martes, 28 de abril de 2009

Bonnie, Grave y el Devora Peluches (La Línea Peluda)

Hará cosa de un par de meses en La Línea Peluda proponían a quien así lo quisiese, darle un nombre a los llaveros recién creados por la dueña de la página, Meritxell. En caso de que el nombre propuesto resultase elegido, llevarías como premio una de las camisetas de La Línea Peluda.

El caso, es que llegué a la susodicha página de casualidad y, nada más verlos, se me ocurrieron dos nombres: Skully, para la chica, y, Grave, para el chico






Finalmente, el “llavero chica” se llamará Bonnie y el “llavero chico”, Grave.

Es decir, que me tocó una camiseta…y, contraviniendo las normas de los concursos por Internet, me la enviaron. Todo un detalle.

Este es el Devora-Peluches, el monstruito que ilustra mi camiseta.



Gracias, Meritxell.

Para aquellos que estéis interesados, La Línea Peluda, dispone de una tienda on-line en la que podéis comprar cosillas.

jueves, 23 de abril de 2009

Cumpleaños Sáurico II

Alegres Hijos de Odín, hoy, día 23 de Abril, es el día del libro. Qué cosas. Me he enterado por un poster. Y, ahora que me doy cuenta, esta es la razón por la cual, hace unos días, estaban poniendo casetas en un parque no muy lejos de mi casa. Pues eso, feliz día del libro...yujuu...volteretas por aqui, saltos por allá y conteneos sexys y danzas rituales varias para celebrarlo.

Y no, ese libro que voy a escribir y me va a hacer rico aún no está escrito. Así que tendréis que pedirlo con más fuerza, gritar más fuerte hasta que se os oiga en el Valhalla.

Pero bueno, bueno, que me lío y no cuento lo que quería contar. La razón de ser de esta entrada es que se cumplen 2 años (y un mes) del nacimiento del Metalsaurio como blog, del Metalsaurio como personaje y del Metalsaurio como juntador de palabras.

En cuanto a todos aquellos que decidís pasar por aquí a leer un ratillo, a escuchar algo de música, o por la razón que sea, me alegra poder ofreceros algo de entretenimiento.

-¿Y la canción, y la canción?

-Sin prisas, sin prisas. Hoy toca: Living Dead Girl de Rob Zombie!!

lunes, 13 de abril de 2009

Otros Mundos

Nueva colaboración para El Cuentacuentos. Esta vez, pedían hacer un relato inspirado en el día de los enamorados en el que no apareciesen las palabras "amor" ni "corazón" y, al mismo tiempo, no fuese superior de 130 palabras. El caso, es que leí las instrucciones de pasada e incumplí todos los requisitos, jeje. Como en su día a Nitya Yang le prometí hacer una historia de amor a la luz del día, espero que al menos a ella le guste.

Los motivos que llevaron a Blanca Murillo a fingir una súbita pérdida de memoria permanecieron ocultos tras sus silencios, primero, y, tras sus párpados, después. Quizás, ni sus razones, ni mis cavilaciones partían del mismo punto, ni llegaban a la misma conclusión, pero si algo tuve claro la mañana en la que cuarenta y tres mil doscientos tic-tacs habían pasado desde la medianoche y ya estaba dispuesto a mi habitual paseo, es que mágicos y secretos senderos había transitado para que nuestros caminos se cruzasen.

- Mademoiselle, buenos días.

- Buenos días, caballero.

Respecto a lo material, nada, salvo la segunda de las camas, podría ofrecerle en mi habitación de paredes acolchadas; en cuanto al resto, podría ofrecerle mi compañía y el sonido de palabras que, como “amor”, había dejado de pronunciar.

- ¿Qué te trae por aquí?

Con el tiempo, aprendí que preguntas sobre su pasado sólo traían respuestas en forma de sonrisas silenciosas, o benévolos “no lo recuerdo”. También aprendí que más allá del sonido del segundero se puede escuchar el rumor de la respiración cuando no estás solo, e, incluso, dos corazones que laten al unísono.

- Tenemos que marcharnos de aquí.

De inmediato, supe que hablaba en serio, pero no con la seriedad de aquellos con los que nos encontrábamos en el patio y que –simiescos los gestos, perdida la mirada y en grito la voz- pedían salir, sino con la gravedad de los que con su leve trastorno, más que enfermos, éramos, simplemente, distintos. Miraba hacia fuera –su cadera entre mis brazos, su cara, a la altura de la mía- y me invitaba a soñar con la libertad.

- ¿Cómo? Estamos atrapados.

Señaló sus sienes y luego las mías.

- De la misma forma que he llegado, podemos escapar –y, sonriendo, me besó. Se tumbó sobre la cama y no volvió a abrir los ojos.

Yo tampoco.


lunes, 6 de abril de 2009

No estamos solos

Nueva colaboración para El cuentacuentos. Como de costumbre, alguién propone una frase con la que comenzar el relato para que quien quiera, lo continúe. Esta vez, ese "alguién" fue Jara, y la frase aparece en cursiva a principio de mi breve relato:

-Yo sólo quería un café y, ahora, ¿resulta que su destino está en mis manos? –noté cómo su voz se quebraba apresada entre una frente arrugada y una garganta que se contraía como un acordeón. De no ser una amiga, diría que parecía un sapo croando sus penas.

En el fondo de su pocillo buscaba la manera de cambiar un café por la responsabilidad que, de repente, había adquirido, y al encontrar poco más que unos posos azucarados, esperaba de mí una solución.

Se echó a llorar.

-¿Una cerveza? ¡Si hubiese pedido una cerveza hubiese sido lo mismo!

-O no. Recuerdo una vez que de no haber pedido cerveza

-Céntrate, joder.

-Me centro, me centro…

Y, tanto me centré que se calló la cerveza y Pochi lloró con más fuerza. Aguanté que me llamase alcohólico y también la terrible amenaza que llegó después:

-Es la última vez que te llamo para contarte mis problemas.

-Chica, qué mal llevas que una mosca se caiga en tu taza.