tag:blogger.com,1999:blog-58629957690232928202024-03-13T02:28:35.565+01:00Los relatos de MetalsaurioDinosaurio Metálico en el Jardín CucudrúlicoMetalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.comBlogger484125tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-71687738941884328712018-11-25T15:21:00.002+01:002018-11-25T16:43:19.963+01:00Hipnosis<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Manolo acudió a una sesión de
psicoanálisis porque necesitaba entenderse con el mundo y para eso antes
necesitaba entenderse a sí mismo. La psicoanalista a la que acudió Manolo era
una eminencia local afamada por recurrir a la hipnosis. Lucía, la psicoanalista
era consciente que no siempre era estrictamente necesario hipnotizar al
paciente, pero la hipnosis tiene un toque mágico que a los pacientes les
encantaba al sentirse parte de la magia, y a ella, a Lucía la ayudaba a hacerse
con una posición más sólida en el mercado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Manolo se acomodó en un diván y
tal como Lucía le solicitó siguió con su mirada el péndulo que la terapeuta
hacía oscilar ante su rostro. Entró en un estado de ensoñación lentamente,
arrullado por la voz tranquila de Lucía y por el oscilar del péndulo. Estaba
entrando en hipnosis cuando se apercibió de que algo le pasaba a Lucía: había
soltado el péndulo, se agarraba el corazón y emitía un suave quejido. Lucía estaba
teniendo un ataque al corazón y Manolo estaba hipnotizado.<span style="font-size: 12.0pt; line-height: 107%; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
eManolo estaba sometido a la
voluntad de un muerto, que nada tenía que decir. Lucía no emitía señales, Manolo,
en su letargo tampoco recibía nada. Quizás, pensaba Manolo sin pensar,
intuyendo sin intuir, dejarse estar solucionaría la situación, pero era el
último cliente de un viernes a última hora y tardarían en encontrarlo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De repente, un chispazo iluminó
el inconsciente de Manolo. La chispa se convirtió en un túnel luminoso por el
que caminaba una figura, a la que identificó como Lucía. La sombra de Lucía caminaba
y hacía oscilar un péndulo metálico. El incorpóreo Manolo siguió a la figura de
la terapeuta, en silencio, hasta desembocar en la luz y volver en sí. Justo en
el momento en el que la policía entraba en la consulta y lo detenían por
asesinato. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Manolo se entendió a sí mismo y
al mundo durante su detención preventiva, pues tuvo mucho tiempo para pensar:
el mundo es caprichoso y la mano amiga puede fallar. El caminar, con los ojos
bien abiertos, y evitando magias salvadoras pues no existen. Al menos, estaba
seguro de que no podría volver a resucitar.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<iframe allow="accelerometer; autoplay; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube-nocookie.com/embed/2oyhlad64-s?controls=0" width="480"></iframe></div>
</div>
Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-72230972353798459832018-09-16T15:08:00.002+02:002018-09-16T15:54:43.464+02:00La doctora de dragones<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
La
salud de un dragón no se puede medir por el tamaño del dragón. Es una obviedad que
quiero aclarar antes de seguir y que alguien levante la mano y pregunte “¿Cómo
va a estar enfermo un dragón, con lo grande que es?”. Cualquier ser vivo,
cualquier animal, sea humano o dragón, puede enfermar. A nadie se le ocurre
preguntar si puede enfermar un árbol, un cocodrilo o un gorila. Es evidente que
sí: a los parásitos y microbios les da igual atacar a una planta que a un dragón
y el azar no entiende de tamaños.<o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Si a
lo dicho, añadimos que el dragón es un animal sumamente inteligente, enseguida comprenderemos
que también está expuesto, más que nadie, a desordenes psicológicos. De hecho,
la imagen del dragón tumbado sobre una montaña de oro es la de un dragón
enfermo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Dicho
esto, me presento. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Soy Palmira Draculia,
doctora de dragones. El término “veterinaria” lo reservo para animales más
bobos que estos a los que trato.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Hoy quiero
hablarles de un paciente en particular. Dejaré su nombre de lado para salvaguardar
su anonimato, pero para referirnos a él, entre nosotros, le llamaremos Quetzal.
Quetzal se presentó en mi consulta, en la cima de la montaña <span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">−consulto allá
arriba para que las visitas de estos enormes animales no interfieran en el día
a día del pueblo− manifestando que a pesar de saberse magnífico en todas las
cualidades deseables en un dragón sufría por no sentirse querido. Y menos
querido se sentía cuanto más se esforzaba. Si le daba por comer un rebaño de ovejas,
sus vecinos dragones le reprochaban su dieta descuidada, si seguía una dieta
vegana, le decían que no es propio de dragones; si quemaba un ejército lo tachaban
de violento, pero si se dejaba robar una moneda de la montaña lo etiquetaban de
pusilánime. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Todo
esto Quetzal trataba de suplirlo haciendo gala de sus aventuras. Las contaba
siempre que podía, centrándose mucho en los detalles, censurando mucho las
aventuras de los demás, y marchándose entre llamaradas cuando las historias
ajenas superaban a las suyas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
A Quetzal
tuve que tratarlo con mucha paciencia. Sin contar historias mías o ajenas que
pudieran hacerlo enfadar, y con la habilidad suficiente de encontrar las
palabras necesarias para hacerle ver que posiblemente padecía de cierto
complejo de inferioridad y que estaba necesitado de la aprobación ajena. La terapia
tuvo como objetivo fortalecer su ego y así hacerlo menos dependiente de las
opiniones de otros dragones. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
A
día de hoy, Quetzal come y quema lo que quiere. Cuenta sus aventuras a quien
las quiere oír, y churrusca al que le cuenta una historia mejor que la suya.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Mejora,
pero sigue en terapia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="mso-spacerun: yes;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube.com/embed/t4PI2Eb6FsQ" width="480"></iframe></span></div>
<br />Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-55551837660422382962018-09-13T00:21:00.000+02:002018-09-13T00:21:42.675+02:00Regreso...en unos díasComo anticipa el título de esta entrada, en unos días estaré de vuelta, con más relatos bajo el brazo.<br />
<br />
De este fin de semana, no pasa.<br />
<br />
¡Hasta entonces!<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube.com/embed/QJN-63EKjrI" width="480"></iframe></div>
Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-74896208880503700982018-07-02T01:21:00.000+02:002018-07-02T01:21:10.269+02:00La saga de Metalonia (capítulo 2, reescrito)<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><a href="https://metalsaurio.blogspot.com/search/label/Saga%20Metalonia" target="_blank">El capítulo 2 de la saga de Metalonia, reescrito</a>. Me gusta más así, espero que coincidáis
conmigo con el resultado:<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Arrabio parece humano, pero no lo
es. De hecho, su parecido con los humanos evidencia su diferencia: su
morfología es la de un monigote que representa a un humano. Además de su
aspecto de monigote de semáforo, hay otros dos detalles a destacar: es de hierro
y no alcanza los treinta centímetros de estatura.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Arrabio es relativamente
afortunado en la vida. Le toca servir a uno de los seis sabios. Al responsable
de la Ciencia. Como tantos otros, Arrabio trabaja para él en el servicio
meteorológico. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Arrabio pasa el día frente a una
pantalla en la que se vuelcan temperaturas, vientos y fenómenos atmosféricos
varios. El sabio plateado está preocupado por las consecuencias que se podrían
derivar de un desorden atmosférico y ha encargado al servicio meteorológico
investigar como provocar y frenar tormentas. A Arrabio le ha tocado investigar
cómo provocar el trueno, pero, aunque tiene claras sus causas, no es capaz de reunirlas
para que surja la chispa primigenia. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Arrabio tiene un amigo en el
departamento de Historia. Se llama Escandio y está especializado en historia de
la magia. No es un departamento muy popular, ya que nadie reconoce la
existencia de la magia, pero no siempre fue así y la documentación que custodia
Escandio lo demuestra. Para Arrabio, recurrir a Escandio supone reconocer su
desesperación, pero sus conocimientos pueden ser de ayuda. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">− ¿Conjuros para invocar truenos? No
hay ninguno que yo conozca, pero miremos el archivo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Con su metálico corazón en un
puño, Arrabio acompaña a Escandio por la biblioteca. Hay multitud de pasillos
llenos de estanterías repletas de libros hasta el techo. Sólo al fondo, tras
una puerta, aparece la sección de historia de la magia. Escandio, con la llave
que le cuelga sobre el pecho, abre la puerta. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los tomos de las Leyendas de
Metalonia son el núcleo central de la sección mágica y en ellas centran la búsqueda.
Cualquier precedente en la invocación a los truenos podría ser de utilidad. Arrabio
y Escandio revisan tomo a tomo…y no sólo localizan un precedente en su afán de
invocar al rayo, sino que se da fe haberlo conseguido: el antiguo brujo Titanio
invocó al trueno y dejó escrito cómo hacerlo, pero, que se sepa, nadie más
quiso o supo seguir sus pasos. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Las instrucciones del brujo
Titanio son claras: subir a una montaña cuya cima esté coronada por un único
árbol, un único avellano, y tras abrazarlo durante toda la noche y susurrarle
el deseo de que haga descender el relámpago y estallar el trueno, finalmente,
con la primera luz de la mañana, pronunciar las palabras mágicas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Arrabio conoce una montaña que
cumple las condiciones que indica el libro. Se despide de Escandio con la
promesa de ponerlo al tanto del resultado del conjuro y pone rumbo a la montaña.
Es alta pero la corona. Vence al sueño y a sus recelos de susurrarle al árbol. Antes
la vergüenza de que lo encuentren en esa postura durante la noche a la cólera
del sabio gigante de plata. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Con la primera luz de la mañana pronuncia
las palabras mágicas. Con cada palabra, un nuevo nubarrón aparece. Denso,
negro. La noche parece cubrir la montaña, pero nada sucede.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Arrabio mira el cielo. No agita
un puño en dirección al cielo, desafiante, por ser un gesto demasiado ridículo en
un monigote metálico. Pero maldice una y otra vez. A Titanio y a su suerte. A
esos nubarrones que oscurecen el cielo, pero de los que no brotan relámpagos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Arrabio regresa a la ciudad,
cabizbajo, meditando sobre lo sucedido. El conjuro había funcionado a medias.
El relámpago no había caído pero los nubarrones eran innegables…quizá la
próxima vez funcionase. Todavía triste, se propuso intentarlo una vez más. Una
vez…y las que fueran necesarias. Esto pensaba Arrabio cuando de entre las nubes
nació un relámpago que fue a dar a su redonda cabeza. La descarga lo hizo
saltar por los aires y caer inconsciente.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Al despertar, hecho polvo, una
sensación eléctrica recorría su cuerpo, un chisporroteo inusual. Como pudo, se
levantó y renqueante continuó su camino a la ciudad. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Rumbo a casa, a descansar del susto.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Continuará.<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-72263760917437716082018-06-25T01:09:00.000+02:002018-06-26T18:11:03.606+02:00La saga de Metalonia (2)<i>Aquí podrás leer el capítulo anterior: <a href="https://metalsaurio.blogspot.com/search/label/Saga%20Metalonia" target="_blank">Capítulo 1</a></i><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Arrabio parece humano, pero no lo
es. De hecho, su parecido con los humanos evidencia su diferencia: su morfología
es la de un monigote que representa a un humano. Además de que su aspecto es el
de un monigote de semáforo, hay otros dos detalles a destacar: es de hierro y
no alcanza los treinta centímetros de estatura.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="MsoNormal">
Arrabio es relativamente afortunado en la vida. Le toca
servir a uno de los seis sabios. El sabio de plata al que sirve es el
responsable de la Ciencia, y Arrabio, como tantos otros, trabaja para él en el
servicio meteorológico.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Arrabio pasa el día frente a una
pantalla en la que se vuelcan temperaturas, vientos y fenómenos atmosféricos
varios. El sabio plateado está preocupado por las consecuencias que se podrían
derivar de un desorden atmosférico y ha encargado al servicio meteorológico
investigar como provocar y frenar tormentas. A Arrabio le ha tocado investigar
cómo provocar el trueno, pero no encuentra la manera.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En los archivos del servicio meteorológico
no encuentra la solución y aunque la redonda cabeza de hierro de Arrabio tiene
claras las causas del trueno, no es capaz reunirlas para que surja la chispa
primigenia. Es por esto que Arrabio recurre a su colega Escandio, del servicio
de Historia, con el objetivo de que le cuente si hay precedentes en su
búsqueda. Y sí las hay, en un tomo de Las leyendas de Metalonia no sólo se
narra que existieron precedentes, sino que se da fe de haberlo conseguido. El
antiguo brujo Titanio invocó al trueno y dejó escrito cómo hacerlo pero, que se
sepa, nadie más quiso o supo seguir sus pasos. Arrabio, por supuesto, necesita
darlos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Arrabio sale del departamento de
Historia con Las leyendas de Metalonia bajo el brazo y la promesa de devolverle
el tomo a Escandio. Las páginas son antiguas pero legibles. Las instrucciones
del brujo Titanio son claras: subir a una montaña cuya cima esté coronada por
un único árbol, un único avellano, y tras abrazarlo durante toda la noche y
susurrarle el deseo de que haga descender el relámpago y estallar el trueno,
finalmente, con la primera luz de la mañana, pronunciar las palabras mágicas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Arrabio conoce una montaña que
cumple las condiciones que indica el libro. Sigue a pies juntillas las
instrucciones y corona la montaña, vence al sueño y a sus recelos de susurrarle
al árbol. Prefiere la vergüenza de que lo encuentren en esa postura durante la
noche que la cólera del gigante sabio de plata. Con la primera luz de la mañana
Arrabio pronuncia las palabras mágicas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El cielo se nubló en un instante
y nada sucedió. Arrabio se apartó del avellano y bajó la montaña. Cuando ya se aproximaba
a la ciudad, el relámpago cayó justo encima de la redonda cabeza metálica de
Arrabio. Saltó por los aires y lo dejó inconsciente unos minutos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Al despertar, hecho polvo, notó una
sensación eléctrica que recorría su cuerpo, un chisporroteo inusual. Como pudo,
se levantó y renqueante continuó su camino a la ciudad. Rumbo a casa, a descansar
del mal trago.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>Continuará.</i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<i><iframe allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube.com/embed/q73Zao79sWI" width="480"></iframe></i></div>
<br />
<br />Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-31940475735612900932018-06-17T22:00:00.002+02:002018-06-20T19:24:52.237+02:00La saga de Metalonia (1)<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los sabios de Metalonia hacen
coincidir la aparición de la vida inteligente de su planeta con la llegada de
un meteorito metálico. El meteorito, ahora sagrado, estaba compuesto por tres
metales, y de cada uno de ellos evolucionó cada una de las tres razas que ahora
pueblan Metalonia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Dicen los mismos sabios que las
proporciones del meteorito eran exactas. Un tercio de oro, otro tercio de plata
y el tercio final, de hierro. Del tercio de oro evolucionaron los oligarcas que
poseen la mayor parte del territorio, la industria y el comercio. Estos
oligarcas son tres y de gran tamaño. Del tercio de plata nacieron los sabios. Son
algo más pequeños que los oligarcas, pero aún así su tamaño es considerable.
Son seis y se ocupan de la arquitectura, la escultura, la pintura, la música,
la ciencia y la historia. La plebe ha nacido del hierro. Son muchos y pequeños.
No se sabe cuántos son porque nadie ha tratado de hacer un conteo, y sus
ocupaciones son tan diversas que la forma más sencilla de describirlas a modo
general es diciendo que se ocupan de servir. A los oligarcas y a los sabios.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En Metalonia reina la paz. Una
paz, no armoniosa, pero sí muy ordenada. La plebe está mohína de tanto servir,
pero saben que ese es el destino que les asigna el muy democrático consejo político:
oro, plata y hierro deciden. Todos los ciudadanos, sea cual sea su raza, están
invitados a asistir y a votar. Los tres oligarcas votan contra la plebe, al igual que los
sabios. La plebe, en cambio, tiene tan disperso su voto que unas veces apoya al
oro, otras a la plata −al fin y al cabo depende de ellos−, y las veces que se
apoya a sí misma no lo hace con la unanimidad necesaria para ser respetada.<br />
<br />
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>Continuará.</i></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<iframe allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube.com/embed/1MPtqN1E0sA" width="480"></iframe></div>
Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-26404344243234855692018-06-10T22:09:00.003+02:002018-06-10T22:09:42.518+02:00Reordenación de ideas<div style="text-align: justify;">
<a href="https://metalsaurio.blogspot.com/2018/04/undecimo-aniversario.html" target="_blank">Hace unas cuantas entradas</a> comentaba varios de los objetivos a corto y medio de plazo de este blog:</div>
<div>
<ol>
<li style="text-align: justify;">Volver a la frencuencia semanal de publicaciones</li>
<li style="text-align: justify;">Terminar la serie de relatos de <a href="https://metalsaurio.blogspot.com/search/label/Pr%C3%ADncipe%20desencantado" target="_blank">la princesa Bernalda</a></li>
<li style="text-align: justify;">Terminar la serie de relatos de <a href="https://metalsaurio.blogspot.com/2012/03/desertores-capitulo-2.html" target="_blank">los desertores</a></li>
<li style="text-align: justify;">Terminar la serie de relatos del <a href="https://metalsaurio.blogspot.com/2011/02/epistolario-secreto.html" target="_blank">epistolario secreto</a></li>
<li style="text-align: justify;">Hacer un recopilatorio de relatos</li>
</ol>
<div style="text-align: justify;">
¿Cómo están estos objetivos?</div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Esa entrada la publiqué a finales de Abril, con lo cual, el tiempo a tener en cuenta es breve y no muy significativo, pero en un sentido u otro ya se comienza a ver cómo avanzan. Y quiero reordenadar ideas:</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div>
<ol>
<li style="text-align: justify;">La frencuencia semanal de publicaciones: ha dejado de cumplirse desde hace 3 semanas y el motivo son los puntos 3 y 4.</li>
<li style="text-align: justify;">La serie de relatos <a href="https://metalsaurio.blogspot.com/search/label/Pr%C3%ADncipe%20desencantado" target="_blank">la princesa Bernalda</a>: al ser relatos independientes podría haberla dejado en cualquier punto, pero mi pretensión era llegar a los 10 relatos de esta serie y he llegado (tengo 2 no publicados en el blog) con lo cual, objetivo cumplido. </li>
<li style="text-align: justify;">La serie de relatos de <a href="https://metalsaurio.blogspot.com/2012/03/desertores-capitulo-2.html" target="_blank">los desertores</a>: he hecho un esbozo de guión de cómo continuar la historia, pero cuando pienso en rematarlo me entra la desidia. Empiezo a sospechar que en el fondo, no quiero continuar la historia, así que posiblemente la deje a remojo más tiempo.</li>
<li style="text-align: justify;">La serie de relatos del <a href="https://metalsaurio.blogspot.com/2011/02/epistolario-secreto.html" target="_blank">epistolario secreto</a>: tengo en mente alguna idea suelta que podría aprovechar para algún capítulo, pero no daría cuerpo a una historia larga. Tampoco tengo el guión y, cuando pienso en ponerme con él, tampoco me motiva lo suficiente.</li>
<li style="text-align: justify;">Recopilatorio de relatos: tenía pensando ponerme con él acabar las series de los desertores y el epistolario secreto, así que os podéis imaginar cómo está.</li>
</ol>
<div style="text-align: justify;">
¿Toca reformulación de objetivos?</div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Creo que sí. No descarto continuar esas 2 series que están en <i>pause</i> pero para evitar dejar también el blog parado, retomaré las series temáticas, <a href="https://metalsaurio.blogspot.com/search/label/7%20pecados" target="_blank">como la de los pecados</a>. Así que para la próxima entrada, os encontraréis una pequeña desviación sobre el plan original.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¡Hasta la semana que viene!</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<iframe allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube.com/embed/ZTlsvnVbhro" width="480"></iframe></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-39721933869305916422018-05-19T11:00:00.000+02:002018-05-19T23:12:47.722+02:00Las aventuras del principe desencantado (8ª parte)<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pincha <a href="https://metalsaurio.blogspot.com.es/search/label/Pr%C3%ADncipe%20desencantado" target="_blank">aquí</a> para leer los capítulos anteriores (todos ellos independientes)<br />
<br />
En la cabeza de la princesa
Bernalda anidan las historias que cantan los juglares. Otras nacen en su real
cabeza. Tiene en su habitación todo lo que necesita para moldear historias:
pergamino, pluma, tinta. La imaginación siempre la acompaña y le basta con
mirar a través de la ventana para empezar a escribir:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://www.blogger.com/null" name="_Hlk514520682"><span style="mso-bookmark: _Hlk514532014;"><br /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bookmark: _Hlk514520682;"><span style="mso-bookmark: _Hlk514532014;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">La
princesa Bernalda, recién prometida con un futuro rey rico y bondadoso, abandonó
sus aposentos y se dirigió al jardín irradiando amor. El sol, en lo alto, la
abrazaba y le auguraba un feliz matrimonio; bajo el cielo, la naturaleza en su
conjunto le susurraba su enhorabuena.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bookmark: _Hlk514520682;"><span style="mso-bookmark: _Hlk514532014;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bookmark: _Hlk514520682;"><span style="mso-bookmark: _Hlk514532014;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bernalda
se acercó a la orilla del estanque. Unos pececillos nadaban quedamente. Un sapo
la miraba con felicidad. Bernalda removió el agua con la mano, provocando unas
tranquilas ondas. Desvanecidas las ondas, se formó la imagen de Gundar, su prometido,
que allá lejos, en su castillo, escribía apasionadamente sobre un pergamino:<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bookmark: _Hlk514520682;"><span style="mso-bookmark: _Hlk514532014;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></span></div>
<span style="mso-bookmark: _Hlk514520682;"></span>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bookmark: _Hlk514532014;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“En la cabeza de la princesa Bernalda anidan
las historias que cantan los juglares. Otras nacen en su real cabeza. Tiene en
su habitación todo lo que necesita para moldear historias: pergamino, pluma,
tinta. La imaginación siempre la acompaña y le basta con mirar a través de la
ventana para empezar a escribir.”</i></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bookmark: _Hlk514532014;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><br /></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bookmark: _Hlk514532014;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><iframe allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube-nocookie.com/embed/eH-FstguwkE?start=1" width="480"></iframe></i></span></div>
<br />Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-75527421990268481082018-05-13T14:44:00.000+02:002018-05-13T14:44:24.987+02:00Las aventuras del príncipe desencantado (7ª parte)<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 18px;"><i>Pincha <a href="https://metalsaurio.blogspot.com.es/search/label/Pr%C3%ADncipe%20desencantado" target="_blank">aquí</a> para leer los capítulos anteriores (todos independientes)</i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i><span style="color: black; font-size: 13.5pt; line-height: 107%;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La princesa Bernalda, recién comprometida
con la igualdad de oportunidades, convenció a la familia real para elegir a su
marido a través de un examen de oposición. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No una oposición tradicional, en la
que los méritos a valorar fueran la riqueza, posesiones y habilidades
militares, sino una oposición abierta, accesible a cualquier siervo y noble del
reino con conocimientos profundos de la realidad social y geográfica, habilidad
para el mando, algo de idiomas y buen corazón.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El aprobado se llamaba Manilán y
era barbero. Conocía el país de un extremo al otro ya que su profesión lo
obligaba a viajar, conocía a la gente y sus idiomas y allá adonde fuera era
querido por todos. Cumplía todos los requisitos y además sabía escribir y las
operaciones matemáticas básicas. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Casados Bernalda y Manilán, fueron
el comienzo de la monarquía por oposición. Más inclusiva que la anterior, más
abierta a la evolución. Tan abierta a la evolución que Bernalda dimitió como
reina para poder presentarse a las reales oposiciones para legitimar su posición
como funcionaria. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<iframe allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube.com/embed/nLxCGmyRzwk" width="480"></iframe></div>
Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-20311437152058913622018-05-07T21:48:00.001+02:002018-05-13T14:38:28.456+02:00Las aventuras del príncipe desencantado (6ª parte)<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>Y aquí están las aventuras anteriores de esta serie, que más bien debería llamarse La princesa Bernalda: <a href="https://metalsaurio.blogspot.com.es/search/label/Pr%C3%ADncipe%20desencantado" target="_blank">leer capítulos anteriores </a>(todos ellos independientes)</i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://www.blogger.com/null" name="_Hlk513492617"><br /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La
princesa Bernalda, recién prometida con un futuro rey rico y feo, abandonó sus
aposentos y se dirigió al jardín a llorar sus penas. No quería pasar a la
historia como “la reina Bernalda, esposa de Gundar, el feo”. Ni creía que su próximo
reinado fuera a ser tranquilo: <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://www.blogger.com/null" name="_Hlk513492617"><br /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bookmark: _Hlk513492617;">Las
barrigas de los aldeanos estaban más menguadas que de costumbre, sus miradas,
antes dóciles eran ahora duras. Y duros eran los castigos que recibían, pero ni
con esas, decía el rey, se sometían de buen grado. Sin oposición, es cierto, pero
con disgusto y con gritos de “¡democracia, democracia!”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bookmark: _Hlk513492617;">A
la princesa Bernalda poco le contaban, pero percibía un ambiente de inquietud
en palacio que sólo se calmaba, al menos superficialmente, al mencionar las
riquezas de Gundar y las posibilidades de aplicarlas para meter en cintura a
esos mal encarados. La amenazadora “democracia” causaba pavor. La democracia,
el gobierno del demonio. Gundar le desagradaba, pero un demonio reinante mucho
más.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bookmark: _Hlk513492617;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 24.75pt; text-align: justify;">
<span style="mso-bookmark: _Hlk513492617;">Necesitaba aire. Y que la luna o las
estrellas, la suave brisa o el croar de las ranas, le susurrasen cómo evitar
tan terrible futuro. Del cielo le vino la respuesta. Rápida, en llamas. No era
una estrella fugaz, sino una flecha ardiendo que se clavó en la hierba. Se
asomó entre las almenas, y vio a una multitud que se dirigía a la fortaleza con
antorchas y clamando por la democracia. La boda con Gundar ya no era un
problema…el demonio estaba allí dispuesto a gobernar.</span><o:p></o:p></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<iframe allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube.com/embed/frv93sVjn1U" width="480"></iframe></div>
Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-82523214280444258392018-04-29T21:19:00.000+02:002018-04-29T21:19:42.696+02:00Undécimo aniversario<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Fue
después de publicar la última entrada, la que suponía el final de la colección
de relatos sobre <a href="https://metalsaurio.blogspot.com.es/search/label/7%20pecados" target="_blank">los pecados capitales</a>, cuando me di cuenta de que se me había
pasado algo por alto y que debía subsanarlo en la próxima publicación. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
El
29 de marzo este blog cumplió 11 años. Y justo hoy, cumple 11 años y un mes. O
sea, que la Tierra ha girado 11 veces alrededor del sol desde que empecé con el
blog. Ahora que lo pienso, el contar vueltas de la Tierra en vez de años es
bastante más impresionante: una inmensa masa redonda girando alrededor de una
bola de fuego…y durante 11 de esas vueltas Metalsaurio estaba allí…como el
dinosaurio del relato aquel: “<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/El_dinosaurio" target="_blank">cuando abrió los ojos el dinosaurio aún estaba allí</a>”<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Es
evidente que la frecuencia de publicación es inferior a la que tenía al
principio, pero también es cierto que está más vivo que hace un par de años.
Así que estoy satisfecho de que el blog siga en pie y caminando, aunque sea
despacito. Como leí una vez acerca de un tema totalmente distinto: “nos saldrá
mal, pero es importante hacerlo”. De vez en cuando me viene a la mente esta
frase, que no sé si será acertada siempre, pero hay ocasiones en las que sí: si
el fin es deseable, el querer hacerlo perfecto no ha de paralizarnos, sino
empujarnos a comenzar, poner empeño en que salga bien, y las imperfecciones se
irán limando por el camino. Si llevamos este razonamiento al terreno de blog:
sin duda preferiría una mayor frecuencia de publicaciones, pero publicar es el
primer paso. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Dicho
esto, mantengo el objetivo, pocas veces cumplido, de una publicación por
semana.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Otro
de los objetivos es hacer una nueva recopilación de relatos a lo largo del año.
Si bien, antes me gustaría rematar alguna de las series que quedaron atrás: la del
<a href="https://metalsaurio.blogspot.com.es/search/label/Pr%C3%ADncipe%20desencantado" target="_blank">príncipe desencantado</a> (que más bien debería llamarse La princesa Bernalda), <a href="https://metalsaurio.blogspot.com.es/2012/03/desertores-capitulo-2.html" target="_blank">desertores</a> y <a href="https://metalsaurio.blogspot.com.es/2011/02/epistolario-secreto.html" target="_blank">el epistolario secreto</a>. Estas 3 son historias que dan
para más de lo que escribí y me gustaría retomarlas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
¿Será
una auto publicación como <a href="https://www.bubok.es/libros/207678/El-Abismo-por-Chistera" target="_blank">la anterior</a>, o lo intentaré en una editorial? Aún no
lo sé. Cada cual tiene sus ventajas e inconvenientes. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y tiempos…lo primero es terminar de escribir,
repasar, corregir, y después ya se verá. Creo que alguna vez ya lo he comentado
aquí…cuando hace años me preguntaron: <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">−</span> ¿Qué
harás cuando acabes aquí?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">−</span> Cuando
acabe, ya se verá…<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
− ¿<a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Crom_(Conan)" target="_blank">Crom</a> proveerá, no?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">−</span> Sí,
Crom proveerá.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
En
ese momento me sentí un poco como Conan. Con esa actitud sigo respecto a los
escritos: sigo en ello, y cuando toque decidir, lo haré.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Y
como siempre: ¡gracias por las visitas y comentarios! Son para mí un regalo. A
fin de cuentas, el tiempo es lo único que realmente tenemos y me dais parte del
vuestro.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
¡Seguimos!</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<iframe allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube.com/embed/-ZL2b4O3nz8?start=60" width="480"></iframe><o:p></o:p></div>
<br />Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-88703577981048108802018-04-07T19:26:00.000+02:002018-04-07T19:26:00.361+02:00Soberbia<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="background-color: white; color: #2d3037; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13px;">Para seguir pecando, visita las entradas anteriores: <a href="https://metalsaurio.blogspot.com.es/2017/11/lujuria-idelfonso-el-centauro_2.html" style="color: #9f1634; text-decoration-line: none;" target="_blank">Lujuria</a>, <a href="http://metalsaurio.blogspot.com.es/2017/11/pereza-meditabunda-jacinta.html" style="color: #9f1634; text-decoration-line: none;" target="_blank">pereza</a> , <a href="http://metalsaurio.blogspot.com.es/2017/12/gula.html" style="color: #9f1634; text-decoration-line: none;" target="_blank">gula</a>, <a href="http://metalsaurio.blogspot.com.es/2018/02/ira.html" style="color: #9f1634; text-decoration-line: none;" target="_blank">ira</a>, <a href="http://metalsaurio.blogspot.com.es/2018/03/manfredo-el-avaro.html" style="color: #9f1634; text-decoration-line: none;" target="_blank">avaricia</a> y <a href="http://metalsaurio.blogspot.com.es/2018/03/envidia-nidia-la-manzana-podrida.html" target="_blank">envidia</a></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Obdulio es un economista
brillante, el que más. Por eso, sin conocerlo a fondo, muchos lo consideran la
persona más inteligente del mundo por aplicar su mente privilegiada al estudio
del dinero. Sin duda estas gentes parten de una perspectiva egoísta, en la que
prima el beneficio propio a costa de lo que sea. Y no es este el caso de Obdulio.
De hecho, Obdulio además de inteligente es desprendido. Acaso estas son sus
únicas virtudes. Obdulio estudió la generación y el reparto de la riqueza, y
finalmente creó una sencilla ecuación, con la que se hace inevitable el
crecimiento económico y el desarrollo de sociedades felices.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Es entendible, claro, que le
hayan concedido el premio Nobel de Economía y el de la Paz. Prácticamente todas
las capitales le han dedicado una calle o un monumento. El mundo nada en la
abundancia y se pueden permitir eso y mucho más, pero la ecuación de Obdulio no
permite los dispendios. Y no sólo las instituciones reconocen su talento, sino
que a cualquiera que se le pregunte por Obdulio se deshará en elogios hacia él.
Todos están agradecidos.<span style="color: #9cc2e5; mso-themecolor: accent5; mso-themetint: 153;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sin embargo, como decíamos antes,
Obdulio es inteligente y desprendido, pero también destaca por su altanería y
estas atenciones le saben a poco. Tampoco tiene en estima a los que se las
hacen, a quienes considera incapaces de sacarse las castañas del fuego. Ambos
pensamientos se retroalimentan y lo disgustan tanto que en su mente va tomando
forma la idea de retocar su famosa ecuación: igualmente efectiva en lo económico,
pero con un toque de servilismo hacia él. Es consciente de que no es posible.
Su ecuación es perfecta y sus mejoras sociales son imparables.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Es un día cualquiera de primavera
en el que el sol brilla y calienta sin abrasar. Los pajarillos se posan en los
árboles de las aceras y cantan para Obdulio, que camina malhumorado, y para
todo el mundo. Alguien lo reconoce, lo saluda y le da las gracias. Antes de que
pueda seguir, Obdulio lo detiene, le hace una llave de yudo y lo inmoviliza en
el suelo. “¿Sólo me das las gracias? Me debes mucho más que eso”. El vecino está
dolorido, pero sobre todo desconcertado. Apenas puede hablar, pero aún así consigue
decir unas palabras: “Lo siento”. <span style="color: white; mso-themecolor: background1;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Con ese arrebato salvaje Obdulio
ha traicionado a su ecuación. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Las ecuaciones, al ser inmateriales,
no se rompen, pero las que son sensibles al bienestar son tan frágiles que no
soportan que su autor les dé la espalda…y sufren un ataque de aleatoriedad. Justo
en ese momento, los pájaros guardaron silencio un par de segundos, algo imperceptible.
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Obdulio aflojó su agarre sobre el
hombre y éste se libró de la opresión, le dio un puñetazo en el estómago y
escapó. Obdulio quedó doblado por el dolor y con el orgullo por los suelos. Sabía
que había estropeado la ecuación y que la aleatoriedad le había devuelto su
traición.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Se encerró en casa a ver cómo el
mundo se iba al traste, pero eso no pasó. La aleatoriedad simplemente hizo que
las calles con su nombre lo cambiaran por otro, sus estatuas se cayeran y el
agradecimiento general fuera poco más que una anécdota. Todos felices y con
Obdulio en las penumbras del olvido.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<iframe allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube.com/embed/Vet6AHmq3_s" width="480"></iframe></div>
Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-21896186285907492212018-03-10T20:05:00.000+01:002018-03-10T20:24:23.347+01:00Envidia: Nidia, la manzana podrida<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="background-color: white; color: #2d3037; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13px;">Para seguir pecando, visita las entradas anteriores: <a href="https://metalsaurio.blogspot.com.es/2017/11/lujuria-idelfonso-el-centauro_2.html" style="color: #9f1634; text-decoration-line: none;" target="_blank">Lujuria</a>, <a href="http://metalsaurio.blogspot.com.es/2017/11/pereza-meditabunda-jacinta.html" style="color: #9f1634; text-decoration-line: none;" target="_blank">pereza</a> , <a href="http://metalsaurio.blogspot.com.es/2017/12/gula.html" style="color: #9f1634; text-decoration-line: none;" target="_blank">gula</a>, <a href="http://metalsaurio.blogspot.com.es/2018/02/ira.html" style="color: #9f1634; text-decoration-line: none;" target="_blank">ira</a> y <a href="http://metalsaurio.blogspot.com.es/2018/03/manfredo-el-avaro.html" target="_blank">avaricia</a>-</i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Érase una vez dos manzanas que
colgaban en la punta de una rama. Ambas sanas y fuertes. Llamaremos a una Nidia
y a la otra Nicolasa y, a pesar de su aspecto, muy similar, las distinguiremos fácilmente,
incluso en un primer vistazo, porque Nidia ha caído al suelo y Nicolasa se
mantiene en la rama.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Antes amigas cercanas, Nidia y Nicolasa,
ahora están más distantes. Nidia debe mirar hacia lo alto para ver a Nicolasa. Nicolasa
en cambio mira hacia abajo cuando saluda y sonríe a Nidia. Las dos saben que
han nacido en la misma rama y soportado los mismos vientos y pájaros, y que
sólo el azar ha hecho caer a Nidia, sin embargo, en el corazón de Nidia sus
pepitas se retuercen al contemplar a Nicolasa. Tan en lo alto y sonriente.
Recibiendo más sol y siendo acariciada por la brisa. Ojalá se caiga.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Nicolasa se mantiene en el árbol.
Sigue saludando a Nidia allá abajo, a pesar de que nota que Nidia no le
corresponde. Sus nuevas amigas están más alejadas de lo que antes estaba Nidia,
pero más cerca de lo que ahora la separa de ella. Además, saludan y son agradables.
Nidia por su parte, contempla cómo Nicolasa tiene nuevas amistades y cómo
aguanta en la rama. <o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Incluso cuando finaliza la época
de las manzanas, Nicolasa resiste. Es la última. Y mientras Nicolasa la saluda,
Nidia desea que caiga, junto con el árbol.<o:p></o:p></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube.com/embed/t5l2AUlD8Sk" width="480"></iframe></div>
Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-73985197409423490862018-03-03T21:34:00.002+01:002018-03-03T23:37:14.483+01:00Manfredo, el avaro<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<i style="background-color: white; color: #2d3037; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13px;">Para seguir pecando, visita las entradas anteriores: <a href="https://metalsaurio.blogspot.com.es/2017/11/lujuria-idelfonso-el-centauro_2.html" style="color: #9f1634; text-decoration-line: none;" target="_blank">Lujuria</a>, <a href="http://metalsaurio.blogspot.com.es/2017/11/pereza-meditabunda-jacinta.html" style="color: #9f1634; text-decoration-line: none;" target="_blank">pereza</a> , <a href="http://metalsaurio.blogspot.com.es/2017/12/gula.html" style="color: #9f1634; text-decoration-line: none;" target="_blank">gula</a> e <a href="http://metalsaurio.blogspot.com.es/2018/02/ira.html" target="_blank">ira</a></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
A
Manfredo le gustaría vivir en el edificio más alto de su pueblo y no es así.
Vive en un primer piso. Es obligado decir que, en su pueblo, Poblestrela, la
casa más alta tiene dos pisos y que apenas la torre de la iglesia la supera en
altura. Aún así, por desquite, Manfredo se cuela todas las noches en la iglesia
y sube al campanario. Dedica unos escasos segundos a disfrutar del Poblestrela dormido,
iluminado tenuemente por el alumbrado público o la luna. Pasados los segundos
de contemplación, Manfredo echa mano de su carpeta llena de folios y de su
bolígrafo, dirige la mirada al cielo y comienza a contar estrellas. A cada una
le da un nombre que consiste en una eme mayúscula, de Manfredo, un guion, y un
número de serie. Cuando el cansancio le vence, regresa a casa y archiva las
hojas del día con las demás. Tiene la casa llena de folios, ordenadísimos
todos. Llenos de nombres de estrellas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Hace
tiempo que Poblestrela sabe de las actividades nocturnas de Manfredo. Lo
achacan a su carácter esquivo e inofensivo. Tienen tan asumido que Manfredo se
cuela todas las noches en la iglesia que nadie se da cuenta cuando deja de
acudir. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Las
habladurías de que algo raro trama Manfredo comienzan cuando alquila un bajo
comercial en la plaza mayor. Continúan cuando lo acondiciona y se convierten en
un mar embravecido en cuanto coloca el cartel del negocio: Venta de estrellas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Hay
muchas risas en Poblestrela y muchas visitas a la tienda de Manfredo. Sobre
todo, para contarlo después. Alguna venta resulta de los que quieren darle así
limosna y hacer un regalo original. Manfredo asegura además que con la compra
de la estrella se adquiere el derecho de ponerle nombre. Como quien tiene una
mascota y le da nombre. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Cuando
cae la curiosidad por el negocio de venta de estrellas, peligra el medio de
vida de Manfredo, pero está tranquilo. Hasta el momento sólo los compradores se
habían percatado de que las estrellas que compraban desparecían del cielo
nocturno. Ya se lo había advertido Manfredo en el momento de la compra: <la ahora="" de="" es="" estrella="" m="" nadie="" s="" tuya=""><span style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 10.5pt; line-height: 115%;">“La
estrella ahora es tuya, de nadie más”.</span> Y con esto en mente, sintiendo
suyas las estrellas no vendidas, Manfredo coloca un cartel en el escaparate: Liquidación
de existencias.<o:p></o:p></la></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Con
este cartel no pretendía anunciar una rebaja en el precio sino anunciar que
haría desaparecer las estrellas no vendidas, y, por bloques las va retirando de
la venta y del cielo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Manfredo
sigue vendiendo poco y sigue borrando estrellas, mientras espera a que alguna
institución astronómica lo llame. Tardan en dar con él, pero finalmente lo
hacen. Para ese momento en el cielo sólo había la mitad de estrellas de las que
debería haber. El instituto astronómico internacional accede al pago millonario
por el rescate de las estrellas y a construirle un edificio de tres pisos. Así
será el hombre más rico del mundo y el que vive en la casa más alta de Poblestrela.
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: .05pt; text-justify: inter-ideograph;">
Manfredo es feliz con su nueva casa y sus miles de millones.
En el instituto astronómico internacional también son felices. Tienen a las
estrellas de vuelta y si sus previsiones se cumplen, un diminuto meteorito
caerá en la casa de Manfredo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube.com/embed/sI66hcu9fIs" width="480"></iframe></div>
Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-16785692495845805312018-02-15T14:13:00.002+01:002018-02-15T20:30:19.993+01:00Ira<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<div class="MsoNormal">
<i style="background-color: white; color: #2d3037; font-family: arial, tahoma, helvetica, freesans, sans-serif; font-size: 13px;">Para seguir pecando, visita las entradas anteriores: <a href="https://metalsaurio.blogspot.com.es/2017/11/lujuria-idelfonso-el-centauro_2.html" style="color: #9f1634;" target="_blank">Lujuria</a>, <a href="http://metalsaurio.blogspot.com.es/2017/11/pereza-meditabunda-jacinta.html" target="_blank">pereza</a> y <a href="http://metalsaurio.blogspot.com.es/2017/12/gula.html" target="_blank">gula</a></i><br />
<br />
Paralelas a esta discurren otras realidades alternativas a la nuestra. Esta es una historia de una realidad paralela, ambientada en la Viena de 1910 y protagonizada por Leoncia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Leoncia era rubia y fornida. De melena y carácter revueltos. Pronta al rugido y a la ternura. Encauzaba estos vaivenes apasionados mediante óleos y pinceles: era pintora, paisajista. Trabajaba en su casa o a domicilio, según el deseo del comprador.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Fue en una de esas sesiones en las que, pintando en un salón ajeno, oyó, procedentes desde la sala contigua, unos gritos lastimeros de naturaleza poco humana, poco animal. La puerta estaba entreabierta y se asomó disimuladamente. Como se asoman las leonas en los salones contiguos. Sobre un caballete había un lienzo, y sobre un taburete, el pincel y la paleta de colores. Al fondo, una puerta abierta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Se acercó al lienzo. Se trataba de un bonito paisaje boscoso, con un castillo como elemento principal. Los trazos estaban retorcidos, a disgusto. Juraría que los oía quejarse. Iba a aproximar su oído a la pintura cuando oyó unos pasos a punto de entrar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Era un joven delgado, de mediana estatura. Moreno y con bigote. Traía un trapo con el que se limpiaba las manos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<div class="MsoNormal">
−Eres
A. Hitler, supongo− dijo Leoncia, saludando y señalando con la barbilla hacia
la firma del cuadro.<o:p></o:p></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
−Sí, ese soy yo. La “A” es de Adolf− respondió el pintor− ¿Cuál es tu nombre?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
−Me llamo Leoncia. Soy pintora también. Estaba en la habitación de al lado, pintando, hasta que me ha dado por asomarme a esta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<div class="MsoNormal">
La
conversación continuó entre formalidades y derroteros que sólo interesan a los
artistas. De hecho, mientras el “yo artístico” de Leoncia hablaba con Hitler,
su parte detectivesca se cuestionaba por la naturaleza de esos gritos
provenientes de la pintura. Fue amable con el pintor. Cauta también, pues
intuía que no debía preguntar por la naturaleza de esos quejidos. Aún así,
fingiendo admiración por los colores del cuadro le preguntó en qué tienda
podría adquirirlos.<o:p></o:p></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Le respondió que en la tienda de un judío. Enumeró además todos los motivos que imaginó para no comprar en las tiendas de los judíos para rematar diciendo que, pese a todo, estas pinturas merecían la pena. Con un guiño cómplice, de artista a artista, le confesó que tenía un secreto para sentirse cómodo al utilizarlas: “¡las mezclo con sangre de judío!”<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<div class="MsoNormal">
Leoncia
retrocedió asqueada. El hombre se volvió hacia su caballete para tomar de él un
botecito con líquido rojo. Antes de que pudiera enseñárselo a Leoncia, ésta le
empujó con rabia, y Adolf Hitler cayó y se golpeó la cabeza. Murió. Como
pintor y sin arrasar Europa.<o:p></o:p></div>
</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Por su parte, Leoncia, que en nuestra realidad hubiera sido aclamada como una heroína, acabó siendo una fugitiva en la suya. Con las manos manchadas de la sangre del pintor, y con la conciencia tranquila.<br />
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div style="text-align: start;">
</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<iframe allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube.com/embed/LWr3WuThh-c?rel=0" width="480"></iframe></div>
</div>
Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-16634155479812096032017-12-11T22:30:00.000+01:002017-12-11T22:30:02.259+01:00Gula<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<i style="background-color: white; color: #2d3037; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px;">Para pecar de lujuria y de pereza, visita las entradas anteriores: <a href="https://metalsaurio.blogspot.com.es/2017/11/lujuria-idelfonso-el-centauro_2.html" style="color: #9f1634; text-decoration-line: none;" target="_blank">Lujuria</a> y <a href="http://metalsaurio.blogspot.com.es/2017/11/pereza-meditabunda-jacinta.html" target="_blank">pereza</a></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Hace
no muchos años, en las más dispares situaciones, alguien contaba una historia con
el propósito de hacer reír a sus contertulios. Y según su gracia, estos
cuentecillos, estos chistes, se propagaban de boca en boca. Ayer caí en la
cuenta de que habían pasado años desde el último chiste que me habían contado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Hoy,
curiosamente un día después, me han contado una retahíla de ellos. Viajaba en
bus con la asociación de espeleología y mi compañero de asiento, Klaus, con
acento finés, me preguntó si sabía donde colgaba Superman su capa. En su
perchero, dijo entre una carcajada. Yo, que apenas retengo los chistes que me
cuentan, sólo soy capaz de recordar ese, que fue el primero, y este otro, el
último:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
−
¿Sabes cómo se llama el animal verde que vive bajo tierra y traga piedras? El
tragapiedras verde subterráneo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Sonreí
aliviado al ver que el viaje llegaba a su fin. A unos pocos cientos de metros
del estacionamiento se encontraba la entrada de la cueva que íbamos a explorar.
En cuanto terminamos de colocarnos todo el aparataje, entramos. Es una cueva de boca grande, a la que se
puede acceder totalmente de pie. Hacia la mitad del ancho pasadizo, hay un
agujero y por él hicimos el descenso. Klaus, muy serio, se me acercó y me dijo:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
− Si
encontráramos una cueva tan profunda que fuera a dar al otro lado del mundo, y
tiráramos una piedra, ¿crees que llegaría al otro lado?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
No
supe responder. Balbucé algo sobre la gravedad…primero le dije que no, luego
que sí…y Klaus me cortó: no llegaría. Antes se la comería el tragapiedras verde
subterráneo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Ambos
nos reímos y descendimos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Ya
había gente en el pasadizo inferior. Y nosotros estábamos a punto de llegar a
él cuando comenzaron los gritos. Los haces de luz de las linternas se entrecruzaban.
Klaus y yo, que estábamos al final de la expedición, nos vimos repente a la
cola de la huida y de frente al peligro. Una criatura enorme, verde y con
aspecto de cocodrilo se dirigía hacia a nosotros. A ritmo de cocodrilo. ¿Es el
tragapiedras? Le pregunté a Klaus, que estaba paralizado y con la boca abierta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Reaccionamos
a tiempo y alcanzamos la cuerda que descendía desde el pasillo superior.
Nuestros compañeros nos apremiaban con gritos. Mientras trepábamos por la
cuerda podíamos ver al tragapiedras dando saltitos, dando mordiscos al aire.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Alguien
le lanzó una piedra. El animal la atrapó en el aire y la trituró entre sus enormes
mandíbulas. La tragó, eructó y siguió dando saltitos. Más piedras cayeron sobre
él y las que no atrapó en el aire, se las zampó en el suelo. Como un perro que
se come las migas. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Desde
la galería superior lo observamos. El tragapiedras, además de comerse las piedras
sueltas, había comenzado a mordisquear la roca. En cuanto lo perdimos de vista
se escuchó un sonido continuo de tuneladora que muerde, digiere y comienza el
camino ascendente. De repente frenó en seco y pudimos ver al tragapiedras descender
rodando desde el túnel que cavaba. Estaba hinchado, muy hinchado. Dio unas
cuantas vueltas sobre sí mismo y se echó a dormir. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
Salvados
por la gula del tragapiedras, nos marchamos. Klaus regresó al bus ensimismado,
ligeramente sonriente. Reconozco que yo también sonreía. Y temblaba.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: 13.5pt; line-height: 107%;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="https://www.youtube.com/embed/jRMzVMe18cA" width="480"></iframe></span><o:p></o:p></div>
Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-47584424767357607802017-11-13T00:44:00.001+01:002017-11-13T00:44:50.914+01:00Pereza: Meditabunda Jacinta<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>Para pecar de lujuria, visita la entrada anterior: <a href="https://metalsaurio.blogspot.com.es/2017/11/lujuria-idelfonso-el-centauro_2.html" target="_blank">Lujuria</a></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Jacinta vive en el bosque, en la
frondosa cima de la montaña que una vez subió. Desde la cumbre divisa la cadena
montañosa que se rinde a sus pies y el pueblo engarzado en el valle. Desde
allá abajo la pueden ver con prismáticos, desnuda y sentada en la posición del
loto sobre una roca. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Nadie entiende los motivos de
Jacinta para haberse quedado en la montaña. Tampoco se atreven a ir a buscarla,
ya que el camino es difícil y se dice que la montaña está encantada. Y a falta
de más explicación suponen que esos mismos encantamientos son los que la
retienen en lo alto, sentada y desnuda, con calor o frío. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Por encantamiento o no, Jacinta
sigue en lo alto. Medita sentada al sol durante el día, y a las estrellas,
durante la noche. Las pocas veces que se levanta para caminar es para llegar al
lago cercano en el que se baña de vez en cuando.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Jacinta no come y lo poco que
bebe es la lluvia que cae. Gracias a una técnica especial de meditación se
alimenta de lo que respira y del sol que toma. Pero Jacinta se duerme mientras
medita y no metaboliza bien el oxígeno ni la luz de las estrellas. Cada día que
pasa, más duerme y peor respira. El lago le parece lejano y ya no acude a él. Al
pueblo, apenas lo distingue cuando reúne fuerzas para entreabrir los párpados.
Y el cuerpo cada vez le pesa más.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Jacinta, sentada en la posición
del loto y desnuda, sólo duerme. Sigue sin comer, ni beber y apenas respira
porque se está convirtiendo en piedra. En una bella y perezosa estatua que corona
la montaña. <o:p></o:p></div>
Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-26681981478710901662017-11-02T01:01:00.000+01:002017-11-02T01:01:11.688+01:00Lujuria: Idelfonso, el centauro<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i>Con este relato pretendo iniciar una serie de 7 relatos. Uno por cada pecado capital. No hay en este relato enseñanza religiosa alguna, por lo que, como se suele decir: "cualquier parecido con la realidad es pura coincidiencia".</i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Idelfonso es uno más en la multitud. Su condición de centauro, mitad hombre y mitad caballo, sólo se aprecia en un segundo vistazo, pues de cintura para arriba es tan humano como el que más. Viste elegante cuando lo ocasión lo requiere, y cumple las normas sociales.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Su parte equina toma el control cuando hace deporte. Relincha al levantar pesas y salta la red de la pista de tenis si es que así se lo pide el cuerpo. Hay a quien lo desprecia por estos detalles de animalidad. También hay quien lo juzga más humano por estas salidas de tono.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Idelfonso vive en la ciudad, pero los fines de semana se va a su casa de campo. Aprovecha entonces para correr desnudo por la montaña, para liberarse como caballo. Huye de cuanto humano ve, galopa la montaña, bordea los acantilados. Y persigue a las manadas de caballos salvajes, hasta integrarse en el grupo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No es fácil relacionarse con caballos. En la tierra de los centauros no tenía esa necesidad, pero siendo emigrante en país humano, ha de conformarse con lo que hay: humanos y caballos. Con los humanos puede hablar, pero en sus interacciones con caballos, esa opción no es la que mejor resultado le da. Mejor golpear, relinchar y aparearse en cuanto tiene ocasión. Esto le acarrea coces por parte del cabeza de manada y golpes de los dueños de los caballos. Pero el riesgo merece la pena.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cuando cae la noche, de vuelta a su establo, se deja caer por los establos vecinos. Con suerte se encuentra una yegua atada, indefensa ante los deseos de Idelfonso. Ambos relinchan, los perros ladran y los dueños se enfurecen. Idelfonso se marcha al galope en cuanto oye pasos humanos. Piensa que este riesgo también merece la pena.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Pero con el tiempo hay yeguas que dan a luz centauros y entre los vecinos reina la preocupación, pues no es lo mismo ser dueño de un potro que de un centauro, que habla y razona como un humano.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Todas las miradas se dirigen hacia Idelfonso y puestos de acuerdo, deciden atrapar al centauro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Idelfonso, cansado y desfogado, duerme cuando los vecinos entran en su establo. Cuando vuelve en sí ya es tarde. Le han atado las manos y puesto cepos en las patas. Un hierro candente se aproxima a sus cuartos traseros. Idelfonso grita de dolor y, en vano, trata de oponer resistencia. Grita y grita…y el dolor continúa cuando ya han apartado el hierro. La marca indica que no pertenece a nadie en particular, sino a la aldea.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Lo liberan, pero con cepos en las patas y atadas las manos, apenas puede moverse. Ya no puede aparearse, apenas puede comer. Y poco a poco va muriendo. Idelfonso se pregunta qué será de los pequeños centauros. Nunca los ha visto en la manada. Nunca los verá.</div>
Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-11872392846291493502017-10-13T22:15:00.000+02:002017-10-13T22:15:10.135+02:00Juego de espías<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hipólito es espía jubilado,
profundamente anciano y al borde la muerte. Sabe más secretos de Estado que
nadie. Antiguos y modernos. Algunos se
los contaron y otros los vivió. Es capaz de interpretar mensajes que otros ni
siquiera saben que existen. De ahí que haya vivido tanto, siempre tan informado
y listo para reaccionar o tomar la iniciativa.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hipólito es consciente de su
estado físico. Su rutina hospitalaria lo lleva de la cama al sofá y viceversa. Con
alguna visita al baño y algún paseo por su planta. Se encuentra físicamente
débil y, sin gustarle el asunto, reconoce que le falla la memoria.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Menos le gusta reconocer que si
ahora encuentra solo es porque se alejó de su familia para mantenerlos a salvo.
Objetivo cumplido, pero se encuentra solo. Hipólito el espía está viejo, solo y
amenazado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No desconfía de los médicos ni de
la medicación que le suministran diariamente, sino de algunas caras nuevas que
a veces circulan por los pasillos y se fijan demasiado en él. Hay noticias en
la televisión y en los periódicos que le preocupan. El contenido aparente de
las mismas es lo de menos, el significado oculto es el que le preocupa. Algún
excompañero le advierte que lo buscan con aviesas intenciones. No recuerda
quién puede ser el benefactor. Tampoco quién lo querrá matar. Hay tantos
candidatos y tantos motivos que no puede completar la lista. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hipólito tiene preparada una pistola
en el armario. Para el paseo de hoy la ha cogido. Con una mano empuja el
andador y con la otra sostiene la pistola. Curiosamente, no hay nadie por los
pasillos. Trata de recordar qué razón pueden tener para matarlo cuando ya va a
morirse. ¿Códigos nucleares, golpes de Estado? Piensa también porqué no hay
nadie en la planta. Un chispazo de lucidez asalta su cerebro. ¡Cuarentena! ¡Lo
iban a aislar y poner su planta en cuarentena! <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Se acerca a la ventana. Imposible
de abrir. Mira al exterior. Hay varios vehículos militares. Serán ellos quienes
dirigen la cuarentena. La frágil memoria de Hipólito no recuerda qué motivo
pueden tener para querer matarlo tan cerca del final. Por el rabillo del ojo ve
parpadear la luz del ascensor. Se da la vuelta y apunta. Sabe que no saldrá de
esta, pero no se va a dejar matar así como así. La luz del ascensor se para. En
su planta. La puerta se abre y muestra a varios militares. Hipólito dispara,
sin fijarse en que no van armados, sino con instrumentos de música ni en que
las puertas de las habitaciones se abren y le gritan “sorpresa”. Vuelve a
disparar. Cae uno de los militares antes de que Hipólito vuelva en sí y deje de
disparar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Los músicos salen del ascensor y
empiezan a tocar. El militar caído, se levanta y el canta cumpleaños feliz. Hipólito
está incrédulo. Mira su pistola y advierte que es de petardos. ¿Tan mayor
estoy?, piensa. La dejar caer. Se sienta en un sofá y llora mientras terminan
de cantarle. Es su cumpleaños y los cuerpos de espionaje se han acordado de él.
Se siente morir de vergüenza. ¿Querían felicitarlo o matarlo? Se siente morir...con
la duda, Hipólito el espía que tanto sabía, se apaga.<o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<o:p><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube.com/embed/GpGeJEc78AE" width="480"></iframe></o:p></div>
Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-91849649715094222532017-09-03T19:18:00.001+02:002017-09-03T19:18:33.418+02:00Ciego<div align="justify" style="margin: 16px 0px; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: Calibri; margin: 0px;">Nació ciego como una noche sin luna ni bombillas. Los colores se le escapaban y las formas, ay, si no las palpaba, era como si no existieran. ¿Y qué decir de la belleza? En su mente era todo menos imagen. </span><span style="font-family: Calibri; margin: 0px;"></span></div>
<div align="justify" style="margin: 16px 0px; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: Calibri; margin: 0px;">Con todo, Damián tuvo una vida normal, cada vez más autónomo, pero limitado por la falta de vista.</span><span style="font-family: Calibri; margin: 0px;"> </span><span style="font-family: Calibri; margin: 0px;">Su perro guía, Elmer, un labrador, le ayudaba a la hora de cruzar y le hacía compañía. </span><span style="font-family: Calibri; margin: 0px;"></span></div>
<div align="justify" style="margin: 16px 0px; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: Calibri; margin: 0px;">Cuando le hablaron de una operación experimental con la que podría ver tuvo sus dudas. Llevaba toda la vida a oscuras y estaba acostumbrado. El riesgo que habría de soportar era alto. La operación implicaba sustituir sus ojos por cámaras conectadas al cerebro y, por supuesto, a internet, para darle un toque </span><i><span style="font-family: Calibri; font-style: italic; margin: 0px;">smart.</span></i><span style="font-family: Calibri; margin: 0px;"></span></div>
<div align="justify" style="margin: 16px 0px; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: Calibri; margin: 0px;">Su familia y Elmer le hicieron dar el paso y aceptar la operación. Tanta ayuda recibía de ellos que venció el miedo para así poder verlos. </span><span style="font-family: Calibri; margin: 0px;">Ya arreglaría con la administración el asunto de quedarse con el chucho una vez que ya no fuera invidente. </span><span style="font-family: Calibri; margin: 0px;"></span></div>
<div align="justify" style="margin: 16px 0px; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: Calibri; margin: 0px;">El día de la operación su familia y amigos más cercanos lo acompañaron al hospital. Una nube de periodistas se apelotonaba a la puerta. Le llovían las preguntas desde todos los ángulos, y él con una sonrisa respondía y pedía cautela. No quería anticipar acontecimientos. En cuanto salga, me verán –les respondía− y si todo va bien, les veré yo a ustedes.</span><span style="font-family: Calibri; margin: 0px;"></span></div>
<div align="justify" style="margin: 16px 0px; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: Calibri; margin: 0px;">La operación tuvo éxito. </span><span style="font-family: Calibri; margin: 0px;">Cuando por fin le quitaron la venda y la medicación le permitió espabilarse, abrió los ojos y vió. Estaban con él sus padres y Elmer. Enseguida conectó las voces con las personas y se sorprendió al ver su apariencia. En el fondo nada cambiaba, pero en la superficie, mucho. Las sensaciones que antes tenía ahora se apoyaban en un sentido más y todo parecía más real. Había desarrollado el resto de los sentidos hasta un nivel que casi le permitía suplir la falta de visión, pero ahora que también podía ver, se sentía un super humano.</span><span style="font-family: Calibri; margin: 0px;"></span></div>
<div align="justify" style="margin: 16px 0px; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: Calibri; margin: 0px;">A eso contribuía su visión de </span><i><span style="font-family: Calibri; font-style: italic; margin: 0px;">realidad aumentada </span></i><span style="font-family: Calibri; font-style: normal; margin: 0px;">que le permitía combinar la visión normal con información adicional de internet. Al instante se puso al día de los perfiles de las redes sociales de sus padres y del equipo médico. También de las principales características de los labradores, como Elmer, y del origen sudamericano del árbol que distinguía desde la ventana.</span><span style="font-family: Calibri; font-style: normal; margin: 0px;"></span></div>
<div align="justify" style="margin: 16px 0px; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: Calibri; font-style: normal; margin: 0px;">Cuando por fin le dieron el alta médica y salió a la calle, otro pelotón de periodistas lo recibió. Fogonazos de flash le explotaban en la cara, los micrófonos le acechaban demasiado cerca, preguntas y más preguntas salían de las bocas de los periodistas...y un mundo de información surtida desde internet que le inundaba los sentidos. Realidad, realidad aumentada, anuncios por doquier. Apabullante realidad. </span><span style="font-family: Calibri; font-style: normal; margin: 0px;"></span></div>
<div align="justify" style="margin: 16px 0px; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: Calibri; font-style: normal; margin: 0px;">Regresó al interior del hospital para pedir que le desconectaran la visión de realidad aumentada. </span><span style="font-family: Calibri; font-style: normal; margin: 0px;"></span></div>
<div align="justify" style="margin: 16px 0px; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: SimSun; font-style: normal; margin: 0px;"><span style="font-family: SimSun;">-</span></span><span style="font-family: Calibri; font-style: normal; margin: 0px;">¿Desconectarla? Somos como somos, Damián...rubios o morenos, altos o bajos...tú tienes visión de realidad aumentada y debes aceptarlo.</span><span style="font-family: Calibri; font-style: normal; margin: 0px;"></span></div>
<div align="justify" style="margin: 16px 0px; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: Calibri; font-style: normal; margin: 0px;">Con una venda sobre los ojos salió del hospital. Superhumano, aceptándose a sí mismo y voluntariamente ciego, Damián salió del hospital y continuó con su vida.</span><span style="font-family: Calibri; font-style: normal; margin: 0px;"></span></div>
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube.com/embed/fCm9RUV03dc" width="480"></iframe><br /></div>
Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-41277033121447148522017-08-03T00:30:00.002+02:002017-08-03T00:30:37.347+02:00El origen de Colón
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
Estimados Sres. De la
Academia de Historia Internacional:</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
La controversia sobre el
origen del Colón es una sombra que sobrevuela constantemente y de
vez en cuando aterriza para dar que hablar. Muchos lo consideran
italiano <span style="font-family: Liberation Serif, serif;">–genovés–, español
-catalán, gallego– o portugués. Es curioso comprobar que los
enigmas más difíciles de aclarar son los que tienen la solución
más a la vista, y es que, como se suele decir, en ocasiones los
árboles ocultan el bosque. Para arrojar luz y zanjar disputas, me
complace aclarar que como su propio nombre indica, Cristobal Colón,
nació en Colombia. </span>
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Liberation Serif, serif;">No
pretendo grandes homenajes por este descubrimiento, ya que siendo
algo tan evidente, me sonrojaría igual que si pretendiesen premiarme
por afirmar verdades universales como que las cosas caen hacia abajo
o que la Tierra es plana.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Liberation Serif, serif;">Volviendo
al tema del famoso aventurero, me gustaría aclarar también que
Colón, en su calidad de colombiano, tenía claro donde se hallaba su
tierra y por tanto no descubrió América, simplemente nació allí.
No por esto debemos dejar considerarlo un descubridor, puesto que
comandando los barcos Malpelo, Roncador y Serrana desembarcó en
Baiona –Galicia– y extendió los dominios colombianos por toda
Europa. En su idioma y costumbres está la huella. ¿Por qué algunos
pueblos europeos todavía no hablan la lengua de Colón? No son más
que restos de cultura precolombina. Es un tema apasionante pero que
se aleja de la intención aclaratoria de esta carta.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Liberation Serif, serif;">Espero
haber sido de utilidad y que esta carta sirva para actualizar los
contenidos de los libros de historia. </span>
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Liberation Serif, serif;">A
sus pies me pongo, y, como siempre: ¡Viva Colón! ¡Viva Colombia!</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube.com/embed/Fwx2pephwKU" width="480"></iframe><br /></div>
Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-42465546873471601002017-05-14T21:18:00.001+02:002017-08-03T00:21:35.460+02:00La realidad del teatro<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Sentados en un palco lateral del
teatro, un grupo de amigos notaron que desde el palco de enfrente una chica miraba
con interés a uno de ellos. Miraba, sonreía y llegado un momento, saludó. El
afortunado devolvió el saludo y el resto de chicos lo celebraron con risas y
estruendo. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Quién es ella? –preguntó cuando
se calmaron las risas− ¿la conocéis?<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Yo la conozco –dijo uno. No te
fíes de ella. Es mi vecina. Se llama Luisa y sabía que vendría hoy con mis
amigos. Habrá supuesto que también vendrías conmigo. Hace no mucho también me
miraba con deseo y mucha sonrisa. Palabras agradables cuando nos encontrábamos –también
las tiene ahora− pero nunca hemos pasado de ahí. No te la recomiendo. Para
colmo de rarezas, todas las noches abandona su casa en un carruaje en cuanto dan
las doce, y hasta la mañana no regresa. Ni hablar, Lázaro, ni te acerques.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Tonterías –dijo otro. Ni tú ni
nadie la conocéis. La vi llegar ayer a la ciudad, en un carruaje, sí, desde el
apeadero del tren y a plena luz del día. Se hospeda en el hotel de mis tíos y
estará aquí durante una semana. No sé qué habrá venido a hacer aquí, pero a
priori nada raro veo. Seguramente le has parecido atractivo y será un será un
simple tonteo. En mi opinión, un aire nuevo en el pueblo, aunque sea por poco
tiempo, es bienvenido. Y, ¿quién soy yo para juzgar? Pero diría que se trata de
una princesa de incógnito. Levántate y ve hasta allá, anda.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Misterios, princesas, misteriosas
princesas… ¿estáis de broma? –dijo el tercero. ¿De verdad no os acordáis de
ella? No hay misterio, pues todo lo aclaró la policía. Se llama Adelaida y es
la asesina del pozo. Trabajaba como aguadora hace unos años. La contratabas,
iba a por el agua y cuando llegaba de vuelta y le abrías la puerta…zas! Si me
hubiera dado cuenta antes te lo hubiera dicho, pero aún estás a tiempo de
quedarte aquí sentadito con nosotros y atender al espectáculo que va a empezar.
Olvídate de ella.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Lázaro se quedó con la opinión
que más le gustaba, la de la princesa de incógnito y, pese a los consejos en
contra de sus otros dos amigos se levantó y puso rumbo al palco de enfrente.
Pensaba mientras caminaba que si tan descabelladas le parecían las opiniones
falsas, igualmente descabellada podría ser la que acariciaba sus oídos, pero
¿qué arriesgaba en una visita a un palco de teatro? Si era todo mentira, unas
palabras con la chica arrojarían verdad a la situación.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Mientras esto pensaba Lázaro, sus
amigos vieron a la chica levantarse de su asiento y salir al pasillo. Ninguno
pensó que fuera a causa de los pasados que le habían inventado unos minutos
atrás, pero las historias estaban ya trenzadas y, aún sin apretar, abrazaban y
condicionaban la realidad. A Lázaro no lo vieron aparecer en el palco de
enfrente y tampoco regresar con ellos. Tampoco vieron más a la chica.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Unos días después, el periódico
local publicó que el joven Lázaro, que había desparecido en el teatro, había
sido drogado con un brebaje y raptado por una aristócrata de oscuro pasado que,
de camino a no se sabe dónde, viaja en carruajes o en tren, preferentemente de
noche. Sus amigos, desconsolados, eran testigos y se sentían culpables por no
haber sabido aconsejar a Lázaro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube.com/embed/a3Z4RWZa9WA" width="480"></iframe></div>
Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-82003333687964295342017-05-01T20:37:00.003+02:002017-05-01T20:37:44.144+02:00Guerrilla del desierto<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Es difícil esconderse en el desierto. Sin vegetación, sin apenas vida entre la que confundirse, pensar en un escondite pone a prueba nuestra imaginación.<o:p></o:p></div>
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<br /></div>
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Somos veintisiete a guarecernos. ¿Demasiados? No, suficientes.<o:p></o:p></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Recurriremos a mimetizarnos con el paisaje y ser sigilosos. Como las serpientes en la arena. Si hubiera dunas, al otro lado de las dunas esperaríamos, pero esto es una planicie blanca así que vestiremos de blanco y avanzaremos a rastras. No nos verán hasta que les sea demasiado tarde.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Estamos cada cual con su grupo? Bien, bien. Todos atentos y en cuanto por en este inhóspito folio pase una idea… ¡nos abalanzamos sobre ella y la sepultamos entre nuestros cuerpos! Que ninguna idea quedará sin que le demos forma de palabra.<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube.com/embed/FtBp5gOv8T8" width="480"></iframe></div>
</div>
Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-62021093731079056252017-04-19T23:56:00.001+02:002017-04-19T23:57:23.576+02:00Novedades robóticas<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Hay novedades en la tienda de
robótica del barrio. La noticia ha corrido rápida como el wifi y todo humano a
la última, con chip instalado bajo la piel, está al tanto. Saben de la novedad,
pero no exactamente de qué se trata. Una fuerza –la curiosidad o ese chip tan
potente, quién sabe− los impulsa a visitar el establecimiento. Nada de visita
web, nada de enviar al siervo-bot. Sienten la necesidad de hacer la visita
ellos mismos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Bienvenida, C3P1 –saluda el
asistente virtual de la tienda a los que entran−. Normalmente dice el nombre
del que entra, pero se ha estropeado y sólo reconoce el número del chip. La
dueña de la tienda está atenta y saluda a la clienta recién llegada. Hola,
Alfonsa.<o:p></o:p></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Alfonsa por edad es una anciana,
pero desde que tiene chip está de lo más rejuvenecida. Es de personalidad
arrolladora y muy directa. Me tienes intrigadísima, ¿cuál es la novedad? Un
nuevo robot, supongo. Quiero verlo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Cristina, la propietaria de la
tienda, la conduce a una sala aparte. En silencio. Alfonsa se desespera. Cristina
encienda la luz y le señala una urna acristalada. No mide más de medio metro de
alto y dentro se mueven varios cuerpos humanoides. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
− ¿Robotitos? Tengo varios, ya lo
sabes.<o:p></o:p></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
− No son robotitos, Alfonsa.
Fíjate. Son humanos, en miniatura y con chip programable. Si quieres los
programas, les asignas funciones de mayordomos, de compañía…o los dejas así,
salvajitos y con su cerebrito reducido. Lo que prefieras. Eso sí, elijas lo que
elijas, es mucho más glamoroso que los siervo-bots.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Alfonsa se acerca a la urna y golpea
suavemente el cristal. Los humanitos, de ojos tristes, de mascota, se acercan a
ella. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
− Me llevo dos. Para hacerte un
favor y por la exclusividad de tener un siervo no robot. Pero me los vacunas y
me los castras. Que mi casa no es la selva…y una tiene su corazoncito.<o:p></o:p><br />
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube.com/embed/S2OL9pqNNfQ" width="480"></iframe></div>
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<br /></div>
Metalsauriohttp://www.blogger.com/profile/14567464602245490992noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-5862995769023292820.post-15140219905183338592017-04-03T21:34:00.000+02:002017-04-03T21:36:38.239+02:00El brillo<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Con los ojos abiertos, en vela,
es pobre y sin solución. Al cerrarlos, lo sigue siendo, pero allá al fondo, al
final del túnel ve luz. Mantiene los ojos cerrados, sigue en cama, y avanza
hacia la luz. Empuja un vagón, suda, pero el esfuerzo merece la pena. La luz
está cerca y se refleja en el contenido del vagón. Es oro. No sabe si está
despierto o sueña, y sigue empujando. Sea como sea, necesita el oro y se
esfuerza. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Siente que lo siguen. Pasos que
se acercan, gritos próximos. Manos que lo señalan, lo acusan. Sigue empujando
el vagón. El oro, el oro, ¡cuánto te necesito! Empuja. El vagón se desliza por
raíles cada vez más fácilmente. Parece poner de su parte. El oro también brilla
y parece decirle “quiero ir contigo”. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Las voces se acercan. Siente
dedos que le rozan desde la espalda. Su nombre, su nombre. Lo gritan
constantemente. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Se despierta. El pijama está
empapado de sudor. Vaya sueño. Qué miedo pero qué cerca he estado. Y se da
vuelta en cama. Su novia duerme. La casa está a oscuras. Tiene los ojos
abiertos y se siente pobre, pero casi rico. Se enjuga una lágrima con la mano y
se da cuenta de que brilla. Refleja el resplandor del oro del vagón que ocupa
el ancho el pasillo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Tiene los ojos abiertos y es
rico. Los cierra y lo sigue siendo. <o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<o:p><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="390" src="https://www.youtube.com/embed/HNnM2iRwHLE" width="480"></iframe></o:p></div>
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