó a llorar y lo abrazó sin dejar a Jabo más opción que ser abrazado y acogerla en su pecho tatuado con la calavera de los Running Wild. Jabo cerró la puerta aún con la colegiala –aún cuando cerraba fuerte los ojos y la podía imaginar desnuda, seguía viéndola como a una colegiala, eso sí, desnuda- en sus brazos mientras notaba cómo la mano de Daniela se aferraba a la suya y tiraba de él hacia el dormitorio. “¿Todo bien?” era la pregunta que repiqueteaba en su cabeza al tiempo que su pene se dilataba y le mandaba callar.

La respuesta llegó unas lágrimas y unos hipos más tarde.

-Pensaba que estabas muerto…

-¿Muerto? Estaba dormido…es lo que hace la gente la normal a estas horas, ¿sabes?

-Ya, bueno; me refería a que… –se sorbió los mocos y limpió las lágrimas con la manga de la sudadera-…a que cualquier día vas a tener un accidente en moto…no sé, una pesadilla, supongo –y sonrió, tímidamente por una vez y guapísima como estaba, despeinada con el pelo caído por la cara, casi ocultando sus ojos-.

Bajó la vista. Jabo también.

-Oye, ¿te apetece…? ¿te apetece follar?

-Claro.

martes, 2 de septiembre de 2008

Bertin of War (and much, much more!)

Hoy ha llegado el momento de hablar de lo que todos los jevis hablan alguna vez en su vida: la foto de Bertin Osborne con Manowar.

Como creo que aún hay gente que no sabe el motivo de por qué se hicieron la foto, haré un resumillo, y si tiene ganas de más, sólo tiene que pinchar aquí y os conducirá a un enlace que lo explica con más detalles (es el link que en su día dejó Grilo do Demo en Furia Asgardiana): la razón de ser de esta foto es que a la madre de uno de los miembros de Manowar le gusta Bertin Osborne y al verlo un día en el mismo hotel en el que hospedaba su hijo, los convenció para hacerse una foto con él. Por lo visto, Bertin Osborne pensaba que era una cámara oculta, pero accedió.



Pero hay más fotos, claro; no de Bertín junto a los Manowar (se echa en falta una foto de los hermanos Osborne: Ozzy y Bertín) pero igualmente curiosas. He aquí las que he encontrado:

Metallica (Lars Ullrich y James Hetfield) junto a Ricky Martin:



Bruce Dickinson (cantante de Iron Maiden) con Mr. Bean:



Will Smith con Soilwork (pongo a Will Smith delante porque hasta a mí me resulta más famoso Will):



Y por último, la foto más más más...más todo, la más mejor: ¡¡¡¡¡Edguy con David Hasselfhoff!!!!!



(Post elaborado con la gran ayuda de Ford Fairlane)

lunes, 1 de septiembre de 2008

El Show de Andi Deris (Kobetasonic 2008)

"Y ahora vamos a cantar una canción sobre un...¿págaro? ¿páharo?...¿se dice así? ¿pájaro? Bien, bien: ¡Una canción sobre un pájaro! ¡IF I COULD FLY!" (Andi Deris, 20 de Junio 2008 -Kobetasonic, Bilbao)



"Tengo una idea...no todas las ideas que tengo son malas...yo canto "yes, we are" y ustedes "perfect", ¿ok? Vamos a probar...dos veces: "yeeeeeees, we aaaaare" (Andi Deris, 20 de Junio 2008 -Kobetasonic, Bilbao)



Importantísimo decir que esta última canción (Perfect Gentleman), que en la grabación de estudio es bastante normalita, gana muchísimo en directo; también importantísimo señalar que Andi Deris es un show man como la copa de un pino y que Helloween dan un espectáculo digno de ver.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Mike Nogames II

-…

-Si de mí dependiera, rebobinaría, como poco hasta esta mañana, y volvería con algunas flores; mas no puedo volver atrás en el tiempo, y aunque volviese, tampoco dependería de mí.

-…

-Sí.

-…

-Las más feas.

Y rió, convirtiéndose en el eco triste de la voz de Sally, que reía mimosa al otro lado de la línea telefónica. Medio día hacía ya desde que se habían separado y apenas unos minutos –el tiempo que se tarda en pinchar en el tocadiscos a Sinatra y en descubrir que un pequeño papel entre el revoltijo de su escritorio decía “Phone me” junto a un número y cinco mayúsculas- habían transcurrido desde que Mike llegara a su pequeño piso, tatareando alguna canción perdida de la que ni siquiera recordaba el nombre. Tampoco quería recordar el nombre de quien ahora lo llamaba, pero era incapaz de olvidarlo, como tampoco podría dejar de pensar en elefantes rosas si alguien le dijera que lo hiciese.

Sin soltar el teléfono, por el silencio de la calle, roto por alguna que otra voz, dedujo que debían de ser más de las doce. Temprano, para su rutina. Lógico, teniendo en cuenta que esa noche, al salir, no se había allegado al bar habitual, y fue a dar a uno en el que no se sintió cómodo y al poco –dos cervezas-, abandonó.

-…

-Sí, claro. No son horas de salir.

-…

-No.

-…

-Que no.

Sinatra cantaba “My way” cuando colgó el teléfono. Libre en su pequeña jaula, se quitó de encima la gabardina, y luego, la pistola. Su identificación como detective hacía tiempo que la había perdido, pero nunca había tenido que mostrarla por lo que no le preocupaba. Se preparó un café; y por primera vez en años, mientras lo tomaba, tuvo tiempo para leer más de una línea del libro que descansaba boquiabierto en el escritorio.

Entre sueños y pesadillas, creyó distinguir el golpear de unos nudillos contra su puerta, y entre sueños y pesadillas, creyó abrirla.

Segundo capítulo de Mike Nogames y primera historieta acatando las normas de El Cuentacuentos (tomar como primera línea de la historia una que alguien sugiere, en este caso Hécate. Va en cursiva la línea sugerida por Hécate)

viernes, 22 de agosto de 2008

¡Gremlins!

Acabo de encontrar este video en el que los Gremlins hacen zapping en su reproductor de DVD y se meten en varias películas. Está muy logrado y en casi todas las escenas dan el pego. Aquí queda:



Me encanta cuando se meten en la película de Indiana Jones, ¡jeje!

martes, 19 de agosto de 2008

Ripolleta

Ripolleta era italiana y tenía algo de bigote. Desde pequeña había querido ser bailarina en el Ballet de Roma y, por eso, semana tras semana, se esforzaba en las clases de danza a las que asistía: estiramientos, saltitos, pasos cortos y más saltitos.

Decía que le gustaba las música, si bien sus conocimientos se reducían poco más que al “Lago de los Cisnotes” y al “Cascahuetes” -Sebastián Bach sólo era para ella un compositor, nunca el cantante ex-cantante de Skid Row; y, sin haberlas escuchado, si alguien le hubiera preguntado, respondería que prefería “Stairway to Heaven” a “Highway to Hell”- y, al igual que con la música, todo lo que no tuviera relación, directa o indirecta, con su danzante universo, lo ignoraba, de la misma forma que desconocía mucho de lo que en su reducido mundo le concernía.

Desde su casa a la academia de baile, y de la academia de baile a su casa, vestía un tutú, negro cuando iba por la calle, blanco durante las clases – de negro, una mafalda tenebrosa; de blanco, un patito feo-. Y así, durante años, cada día una copia idéntica del anterior, hasta llegar el gran día de su prueba de acceso al Ballet de Roma.

Ese día, Ripolleta, se levantó a una hora más temprana de la habitual y se calzó su tutú negro. Al llegar al Teatro de la Ópera, donde se iba a examinar, descubrió que habían adelantado la prueba al día anterior.

Oooh.

Pobre Ripolleta.

viernes, 8 de agosto de 2008

Jabo el Jevo IV

“Desde un viejo balcón veneciano,
Bajaba una paloma en su vuelo
…”

-Deja eso, ¿quieres? –la habitual cara alegre, de grandes encías y dientes, gorda nariz y orejas de soplillo, estaba esa noche preocupada. Inquieta. Ni el lugar le agradaba, ni tampoco las circunstancias que lo habían llevado allí – Deja tu puto libro, Daniela.

-¿Mi puto libro? Si te parece leo la Biblia, no te jode.

-No es momento de leer, creo yo. Aquí, delante de un puticlub, leyendo poemas…sería bonito de no ser tan…

-“tan, tan”…pareces tonto. Cuando salga mi padre le pegas un tiro y punto, ¿me oyes? Que para algo soy tu novia. Está muy bien hablar de amor y que sea todo perfecto, pero a veces, ¿entiendes? no todo es bonito. ¿Es bonito que tu padre se vaya de putas? Tan cristiano dices que eres, y ¿qué hay de la Justicia Divina? –Daniela, cerró su libró, enfadada, y golpeó con él a Jaime, que, aferrado a la mochila a la que se mantenía abrazado, no se atrevió a quejarse, y de alguna manera de que sólo su rostro de asno conocía, agachó las orejas. Permaneció sentado, mientras le miraba el culo a Daniela –esa noche le parecía toda ella una desconocida; su culo también le resultaba un extraño- que se había levantado del banco de piedra en el montaban guardia frente a la puerta del Golden.

Estaba muy enfadada. De alguna manera se había enterado de que su padre estaba allí dentro y quería matarlo. Jaime, novio de Daniela y demasiado mayor para seguir en su cargo de monaguillo, pero indeciso a la hora de entrar en el seminario era incapaz de negarle nada; y allí se encontraba -con una pistola en una mochila y el crucifijo que esa noche no se atrevió a colgarse del cuello, en el bolsillo- incapaz de negarle nada a la colegiala que en el confesionario le había dicho que quería entrar, follarlo y hacerlo rebuznar de placer.

Su rebuzno fue largo tiempo comentado en el colegio de monjas, y tras largas y tortuosas explicaciones, en las que no dudó en invocar al Espíritu Santo, a una Revelación, le dejaron seguir ejerciendo.

-¡Atento, Jaime! Sale alguien…

Torpemente, abrió la mochila y sacó una pistola con silenciador , nervioso.

Torpemente, bandeando, Jabo el Jevo, salió del Golden.

Jaime, miope sin gafas, apuntó a la sombra que caminaba con dificultad hacia algún lugar del aparcamiento. Su blanco era lento, pero su andar alcohólicamente dubitativo; una mancha borrosa y oscura que caminaba haciendo eses. Disparó.

La sombra de Jabo dejó de verse.

-¡Para, para, para! ¡Para, que ese no es mi padre! Idiota. –Daniela gritó todo lo que se puede gritar a media voz. Parecía haber reconocido la sombra de Javo poco antes de que desapareciese entre los coches aparcados, y de tres rápidas zancadas se allegó a donde estaba Jaime y, tras una bofetada, le quitó la pistola y la devolvió a la mochila- ¡Mira que eres tonto! Joder. Hay que escapar, Jaime, joder. Vete, vete.

Jaime huyó a la carrera y se perdió en la oscuridad de la noche.

Daniela, se marchó, a pie, paso lento, para, de camino, calmarse y pensar.

Pensar mucho.


sábado, 2 de agosto de 2008

Semana Musical (Sábado) Running Wild: Marooned

Running Wild…corriendo salvaje…como un cochino jabalí…oink, oink…Los “Piratas del Metal”, sin salirse de su característico estilo, son enormísmos: “Marooned”. No sé de qué película son las escenas que ilustran el vídeo, pero éstas, son de piratas, y es suficiente, al menos, para mí.

viernes, 1 de agosto de 2008

Semana Musical (Viernes) Bon Jovi: You Give Love A Bad Name

¿¿¿Acaso pensabais que no iba a poner a Bon Jovi??? Vale, en este video Bon Jo no vuela como en Livin’ on a Prayer, pero la canción es igual de buena. Venga, ¡todos a aprenderse la letra, si es que aún no os la sabéis!

jueves, 31 de julio de 2008

Semana Musical (Jueves) Avantasia: Sign Of The Cross

Me da la impresion (y no tengo ganas de investigar) de que no hay muchas oportunidades de ver a Avantasia en directo debido a la multitud de músicos que en ella participan, pero a veces, se juntan y dan espectáculos de esta talla: Tobias Sammet junto a Shaman (el grupo de Andre Matos –vamos, el que era cantante de Angra-) cantando una canción que me parece de las mejores de Avantasia: Sign of The Cross.

Noticias, noticias: por lo visto Edguy espera publicar nuevo disco a lo largo de este año. Una especie de continuación del anterior disco (Rocket Ride), que me parece un disco de transición entre el power al que nos tenían acostumbrados y el hard rock. Ninguna de las opciones me disgustan, pero, ojalá que no sea otro disco de transición entre estilos...por muy buena que sea "The Asylum".

miércoles, 30 de julio de 2008

Semana Musical (Miércoles) Stratovarius: Hunting High and Low

¿Stratovarius? No me resultan simpáticos, sin embargo “Hunting High and Low” es grandísima. Weeee are huuuunting hiiigh and looooow

Hace un tiempo, en Furia Asgardiana, podíamos leer que Stratovarius se separan (otra vez). No se llevaban muy bien, por lo visto...Hace unos añitos, antes de la breve etapa de Miss K (o algo así), uno Stratovario le había meado a Tolkki (guitarrista y líder de la banda) durante una actuación...supongo que entre meadillas yroces se ha forjado esta última separación.

martes, 29 de julio de 2008

Semana Musical (Martes): Heavy Metal Universe Vs Metal is Forever

Para esta entrada quería que apareciesen el siguiente listado de canciones: Heavy Metal Universe (Gamma Ray) , Heavy Metal is the Law (Helloween), Heavy Metal Heart (Gaia Epicus), Metal Hymn (Heaven’s Gate) Heavy Metal Powered Man (Iron Savior), Metal Crussade (Crystal Eyes) y Metal is Forever (Primal Fear), . No he encontrado todos los videos que buscaba o los que encontraba no me gustaban lo suficiente, así que pondré sólo pondré dos de ellos (qué triste).

Heavy Metal Universe (Gamma Ray): El siempre grande Kai Hansen (que nadie se pierda su etapa en Iron Savior)



Metal is Forever (Primal Fear):

lunes, 28 de julio de 2008

Semana Musical (Lunes) Alice Cooper: Poison

Queda inaugurada la semana musical con este primer vídeo: "Poison" de Alice Cooper. Es la primera canción que escuché de él y desde entonces me encanta. Y de paso que hablo de Alice Cooper, creo que es necesario señalar su participación en el Avantasia III (Lost in the Space) con un grandísima canción llamada "The Toy Master" en la que el peso vocal a lo largo de la canción recae en él, si bien, al final, también canta Tobias Sammet.



I wanna love you but I better not touch (Don't touch)
I wanna hold you but my senses tell me to stop
I wanna kiss you but I want it too much (Too much)
I wanna taste you but your lips are venomous (Poison)
You're poison running through my veins
You're poison, I don't want to break these chains

miércoles, 23 de julio de 2008

Jabo, el jevo III

Con calma, en el discreto aparcamiento próximo a la también discreta puerta del Golden, fumó un cigarro mientras su mirada se balanceaba desde su moto al puticlub, y del puticlub a la moto. Eran mucho más bonitos con el humo como filtro y la luna en lo alto. La próxima que se fuese de putas llevaría la cámara de fotos para el momento del cigarro, o para lo que se le ocurriese.

Borracho, subió a la moto. Tenía ganas de correr y de ser uno más entre los haces de luz que los fotógrafos capturan en sus lentos objetivos; no correr, no correr… ¿para salir bien en la foto? Las fotos nacen muertas pero los haces de luz, viven aunque sólo sea un instante.

“Sabes que estás huyendo hacia delante, ¿no?” Con un café en la mesa y a media tarde, esas palabras le habían parecido inofensivas, pero desde entonces no habían salido de su cabeza. “Puede ser. Pero como no sé de lo que huyo, seguiré así. Hasta que me estrelle de nuevo.”

“Tú mismo”

“Yo mismo”

Y aceleró. Bandeaba entre los carriles, adelantado. Los radares lo fotografiaron varias veces sin identificarlo; y años más tarde sus fotos aparecerían en los anuncios de la Dirección General de Tráfico.

-Jabo, vienes hecho un pincel, ¿eh? – el mundo de Jabo se había convertido en un helicóptero cuya hélice giraba cada vez más a prisa, a punto de despegar. Dejó la moto junto a sus queridos yonkis de confianza y vomitó.

-Cállate, yonki.

-Tranquilo, chaval. Que sepas que la hija del gordo nos ha preguntado por ti –dijo el amigo de Franky, incorporándose levemente entre los cartones. Franky ya dormía.

-¿Sí?...pues si supieras dónde he visto a su padre…

La respuesta no llegó a sus oídos, pues ya había entrado en el edificio. La opresiva luz amarilla del ascensor le recordó que aún tenía las gafas rey-ban que le había regalado Daniela. Se las puso. El espejo le devolvió la visión de una fregona negra con gafas de sol, y, contento con el resultado, pulsó el botón que lo llevaba al piso de la niña que tanto decía saber del kamasutra.

El rellano estaba oscuro, como, afuera, también lo estaba la noche; sin considerar la hora, timbró. Una, dos, tres veces. Le gustaba el sonido de ese timbre. No tenía nada que ver con el suyo, que parecía aullar. Ding, dong. Elegante.

-¿Sí?

-Emm… ¿Su hija? Daniela… ¿no está?

La señora que se había asomado a las escaleras no parecía muy cómoda Jabo delante ni con lo que éste le preguntaba.

-Sube a tu piso, delincuente, antes de que te llame a la policía.

-Sólo quería ver a su hija…

-Que llamo a la policía, ¿eh?

-¿Ah, sí?

-Sí

-Pues su marido está de putas –y, dándose la vuelta, mientras subía a su pequeño ático por las escaleras, rió entre dientes su pequeña maldad.


viernes, 18 de julio de 2008

Eureka (30ª Edición Villa de Madrid)

Hace ya unos meses Eureka publicó su segundo disco, que lleva como nombre el del grupo; Entre unas cosas y otras, lo fui dejando y no publiqué nada de él, pero, como cualquier momento es bueno para recordarlo, es tan válido que lo publique ahora, como antes, jeje!

No hace falta decir que el rock español (que para mí es todo un estilo de por sí) no es mi género favorito, pero sí que hay grupos que por hacer de él algo distinto, bien por su música o por sus letras, me encantan. Y Eureka, aparte de que son colegas, creo que lo hacen realmente bien, en letras y en música; prueba de ello es que ganaron dos premios en la final de la 30ª Edición del Villa de Madrid (quedaron de terceros, y Javi, fue nombrado mejor guitarrista del concurso). Además, han endurecido bastante su sonido, con lo cual da mucho gustito en las orejas...”Ganas”, “Magnífico”, “Inútil”…si tuviese que elegir tres canciones de este último cd, serían esas, pero el disco entero merece la pena. Muy bueno, muy bueno.

Tengo entendido que ahora les pagarán una minigira por España así que espero verlos, y que vaya mucha gente allá donde actúen, porque se lo merecen.

El nuevo disco, para quien le interese, se puede bajar desde su página web (para la que tengo un enlace arriba a la derecha) o pedírselo a la cuenta de correo electrónico que aparece en su página, y por 5 euros más gastos de envío te lo mandan a casa.

Enhorabuena de nuevo, lo estáis haciendo genial.

miércoles, 9 de julio de 2008

Ser un nombre

Una lámpara y su desenfocada media luz sólo eran sólo la mitad del billete que necesitaba para viajar al corazón del remolino que se formaba en su cabeza, mientras, en la mini cadena, un cedé virgen giraba absurdamente rápido. El otro medio billete consistía en tumbarse en la cama -ojos entreabiertos; desnudo- y dejar que el aire que entraba por la ventana lo mantuviese asido, suave pero firme, a la realidad.

Rápidas, imparables…las vueltas del remolino succionaban la nada de humo octarino de su alrededor, y, con ella, arrastraban todo cuanto pensamiento consciente se acercase a la espiral onírica. Fue uno de éstos el que lo guió por el oscuro mundo del centro del tornado, donde velas perezosas con apenas luz y cortinas que descendían desde una altura inapreciable, parecían ser las únicas habitantes.

De entre las sombras –o quizá, de entre las cortinas- una mano apareció y le hizo señas para que se acercase.

Ven.

Una voz femenina y sugerente lo atrajo y no fue capaz de resistirse.

-…

-¿Mi nombre?...no lo recuerdo…no lo recuerdo...no sé...

-…

-…pues si no es mi nombre lo que quieres saber, no te entiendo.

-…

-soy…soy…tengo sueños, sentimientos, aficiones…

-…

-¿tampoco es eso?

-…

-…puede que tengas razón; puede que más que “ser”, simplemente “estoy”…

miércoles, 2 de julio de 2008

Menguaciente II

Menguaba entonces lo que antes era grande, y crecía después lo que entonces era pequeño. La ciudad se había contagiado por completo y ya no sólo el hombre y el perro menguaciantes crecían y menguaban a intervalos regulares: los pájaros en sus nidos, los árboles del parque, gente menguaciente por doquier…hasta los microbios del aire eran meguaciantes; eso era lo más molesto: enormes y horribles bichos surgían de la nada, suscitaban una marea de gritos, y desaparecían segundos más tarde, reducidos a una miserable parte de su anterior tamaño natural.

El primigenio hombre menguaciente acariciaba la, en ese momento, minúscula cabeza de su perro, con preocupación mientras una cara se asomaba y miraba al interior del noveno piso en el que vivía. ¿Había sido el causante de este estropicio en la ciudad? No lo sabía, y los microbios e insectos, intermitentemente gigantes y minúsculos no le ayudaban a pensar.

Mientras le tocaba menguar a él, pero su cabeza se agigantaba, corrió hacia la cocina y saltó al interior de la primera botella de cristal que encontró. Su cabeza, un tapón en la boca del recipiente, tras ofrecer alguna resistencia, cedió como plastilina hasta encontrar un gigantesco encefalomorfismo capaz de adaptarse y compartir el espacio de cristal junto a su pequeño cuerpo. Y allí se quedaría hasta que la situación se arreglase. Cualquier hombre menguaciente hubiese hecho lo mismo, era lo más lógico; pero su perro no parecía entenderlo y, después de mirarlo embobado allí dentro, chuperreteó la botella, sluuuurp, sluuuuuurp.

El hombrecillo gritaba y gritaba, y su cuerpo crecía y crecía mientras su cabeza menguaba…y la botella reventó en una nube de trozos de cristal…

…Y el primigenio hombre menguaciente despertó, en la tranquila realidad en la que todo tenía su propio tamaño, excepto él y su perro.

Qué felicidad.


De este libro "Xiganano, ¿onde estás?" de Antón Cortizas saqué la idea del hombre menguaciente, aunque no tienen mucho que ver, ni lo mencionan en ningún sitio al "hombre menguaciente". Xiganano era gigantesco unos días y minúsculo, otros, y siempre contaba unas buenas historias. De pequeño, me encantaba. (el original está en gallego, no sé si lo han traducido al castellano)

miércoles, 25 de junio de 2008

Jabo, el Jevo II

El timbre que despertó a Jabo el Jevo no sonaba ding-dong como a todo narrador le gustaría, sino que más bien era una especie de ladrido eléctrico de perro rabioso al que le quieren robar un hueso a medio roer. Era sábado. Por la mañana. Y aunque no había adelantado ni atrasado la hora de su despertador en los últimos años, calculó –no en base al sol que entraba en tromba por la ventana, ni tampco porque su cuerpo le dijese que había descansado más o menos de lo habitual, sino por la lúcida intuición con la que a veces son bendecidos los que sufren resaca- que debían de ser las once.

Ya había callado el timbre, pero su cerebro, todavía lento, era incapaz de asimilarlo y como castigo, sufría los sarnosos mordiscos del perro eléctrico.

No había mucha distancia que recorrer desde el dormitorio hasta la puerta pero el ridículo pasillo se le hizo eternamente igual de largo que cualquier mañana de fin de semana. Poco antes de abrir se miró en un pequeño colgado en la pared, y comprobó que su rostro reflejaba a la perfección lo mal que se sentía “¿Qué espejo del alma ni que cojones? ¿Qué sabrás tú?”. Abrió la puerta, enfadado.

-¡Hola!

Sin uniforme, de la única forma que había sido capaz de imaginársela, era desnuda, por lo que, en vaqueros y con una camiseta que rezaba “boobs incident”, apenas podía reconocerla. Fue entonces cuando se dio cuenta de lo mucho que se puede llegar a endurecer un pensamiento. También recordó que estaba desnudo.

-…eh…mm…hola –Jabo entrecerró la puerta y asomó su desgreñada cabeza al rellano de las escaleras.

-Bonito pijama –sin duda, la situación le parecía muy divertida, porque no paraba de sonreír- a ver si me hago con uno de esos –se echó a reír.

Entrecerrados los ojos, trataba de acostumbrarse a la desinhibida luz de las escaleras y la desinhibida vecina que parecía haberle timbrado para nada. Volvió sus pasos –chof, chof, chof, chof- hacia el dormitorio para enfundarse unos calzoncillos y desde allí gritó:

-¿Querías algo o qué?

-Me llamo Daniela.

-Ah, qué bien.

-¿Y tú no tienes nombre?

Ya en la puerta, todavía a medio hibernar, Jabo el jevo, dijo que a las once de la mañana no tenía nombre y que probablemente a las doce tampoco; que a esas horas dormía o follaba, pero siempre sin nombre y sin preocupaciones.

-Vale, vale –se echó a un lado el pelo y sin perder la sonrisa, metió las manos en los bolsillos. Estaba guapísima, la muy lolita. Jabo decidió que el sufrimiento que la luz inflingía a sus retinas, quizá mereciese la pena – Vale. Bueno, te quería decir que, bueno, que ayer, como no podía dormir pues me acerqué hasta tu puerta y…

-¿¿Qué??

-…y que sepas que desde tu mirilla se ve perfectamente hacia dentro. Tu habitación también; y vi qué se te caían las gafas de sol y te enfadabas mucho…también vi lo después, ¿eh? –le guiñó un ojo- así que esta mañana le compré éstas a uno de esos negros que venden un montón de cosas por la calle. Toma, para ti. Para que no te quedes ciego –Rió. Y sacando de su bolsillo trasero unas gafas de sol rey-ban, se las dio, orgullosa de su buena acción del día y contenta por ver una buena erección mañanera.

-En fin, gracias, Daniela. –tomó las gafas, sin saber muy bien qué hacer con ellas.

-A ti, a ti, ¡jaja! ¡En cuanto me des una vuelta en tu moto quedamos en paz!


domingo, 22 de junio de 2008

La Máquina

Hacía tiempo que buscaba este correo en el que les contaba a unos amigos un invento que se me había ocurrido la noche anterior. Seguramente lo habré borrado sin darme cuenta, y ya lo daba por perdido, pero los amigos, entre otras cosas, están para recuperar los correos que pierdes, o dibujarte un metalsaurio a las tantas de la mañana en una servilleta. Bueno, aquí está (no va por nadie en concreto y aunque lo pudiera parecer, tampoco contra un colectivo, así que, ante posibles enfados, aconsejo calma y mente abierta):

“ayer de noche como me costaba dormir estuve pensando en cómo construir un aparato lanza-gordos (mira qué cosa, ayer no se me ocurrió una catapulta, que también sería coñera):

mi idea de lanzamiento de gordas (al principio era de gordas) consistía en lanzarlas al estilo de los lanzadores de martillo en las olimpiadas; pero claro, con una vaca-burra en vez del martillo no se puede coger la energía centrífuga suficiente para lanzarla, al menos, con la fuerza de una persona; la solución sería atarla con una cadena a un eje central mecánico (del que saldría una tubería metálica con un enganche para la cadena de la gorda) que le diese vueltas hasta que pillase algo de vuelo; para que la gorda no arrastre mientras no coge la energía suficiente habría que sentarla en un monopatín (dios, que risa) desnuda, para que sea más hilarante, si cabe. La tubería tendría que ir subiendo a medida que coge velocidad para que suba la gorda con ella, y cuando estuviese a una altura de unos 5 metros, soltar la cadena y que se vaya la gorda volando.”

martes, 17 de junio de 2008

Jabo, el Jevo

Un silencio incómodo –silencio de ascensor- reinaba en uno de los pocos edificios con ascensor de la parte vieja de una ciudad costera, y en sus diminutas dimensiones ponía cara a cara a dos vecinos que de no ser allí, no se hablarían en la vida. Cualquiera que no los conociese podría decir que eran dos hermanos que al caer la noche volvían juntos a casa, y si ese cualquiera forzase la imaginación diría que él –melena oscura, gafas de espejo, chaleco y pantalones vaqueros- venía de buscar a su hermana pequeña –morena también, uniforme colegial con escudo inglés bordado y un libro de grandes dimensiones entre los brazos- de la biblioteca, y, sin embargo, se equivocaría, porque la única relación que había entre ellos era que el dormitorio de ella estaba justo debajo del de él.

-Mi padre dice que eres un maleante, pero no le creo.

-Vaya. Gracias –trató de componer una sonrisa. Su vista cayó de la cara de la chica al escudo de su colegio, estratégicamente bordado sobre el prominente pecho izquierdo. Ella se dio cuenta.

-¿Sabes? Creo que eres muy guapo –ahora le tocaba sonreír pícaramente a ella, dejando entrever su dientes blancos.

-Niña… ¿cuántos años tienes? No, mejor… ¿eres mayor de edad?

-Me falta poco… pero ya se la he chupado varias veces a mi novio y, mira –abrió el libro, un kamasutra ilustrado, por el principio y señalando orgullosa las primeras fotografías- ya dominamos…

En ese momento se abrieron las puertas del ascensor y en la mortecina luz del descanso apareció un señor orondo –gorda su cara, gordas sus orejas, su nariz y el bigote bajo su nariz. Gordos también sus dedos- notablemente enfadado que parecía acercarse desde la ventana. Comenzaba a rugir, cuando la voz de la pequeña lo interrumpió.

-Hola papá. Se me ha hecho tarde en la biblioteca –salió del ascensor, camuflando de nuevo la portada del libro entre sus brazos y volviéndose para guiñarle el ojo a su compañero de ascensor.

Los gruñidos del hombre-grasa se apagaron al cerrarse la puerta del ascensor. El del pelo fregona se recostó contra el espejo durante el poco tiempo que tardó en subir un piso, para luego, al salir, dejar escapara un suspiro. A tientas, en la oscuridad, buscó el interruptor, sin encontrarlo. Rió por lo bajo –su torpeza, cuando el alcohol en sangre le permitía verse en tercera persona, le producía gracia- y, también a tientas, llegó a su casa.

“Hay que joderse” pensó, Jabo, mientras la calavera que usaba a modo de cenicero, descansaba sobre la mesilla de noche y no apartaba sus cuencas vacías de él. Se asomó a la ventana para olvidar el olor a tabaco y alcohol que lo impregnaban siempre que a la salida del trabajo le daba por pensar demasiado. “Quizá sea cierto lo que decían en el bar” pensó “Quizá, si digo tres veces el nombre de la tía a la que quiero, a medianoche y con una balada de X-Japan de fondo, se aparecerá ante mí”…una, dos…y una ráfaga de viento le robó las gafas, lanzándolas a la noche.

-¡Joder, joder, joooder!.

Y fue así, que Jabo, el Jevo, decidió tumbarse en cama, y masturbarse con la primera imagen que le viniese a la mente, que no fue otra que la de un escudo colegial bordado en un jersey.

viernes, 13 de junio de 2008

Bulldozer

-Si dependiese de mí, os mandaría a todos a la calle y con una patada en el culo. No hacéis más que cobrar y meteros en el cabeza mierda sindical y fútbol.

La situación estaba difícil en la empresa. Esa mañana, cuando el encargado llegó, su habitual cara de cenutrio estaba cruzada por unas cuantas arrugas en la frente. Más tarde, supe porqué: había pasado la noche tratando de memorizar conceptos difíciles, como “eficiencia”, “reducción de costes” y “expediente de regulación temporal”. Pero su cabezota era incapaz de asimilarlos y tuvo que recurrir a leer la nota que la gente de arriba le había pasado. Total, para nada, porque, en su apuro, dejó de lado la nota y no paraba de gritarnos y de mandarnos a tomar por culo.

Al final, incómodo, rezongando entre dientes dijo que le hacía falta alguien capaz de conducir un bulldozer. Pero que éramos unos inútiles y que seguramente ninguno de nosotros sabría.

La única complicación que encontré para obtener la licencia de conducir bulldozers fue la de reunir el dinero necesario para comprarla. No tuve más opción que recurrir a mis amigos…muchos de ellos, en la misma situación que yo...no buscaban una licencia para bulldozers, pero también vivían escasos de dinero…cosas de un barrio obrero. El caso, es que reuní el dinero. No estoy orgulloso de los métodos, claro, pero afortunadamente, la vida, y el mundo, dan muchas vueltas y, lo que no se perdona, se olvida.

Ahora, soy conductor de bulldozers: Destrozo y empujo lo que se me ponga por delante –lo que mi contrato dice que está delante-; pero algún día, destrozaré y hundiré el palacio en el que vives porque, aunque nacimos iguales, a ti te llevaron a casa en limusina y a mí, a pie. ¿Y sabes qué es lo mejor? Que sé que no es tu culpa. Pero a lo mejor sí lo fue de ese cro-magnon pariente tuyo, que, siendo el mono más fuerte, decidió que el oro era bonito y era suyo.

Quizá tampoco fuese culpa de ese simio imbécil, sino del azar…o de alguien de más arriba o más abajo.

Pero ahora, el bulldozer lo tengo yo.