lunes, 12 de enero de 2009

Lepidópteros

Colaboración para elcuentacuentos . El relato comienza esta vez con una frase propuetsa por Juan Cuquejo (como siempre, en cursiva).

Una tras otra, las flores se fueron marchitando
para dar sentido a palabras como tiempo y como muerte; pinchadas sobre un corcho, las últimas mariposas de las que habían tenido noticia, descansaban con las alas abiertas a la vista de quien quisiese admirarlas.

-Lepidópteros. Un capricho para la vista.

Al otro lado de la ventana, rodeadas de frío blanco, las últimas flores comenzaban a apagarse como girasoles mareados. En la frontera interior del cristal, una mirada de cuatro ojos huía del museo de la naturaleza y abrazaba al vagabundo que en el parque nevado se interesaba por las flores. Eran pocas las que quedaban, apenas cinco, y, una a una, hechizadas por los cinco chasquidos de un guante sin dedos, volvieron a sonreír. Más satisfecha, aunque más sucia, fue la expresión del que las hizo volver. Un dedo alcanzó su sonrisa y pidió silencio a los cuatro ojos del museo.

-¿Mm?

- Lepidópteros. Las mariposas son lepidópteros.

-Ah. Sí, preciosas.

5 comentarios:

Pugliesino dijo...

sssshhh e hizo callar todo el campo,el vagabundo aleteo de la vida pasaba.
Es preciosa si :)

Rebeca Gonzalo dijo...

Me encanta como siempre, haberme pasado por tu rincón. Como suele decirse... "Lo bueno si breve, dos veces bueno" y tú cumples con creces ambos requisitos con esta historia. ¡Enhorabuena!

Anónimo dijo...

Muy curiosa minificción, me ha gustado.

Sara dijo...

Me has hecho ir a Google a buscar Lepidípteros (palabra que no soy capaz de pronunciar) para asegurarme de que no nos tomabas el pelo... ¿de verdad tienen un nombre tan raro las mariposas? genial descubrimiento!

Metalsaurio dijo...

jiojio! Yo también tuve que "documentarme" :)

Gracias por pasaros por aquí.