lunes, 15 de septiembre de 2008

Mater Cabra

(Historia para El cuentacuentos que toma como principio -son normas- la frase sugerida, en esta ocasión, por Brian Edward Hyde. Va en cursiva la frase)

Todo comenzó cuando Blanquita se comió a sus cachorros para regurgitarlos luego en forma de monosabios parlanchines. A partir de ahí el cambio en la vida Blanquita –que como su nombre indica, era una cabra- y de sus cabritillos, fue radical: no sólo dejó de entender lo que sus hijos decían, sino que desarrolló un sentido del ridículo que la llevaba a avergonzarse del cencerro que colgaba de su cuello y a sentir violada su intimidad al ser ordeñada; por otra parte, sus regurgitados descendientes sufrían en la escuela el tormento de ser señalados y oir canciones que decían más o menos así: “el hijo de la cabra no sabe cantar, le dices que cante y se pone a balar”.

“Familia monoparental de características no tipificadas por ley alguna” Ese fue el argumento esgrimido por la Administración, en un impreso que Blanquita se comió, para no concederles ayudas. Así estaban las cosas, cuando, al poco de partir los hijos del hogar familiar, a mater cabra la metieron en una caja de madera y la subieron a un avión.

Se durmió.

Cuando volvió en sí, todo lo que la rodeaba le resultó extraño: Un grupo de hombres fornidos y con patillas la rodeaba con curiosidad y respeto. A lo lejos sonó una corneta.

-¡Dejad de mirar a mi madre, imbéciles!

Y así fue cómo Blanquita llegó a ser mascota de la Legión.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajajajajaja...... me ha encantado, no sé si tu intención era hacernos reir pero en mí lo has hecho, te pido disculpas si te ha molestado.
Me parece una historia increíblemente bien contada y con es ironía que a mí me encanta y yo no sé reflejar cuando escribo.
Enhorabuena.
Saludos

Rebeca Gonzalo dijo...

Corto, divertido, imprevisible, desconcertante, pero vamos que me ha encantado... ¡Chapeaù!

Anónimo dijo...

Di que sí,faltaba el novio de la muerte para tener el cuadro completo :) Ya era hora que alguien reparara en la cabra de la legión!
Esto me recuerda que hace tiempo con una cuentacuentos nos dio por la paranoia de la conspiración del Perejil y la cabra xD
Muy bueno e ingenioso corto el que has escrito!
Un abrazo

Anónimo dijo...

¡Qué locura!

Ha sido toda una sorpresa, aunque claro, si empieza regurgitando y todo eso, normal... jejeje

Un saludo

Metalsaurio dijo...

Muchas gracias por pasaros por aquí y por los comentarios :)

No pretendía ser una historia seria, así que no tienes porqué disculparte María José!

Alguna explicación "razonable" había que darle a la cabra de la legión, ¿no? :) Una pena que no la hubiesen enviado también a Peregil, jeje!

Saludos!

Lady Nerón dijo...

A veces siento que nos tomas el pelo con este tipo de historias. Triste vida la de la cabra de la legión...
Sublime e impecable en redacción, me ha encantado.
Saludos.

Anónimo dijo...

Es realmente bueno:)

Metalsaurio dijo...

Una vida triste, sí :) Pero mira, al final encontraron solución a sus problemas, jeje!

Rebe, qué sorpresa ver un comentario tuyo :)

Me alegro de que os haya gustado.

Saludos!

Pedro dijo...

Jajjajaja Lo mejor el final. Quizás el absurdo hubiera sido más bueno con un par de pinceladas de realidad como contraste. En cualquier caso muy gracioso.

Un saludo,


Pedro.

Anónimo dijo...

¡CHAPEAU!

Es para quitarse el sombrero. ¿Qué más voy a decir? ;)

P.D. Además, el comentario de Ninive me ha hecho remontarme a unos dos años atrás y recordar mil y una cosas. Inevitablemente, ya tengo un buen par de razones para sonreir durante el resto de la mañana.

Un saludo!

M. J. Santa Martina dijo...

Muy bueno. El comienzo no te depara el final, que te sorprende. Un saludo

[ кeя ] dijo...

jaja la vida de blanquita... anda que no tener en cuenta los sentimientos de una cabra cuando se la ordeña...

Metalsaurio dijo...

Graccie, Graccie! :)

Si es que nadie se preocupa por los sentimientos de las cabras...

Anónimo dijo...

Hola cometripas.Soy el fisio bluesero.Joder qué clase tienes escribiendo!.Perdona el retraso en el comentario.Que tal un relato inspirado en un centro de rehabilitación situado en una plaza donde cruzan 4 caminos?.Saludos y no dejes de escribir.

Metalsaurio dijo...

Cuánto tiempo!

Me alegro de verte por aquí! Me bajaré el disco que recomiendas y luego te cuento :)

Gracias por los ánimos, hombre.

Un abrazo.