sábado, 7 de marzo de 2009

Algo huele mal en Satania, III

Un nervioso dedo acusador se deslizaba sobre el papel anaranjado, sirviendo de apoyo a unos ojos que parecían querer huir de su cara con más fuerza que el corazón de su pecho. La foto fija de las cotizaciones del día anterior lo había puesto al borde del infarto y, en esos momentos, la única inversión segura era el café solo –doble, por favor- y un croissant.

-Apestas.

No era tranquilizante escuchar esas palabras de quien desprendía un delicioso olor a perro sucio tan de mañana y cuyo pelo caía como una catarata negra. Sus palabras se perdieron en el pocillo del que bebía algo con la suficiente espuma para dejarle una pequeña huella en la nariz; de no ser porque al posar la taza sobre la mesa le hizo una seña elevando el pulgar y sonriendo, no se hubiese dado por aludido.

-¿Disculpe?

-Disculpo, disculpo, pequeña cucaracha. Pero no debería.

domingo, 1 de marzo de 2009

Como siempre

-Entonces, ¿somos una monarquía porque Franco lo decidió así?

-¡Hala, qué bruto! No, hombre. Que el Rey es muy majo.

-Ya, pero bueno. Hay más gente maja y no son reyes.

-Porque sólo puede haber uno.

-¿Y quién lo elige? Si no eligió Franco, ¿Quién lo eligió? ¿Dios?

-No, no. En la transición se pactó así.

-¿Y quién lo pactó? ¿Le preguntaron a la gente o algo? ¿Se presentaron más candidatos pero no estaban tan preparados como él?

-No, coño. Qué ganas de fastidiar. Lo decidieron entre los partidos que había votado la gente. Es como si la gente lo hubiese votado a él.

-¿Estás seguro de que es como lo hubiese votado la gente?

-Más o menos.

-¿Sí o no?

-Más o menos.

-Más o menos, no vale. Le dieron un cargo vitalicio y hereditario. Te lo podrían haber dado a ti.

-¿A mí?

-¿Qué méritos tiene él?

-Es un Borbón.

-Y tú un López. Él tuvo la “suerte” de nacer en una familia de reyes. A lo mejor el primer Borbón de todos los Borbones era el más listo, fuerte y guapo de su pueblo, y por tanto se merecía gobernar, pero todas esas cualidades no se trasmiten. Que le hagan un examen por lo menos, ¿no?

-Boh.

-Pues que convoquen oposiciones a rey.

-Boh.

-Joder. Pues que se ponga la corona y vaya vestido como un rey. Si es rey, que parezca un rey.

-Tío, el rey paró el golpe de Estado. No te pases.

-¿Entonces es rey por qué paró el golpe de Estado?

-Bueno, ganó simpatías.

-Pero si que si no hubiese un intento de golpe Estado, y aún sin simpatías, hubiese seguido siendo rey ¿te das cuenta?

-Qué pesado. Si no estuviese él, estaríamos en una República: un presidente y un primer ministro. ¿Sabes cuántos espectáculos dantescos se producen en situaciones así?

-Unos cuantos, supongo. Pero con un primer ministro llega, no hace falta presidente. Y en el caso de que también hubiese un presidente, lo habrían votado.

-¿Qué, una caña?

-Venga, va.