Sumergido casi por entero en la laguna, sólo su hocico asomaba a la superficie, y, con una respiración lenta y profunda formaba pequeñas burbujas que morían mucho antes de llegar a la orilla. Dos puntos rojos, sus ojos, emitían una extraña luz cuando abría los párpados para ver, a través del filtro acuático, el paisaje nocturno del jardín.
Los pocos cucudrulos, cucudrulas y cucudrules que nadaban esa noche en la charca pasaban cerca del saurio sin tocarlo; los más, en los barrizales de la orilla no hacían más que bostezar sin comprender porqué el dragón que cambiaba de color, fumaba en pipa y solía ser feliz, seguía allí, subido a la piedra encorvada sobre la charca, mirándolos.
Del dragón brotó una nubecilla de humo que en todo semejaba un corro de humanos bailones y que no tardo mucho en perderse entre las fluorescencias de las enredaderas; y del agua asomó la cabeza del metalsaurio. Sus ojos se encontraron con los del dragón que fumaba distraído.
Salió de la laguna, encharcado, y se internó en la selva, mareado; Deseoso de perderse en la espesa vegetación y llegar a los acantilados desde los que podría ver el mar y la noche; deseoso de sentir la oscuridad y las lucecitas que brillan en ella.
Los pocos cucudrulos, cucudrulas y cucudrules que nadaban esa noche en la charca pasaban cerca del saurio sin tocarlo; los más, en los barrizales de la orilla no hacían más que bostezar sin comprender porqué el dragón que cambiaba de color, fumaba en pipa y solía ser feliz, seguía allí, subido a la piedra encorvada sobre la charca, mirándolos.
Del dragón brotó una nubecilla de humo que en todo semejaba un corro de humanos bailones y que no tardo mucho en perderse entre las fluorescencias de las enredaderas; y del agua asomó la cabeza del metalsaurio. Sus ojos se encontraron con los del dragón que fumaba distraído.
Salió de la laguna, encharcado, y se internó en la selva, mareado; Deseoso de perderse en la espesa vegetación y llegar a los acantilados desde los que podría ver el mar y la noche; deseoso de sentir la oscuridad y las lucecitas que brillan en ella.
8 comentarios:
Los cucudrulos no fuman, sólo el dragón que era azul, fumaba en pipa y era feliz :) Por eso no te lo regalaron, jeje!
"encantadoramente escalofriante y esquizofrénico" ? Es un historia rara, sí. No pretendía que la entendiese nadie.
Saludos.
Yo tengo un dragón bebé en casa. Duerme en el baño de mis padres y, como aún se hace pis, a veces salen manchas en el techo del salón que está justo debajo del baño. Me gustaría presentarle a este dragón que fuma en pipa, aprendería mucho de él.
Un beso, me gustan los dragones!
¿Un bebé dragón en el baño? Qué casa tan interesante :)
Metalsaurio ya es una figura principal de la mitología mutante.Sigamos con la leyenda.
Muy bueno. Estoy ansioso por leer el primero. ¿Existe merchandising cucudrúlico?
Hombre, Milo, gracias por pasarte por aquí :)
No estaría mal hacer unas camisetas, juajua!
Bueno, interesante no sé, pero curiosa sí. A parte de un dragón bebé tengo un padre q va desnudo por casa... así que, al gusto del consumidor XDDD
Cualquiera diría que lo que en verdad tienes es un perro, pero prefiero creerte y asumir que tienes dos simpáticos dragones :)
Publicar un comentario