Sucedió el mes pasado en una
estación de buses:
Yo había puesto mi maleta sobre
un banco para abrirla más cómodamente y así poder coger el libro que esos días
ocupaba mis lecturas. El libro es de Xavier Queipo, se llama Extramunde
y con él ganó el Premio Xerais de Novela de 2011. En su portada, al menos
en la edición que tengo, aparece un “montaje fotográfico” de unos mástiles. Al
cerrar la maleta se me acercó un chico de unos veinticinco años, con la capucha
puesta y voz dura y educada:
-Disculpe, ¿qué libro está
leyendo?
-Se llama Extramunde.
-Extramunde…¿y eso qué significa?
-Es uno de los personajes. No
sale mucho.
-No sale mucho…vaya…y eso de la
portada ¿qué es?
-Pues…una especie de cruz…hecha
con mástiles…
-¿Es un octógono, no?
-No me había fijado.
-Sí, mire: uno, dos, tres,
cuatro, cinco, seis, siete y ocho. Un octógono.
-Pues sí. Hecho con mástiles.
-Sí, un montaje fotográfico.
-Bueno (ya impaciente, yéndome),
si te gustan los libros de aventuras, te lo recomiendo.
-No me gustan los libros. Sólo
las revistas de motos.
Y se fue.
Fue todo tan extraño, que revisé
mis cosas por si me había robado algo. Pero no. Conservaba mis cosas.
5 comentarios:
¿Cómooor?
Cosas veredes, Sancho amigo...
Todavía me pregunto qué le llevó a hablar conmigo...
Está claro, estaciones de buses, de tren o aeropuertos son los sitios donde uno se encuentra gente más peculiar.
Acusemos al ansia por viajar (o huir) de esas situaciones!
Pues fijo que irá como una moto a comprarse el libro!! :) Se detuvo porque la señal de Stop tiene forma octogonal también ;)
Un abrazo!
Ártabro: toda la razón...recuerdo a algún personaje bastante grimoso de las estaciones...iiggh
Carlos: qué bueno! seguro que es esa la explicación! jajaja! (no encuentro otra)
Un abrazo!
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