martes, 30 de diciembre de 2008

2007 - 2008 = -1

Por estas fechas hace un año, exactamente en Nochevieja, preguntaba el tecnomono con una exquisita educación impropia de él: “¿Qué balance haces del año que termina?” y su cara, no sólo parecía fingir que le interesaba la respuesta, sino que, de hecho, parecía importarle. Por supuesto, no era así y a la que se le ocurrió responder en primer lugar para contarnos que había tenido un mal año, el tecnomono, al que, en el fondo, reconozco que lo aprecio aunque no lo demuestre, cortó la conversación con un “me estás rayando”. Es decir, que yo no iba desencaminado cuando propuse atarlo a un palo en una montaña muy alta hasta que se aprendiese el libro de educación y modales básicos para andar por ahí. Sin embargo, su pregunta, se le ocurriese a él o no, es importante hacérsela a uno mismo al terminar un año y pensar un poco adónde te lleva el camino por el que vas en la vida (qué profundo…).

Y ya que el año pasado (2007) preferí no hacerlo, aprovecho este año (2008) para repasar estos últimos 730 días. De hecho, pocas diferencias ha habido y apenas he notado el tránsito de un año a otro, si bien, el cambio desde principios de 2007 a finales de 2008 es enorme. No es lo mismo trabajar (rodeado de buen rollo) como becario en una ciudad lejana a que te hagan la vida imposible, ya con un contrato -de horarios absurdos que secuestran tu tiempo- en otra ciudad ya más cercana. ¿Y por qué no es lo mismo? Pues porque el mundo laboral siempre está dispuesto a recibirte con la mano abierta, y no precisamente para estrechar la tuya. No explayaré ahora mis ideas acerca de una sociedad que se ha esclavizado a sí misma, sólo diré que no puedo sentirme cómodo cuando al llegar a casa sólo tengo el “residuo del día” que apenas puedo disfrutar porque estoy demasiado cansado. Para ser algo positivos: ahora que he conseguido que me hagan la vida imposible en otra empresa (mucho menos que en la anterior) he ganado bastante más tiempo, pero bueno, obligaciones, que no viene al caso comentar aquí, tampoco me dejan tiempo, y eso, ya no es problema de las empresas, si no que es cosa mía y de cómo gestiono mi ocio (algo que he de mejorar mucho)

¿Qué más cambios importantes ha habido desde principios de 2007? El nacimiento del blog. Del Metalsaurio. Y eso, es muy importante, al menos para mí, ya que con él empecé a escribir relatillos –y a escribir, en general, ya que antes sólo escribía cuando tenía la típica necesidad estudiantil, laboral, o simplemente tenía que anotar algo- y a dar salida así, a ideas e historias que me vienen a la cabeza y luego se escapan si no las plasmo, o a veces, no se van, y molestan hasta que quedan escritas. Y bueno, pese a que, como he dicho, el blog es un vía de escape más, siempre se agradece que la gente lo visite, por lo que, una vez más, a los habituales, gracias.

¿Qué más, qué más? ¿Propósitos para el año que empieza? Los hay, los hay. Y si ven la luz, os lo haré saber.

Y ahora, algo no previsto…dedicaciones de canciones para los habituales (idea copiada a Grilo do Demo):

Para los Eurekos, ya que van a ser teloneros de Mamá Ladilla: Cunnilingus post mortem de Mamá Ladilla:




Para Grilo do Demo, The Decaying Doctrine, de Kiuas:



Para Cryingmonster, Heading Northe, de Stormwarrior:



Para Ker, Xai y Lady Nerón, Blood Bound, de HammerFall:



Para Fran y Milo…para vosotros la versión de Smoke on the water de Deep Purple (ccon Dio y orquesta), que seguro que la vais a odiar…pero no sé qué poner:



Para Sechat y NityaYang y no metálicos: Life is wonderful, de Jason Mraz



Para metálicos en general (lo que todos estábamos esperando) SEND ME A SIGN de GAMMA RAY:



FELIZ AÑO A TODOS LOS QUE OS LO MEREZCAIS.

Ah, y un besito para Patricia Conde.

martes, 23 de diciembre de 2008

Quedar bien Vs Quedar mal

Al igual que cuando hace unos meses publicaba aquí una serie de palabras bonitas para utilizar llegado el momento, mantengo mi compromiso de velar por las buenas maneras del mundo masculino (a ver si así, ligamos un poquillo). Os dejo dos ejemplos sobre cómo manejar la misma situación. Elegid vosotros cuál es el bueno.


Opción A:

-Anoche soñé contigo

-¿Sí? ¿Y qué pasaba?

-Apenas lo recuerdo. Sólo sé que era bonito…y muy breve.


Opción B:

-Anoche soñé contigo.

-¿Sí? ¿Y que pasaba?

-No mucho, sólo te tocaba las tetas.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Epílogos (Thalia VI)

Este relato lo he escrito como epílogo de Thalia, relato de Ker, y, en él (no en la parte de Ker, sólo en la mía) participan algunos personajes que han aparecido más de una vez en mis historias .

Besaba el rojo el suelo alfombrado sobre el que Dylan –todavía sus labios ensangrentados- balanceaba su mirada desde los orificios del cuello de Thalia hasta la sombra negra y humeante en que la que se había convertido el cuerpo del dos veces muerto Axel. Desde el ventanal en el que se acodaba, la inmortalidad vampírica parecía un chiste con dos –si es que Axel aún podía considerarse así -cadáveres pálidos en el salón y con más de una docena de vampiros –suponía que- churruscados, en el piso inferior.

En cuatro pasos, se colocó ante el sofá sobre el que, por primera había probado la sangre de otro vampiro y, procurando olvidar el regusto a sangre seca y muerta –nada que ver con la de los humanos, llena de vida- de Thalia, apartó su cuerpo para alcanzar la daga que había hecho desaparecer en cenizas al que consideraba su padre en el oscuro mundo de después de media noche. Brillante la daga, reprimiendo el deseo de clavarla en el corazón de la joven, la colocó entre el cinto y el pantalón; y, en deferencia a lo que bien podría haber sido mentira “No acabé contigo cuando no eras más que un niño, y mantengo mi sentencia.”, trató de componer el cadáver en la pose que juzgó más digna.

En la otra punta del salón, los restos de Axel ya no humeaban, pero sí desprendían olor a cerdo quemado. Se avergonzó Dylan de que viniese a su mente tal imagen, y mucho más culpable se sintió cuando se imaginó a un gorrino chillando de dolor a causa del fuego y una risilla alegró su rostro lo suficiente como para formar en su boca una sonrisa platanesca.

-Joder, Franky, vaya mierda, tío. Tío, tío, tío. Todos muertos.

-¿Ñgg?

Procedentes de las escaleras, dos voces drogodependientes y familiares al oído de Dylan avanzaban dando tumbos y gritos de sorpresa. Ya en el salón, uno cayó como un peso muerto y dijo “ñg” y la nariz del segundo asomó por la puerta antes de salir al descubierto para vociferar:

-¡Dylan, eres tú! ¿Qué coño es esto, tío? ¡Está lleno de muertos, joder! Mira, mira ahí hay otra…tío, tío… ¡qué mal rollo!

-Calla –la voz de Dylan desde el otro lado del salón sonó con eco lo que desconcertó a los recién llegados.

-¿Que me calle? ¿Pretendéis que vendamos vuestra mierda, que seamos discretos y hacéis esto? A la mierda, tío. ¿Dónde está el señor Axel? ¿Y quién coño es esta puta, joder? ¡Joder!

Dylan levantó una mano, indicando silencio y se dirigió con cautela hacia la puerta en la que se hallaban los yonkis, provocándoles, si cabe, más nerviosismo. “Silencio, viene alguien”.

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Sonó el teléfono casi de madrugada y una mano emergió de entre las sábanas para atender la llamada.
-No se preocupe. Voy para allá.
El lazo que unía a Mike con los nocturnos habitantes de una de tantas mansiones del barrio rico, se limitaba a un sobre repleto de dólares recogido en mano el primer día de cada mes, a cambio de estar disponible en cuanto recibiese la orden.
-Entendido.

Las seis de mañana era una hora tan buena como cualquier otra para atender los deseos de quien le pagaba un sueldo a cambio de un favor que hasta ese momento nunca había prestado. Todavía embotado por el alcohol, las sospechas que almacenó durante años acerca de la naturaleza del encargo, se materializaron en la educada voz de Axel al otro lado de la línea. “Seré yo quien te reciba. No quiero más sangre de la necesaria, pero si no la reconoces, asegúrate de que, al terminar, no quedemos más que tú y yo”.

“Qué hijo de puta” El chirrido de las balas de cabeza hueca al colarse en el tambor de la pistola parecían darle la razón. “Y yo, más”. El espejo, en el que sólo vivía la oscuridad de la habitación, desvió su mirada de reproche e hizo como quien no ve algo desagradable.

-¿Quién es la más guapa del reino?

Salió despacio del pequeño dormitorio, y, más que nunca, lo sintió ajeno; no cerró la puerta, tampoco la del portal

Y así, de par en par, fue como también lo recibieron las puertas de la mansión a la que acudía puntualmente el día uno de cada mes. Esta vez, el calendario marcaba un catorce.


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Los pasos en la planta baja pronto se convirtieron en un asenso silencioso por la escalera. Atento pero nervioso, Dylan, sólo había conseguido hacer callar por unos segundos los desquiciantes alaridos de los yonkis al amenzarlos con la daga.

-¿Un cuchillo? ¡Vamos, hombre, no me…

Un disparo cruzó el aire, interrumpió un sentido “no me jodas” y manchó de sesos a un vampiro incrédulo y a Franky.

-¿Ñg?

Incluso pálido para ser un vampiro, Dylan sólo acertó a balbucear el nombre que todos los meses escribía en un sobre lleno de billetes. Estaba a punto de comprobar que un balazo en la cabeza mata lo mismo que una estaca en el corazón.

-¿Mike?

Otras dos balas volaron y firmaron: THE END.

martes, 16 de diciembre de 2008

METAL TRIBE II

Por fin, el segundo acontecimiento más esperado del año después de mi excelente recopilatorio Metal Tribe: desde el Jardín Cucudrúlico, el Metal Tribe II -lleno a reventar de power más rápido, guitarras imposibles y coros infernocelestiales- se apoderará del mundo:

(pulsar sobre el nombre para la descarga)

Para los que no tengan la primera parte:

METAL TRIBE

y su enormísima segunda parte:

METAL TRIBE II

Que, sus señorías los disfruten.


miércoles, 10 de diciembre de 2008

Laberinto

A la misma altura desde la que caía la luz triste y gris en los días de invierno, se podía ver en la distancia un grabado circular, en cuyo interior, vueltas y recovecos parecían amontonarse en un laberinto; y allí, donde no más de dos rayos de sol coincidirían jamás juntos, ínfimos seres, inescrutables para cualquier miope, correteaban de un lado a otro, atropellándose.

-Vamos, deja eso. Tenemos que ir al oculista.

-Pero mamá…

-Vamos, te he dicho. Dáselo a tu hermano.

Fue entonces cuando, sin haber sonado ni una sola de las cuatro trompetas, la temperatura se elevó y los diminutos correteadores, que mientras morían churruscados gritaban “Apocalipsis”, nunca llegaron a saber que no eran más que el juego de un dios pequeñito y un hermano al que le habían regalado un mechero.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Te queremos, Pam

(Qué dilema: ¿hablar de Chimo Bayo y Paco Pil o de Pamela Anderson y sus novietes rockeros?)

Pam, Pam, cómo te gustan los rockeros, ¿eh? Más que a un tonto, una corneta. Eso está bien, así siempre tendrás una mínima y remota posibilidad conmigo. Supongo que ahora me preguntarás sobre mis discos...bien, Pam, mis discos...mis discos...en fin...lo que sucede es que soy un hard rocker star en potencia, ¿sabes? Y voy poco a poco. Estaría feo asaltar y dejar KO la escena musical de repente. Dame tiempo, dame tiempo.

Mientras tanto, vale...lo acepto...puedes seguir escuchando a Poison



o a Motley Crue



incluso a Kid Rock



pero nena, cuando publique mis discos, más te vale ser la primera en suplicar que, al menos, te mire.

¿Que si te llamaré? Ya se verá.