martes, 27 de marzo de 2012

Desertores (Capítulo 2)

Capítulo anterior: Desertores I

“Organizar la guardia, organizar la guardia…” barruntaba Onofre.

No lo veía tan sencillo. La noche anterior había montado guardia frente a la improvisada prisión a cuya puerta se había presentado el capitán Firmes. Con un “Buenas noches, acompáñeme” lo invitó a seguir sus pasos hacia el interior y casi sin saberlo, el cabo Barrenos, se vio envuelto en el absurdo torrente que estaba por llegar.

En la antesala del cortijo estaba José Luis Calaboccio sentado al más puro estilo pastor militarizado, y en las cuadras de barrotes preguerra -¿qué clase de animales guardarían allí antes del julio del 36?- los presos miraban a los visitantes entre aburridos y asustados. Más preguntas, pensó uno. Otra paliza, juzgó otro.

-¿Qué queréis? – inquirió el carcelero, un poco mosca y con la diestra camino de la pistola.

Barrenos, con los hombros encogidos y el gesto extrañado señaló al capitán, y el capitán, con un gesto de la cabeza, a los prisioneros.

-¿Y esos?

-Son prisioneros.

-Ya. Me los llevo.

El cabo Onofre, todavía sudaba al recordar lo que había pasado a continuación. El fusil se le resbalaba entre los dedos, Calaboccio se revolvía atónito en su silla e intentaba un grito –mitad taco, mitad auxilio-, y el capitán, pistola en mano, repetía lo de “me los llevo” y disparaba al carcelero.

-¿Algo que decir, Barrenos?

-Supongo que ahora soy cómplice…

Despeinado y un poco sudoroso, mientras hurgaba en el cadáver en busca de las llaves de la cárcel, Manuel le echó un vistazo. Supones bien, le dijo sonriendo.

Y ahora, una noche después, tocaba organizar una guardia con esa gente. Esa gente –del otro bando algunos y desobedientes de su propio bando, otros- que lo había mirado raro la noche anterior al salir del cortijo.

Son de mi pueblo, le había dicho el capitán como única explicación.

6 comentarios:

Pugliesino dijo...

No hay bandos que valga cuando se trata de paisanos, luego se podrán matar o tomar unas cañas pero el capitán Firmes hizo lo correcto :)

Aun sonrío cada vez que lo pronuncio ¡que bueno! menuda tiene que ser cada vez que entre y anuncien su nombre xD

El grupo cruzó la línea, espero próximos capítulos!

Pugliesino dijo...

La pared es la protagonista que narra. Se me ocurrió mientras miraba al techo buscando ideas.
Bueno, en caso de que hubieran podido hablar :p

J.L. Galán dijo...

Interesante giro. No esta nada mal. Buena forma de tratar el reto de la semana.

Un saludo cuentacuentos.

http://www.utopiadesueños.com.es

Metalsaurio dijo...

jajaja! Sí, lo del nombre da mucho juego :)

Juan Luis, bienvenido! Me paso por tu blog a leerte.

Un saludo!

Rebeca Gonzalo dijo...

Los nombres me han llamado poderosamente la atención. A ver si hago hueco y leo los capítulos precedentes, porque la verdad que esto tiene muy buena pinta.

Muy bien incluida la propuesta de Eolande en tu relato, por cierto.

Besotes.

Anónimo dijo...

Gracias, Sechat. Los nombres de esta historia se los estoy dejando inventar a mis amigos :)

Hace unos días pasé por tu blog para leer tu relato, pero ví que era extenso y últimamente el tiempo se me escapa de entre las manos. Espero que ahora que vienen los festivos encuentre un ratillo para leerte.

Un saludo!