sábado, 28 de enero de 2012

Aquelarre salvador

Rico, aburrido y preocupado, así era y se sentía cuando encendía la televisión a la hora de comer: los cuatro apocalípticos jinetes parecían tan abonados al noticiario como las brujas y los chamanes lo estaban a las emisiones que de madrugada alimentaban unos ojos tristes que por única solución veían el seguir zapeando.

Recostado en el sofá, insomne, apuntó los números de teléfono de las brujas y uno tras otro los marcó para citarlas. Consultó su agenda, se frotó las manos y contemplando su salón sonrió cual hipopótamo. En un par de noches habría luna llena y con un poco de suerte y en su propio salón, el conjuro de un aquelarre al completo libraría al mundo de todo mal.

Pasaron los minutos y las horas y amaneció. Y volvió a anochecer y a amanecer y a anochecer…y con la noche, la luna llena, y con la luna llena, un pequeño ejército de brujas se congregó en su jardín.

Orgulloso y con pocas palabras –el tiempo apremiaba- las invitó a pasar al salón. Se dispusieron en círculo, juntaron sus manos y, dirigiendo sus miradas a lo alto, comenzaron a orar en un murmullo tenebroso que segundo a segundo se convertía en un coro de voces graves.

Al rematar su oscura plegaria, soltaron sus manos y la que parecía más anciana entró en el círculo, miró al rico, aburrido y preocupado salvador de la humanidad, le dio una patada al televisor y le dijo a su dueño:

-¡Salvado!

jueves, 26 de enero de 2012

Salto

La difícil onomatopeya de un helicóptero en vuelo despeinaba los árboles de ambas orillas del río y ocultaba el latir de mi corazón, casi tan rápido como las aspas giratorias y tan a punto de saltar, como el resto de mi cuerpo, hacia el agua.

Asomando la nariz al vacío veía también un par de paracaídas, ya desplegados y volando y cayendo bobamente. El siguiente era yo. Sentía frío en la cara e Hiroshima en la sangre. Con un salto, agua y tierra sólo serían soportables –más que nunca- a falta de aire.

Me puse en pie. Aseguré las gafas y miré abajo. El monitor de salto, acompañante obligado, me dio un golpecito en la espalda.

-¿Y tu paracaídas?

-Por favor…

Salté, y su voz se retorció en mil maldiciones en la estela de mi vuelo. Los del paracaídas apenas tuvieron tiempo a reaccionar y cuando lo hicieron, muchos metros más abajo, mientras te estremecías húmeda en la ducha, yo caía al embalse. 

martes, 17 de enero de 2012

Gotthard: Remember, It's me

Hace un par de años moría Steve Lee y con él parte de la historia de Gotthard…a finales del año pasado y cual ave fénix, no resucitaba Steve Lee, pero sí Gotthard: anunciaban nuevo cantante y la vuelta al trabajo. Estos días, por fin, podemos ver su nueva canción e incluso descargarla gratis desde la página del grupo.

REMEMBER, IT’S ME

sábado, 7 de enero de 2012

Metalsaurio 2012

Ya queda a nuestras espaldas el 2011 pero por lo que concierne a lo que pasa afuera del jardín cucudrúclio, tristemente, sus notas predominantes siguen sonando en forma de paro, deudas y sus consecuentes penurias. Me llama la atención que las medidas por las que se apuesta como solución son más de “¡salvemos a nuestros acreedores antes que a nosotros mismos!” olvidando que muerto el que ha de pagar, no paga. Pero allá cada cual con su conciencia y con las responsabilidades que ha tenido y tiene en este desbarajuste. Lo que veo claro es que la solución, tarde o temprano, llegará, sea en 2012 o cuando toque (esperemos que pronto).

Por lo que respecta a cómo ha ido el blog durante el año pasado:

Sigo encontrándome más cómodo con los relatos cortos que con las historias largas, de ahí que lo ponerme con la novela siga pospuesto pero, ahora sí, con la certeza de que en breve (como muy tarde, en marzo, pues hasta esa fecha seguiré tan ocupado como los últimos meses) me pondré con ella.

En cuanto al libro que tenía esperanzas de publicar, aunque de forma diferente a como tenía pensado inicialmente, ha visto la luz y todo aquel que lo quiera comprar puede hacerlo (en formato tradicional o en pdf).

El asunto de que ninguna editorial (de las de toda la vida) se haya parado a leer mis escritos únicamente por ser autor nuevo, aunque comprensible por ser mucho lo que deben de recibir, me parece decepcionante y me reafirma en la creencia de que lo que más se lee no es lo mejor, sino lo que más se promociona y que, como dijo un amigo, “los bestseller son a la literatura lo que los 40 a la música: una mierda”. Basta echar una mirada a las librerías para darnos cuenta de que los libros que están en sus escaparates son los mismos y parecen haber callado la boca a todo argumento que se salga de:

• Nazis y guerra civil
• Manuscrito / objeto mitológico + asesinato + secta
• Detective cuya vida es una mierda
• Pena, mucha pena
• Vampiros y zombies

Y por supuesto, para no aturullar al lector, que la frase del principio sea corta: “Soy un detective nazi y mi vida es muy triste”. (¡los detectives nazis! ¿nuevo filón?).

Para el primer trimestre de 2012 la actividad que veréis por aquí será poca, pero después espero que vaya retomando el ritmo y llegar a un mínimo de un relato semanal. Además, claro, de lo que vaya escribiendo y no veáis, jajaja! Con esto quiero decir que este año participaré en algún concurso para poner, si gano, en mi cv literario (jeje!) de forma que, de cara a editoriales, pueda compensar al menos en parte lo de ser un autor nuevo. Y si no lo compensa pero gano, me quedará la alegría, igual que queda cuando, sin participar, escribo lo que imagino.

Y una vez más, gracias a los que frecuentáis el blog, comentando o en silencio, especialmente a aquellos que compráis el libro.

¡Feliz 2012!