martes, 4 de noviembre de 2008

Arriba y Abajo

Érase una vez un hombre tan grande, tan grande que ya no sabía si eran nubes, o era tierra sobre lo que caminaba, pues su vista no le alcanzaba para verse los pies, su voz se perdía en el viento, y, allá a donde iba todo era tan igual a cualquier otro allá que hacía tiempo que había perdido la noción del espacio y poco a poco la de sí mismo.

7 comentarios:

Lady Nerón dijo...

A mí también me gustaría ser más alta... :(
No he comentando en los últimos posts, pero los he ido siguiendo todos. Se te echa de menos por el blog.
Como siempre, los relatos, maravillosos.

Saludos.

Grilo do Demo dijo...

Dos frases me vinieron a la mente leyendo este post:

1- Esto era un hombre tan alto tan alto tan alto que se comió un yogur y cuando le llegó al estómago ya estaba caducado.

2- Chuck Norris se ve la nuca en el horizonte.

Grilo do Demo dijo...

¿Y yo por qué acabo de escribir "post", si siempre digo "entrada" y odio los anglicismos chorra?

Argh. En qué me estoy convirtiendo.

Xai dijo...

Que cortito, pero esta curioso me ha gustado. También me ha recordado a algun chiste xD

saludos!

Metalsaurio dijo...

Lady Nerón, no sé que habrás interpretado, pero no quise decir que me gustaría ser más alto, jeje! He visto que has actualizado "La llave del Silencio"; mañana lo le leo.

Grilo, reconozco que antes de escribir esto también me acordé del chiste y por unos segundos pensé en incluirlo, pero no venía mucho a cuento :)

Xai, gracias por pasarte por aquí; me alegro de que te haya gustado. Fue cortito porque no había mucho más contar (ni, sobre todo, ganas de escribir), jeje!

Anónimo dijo...

Erase un hombre tan bajo, tan bajo, que en vez de a caballo montaba a oruga y, cuando salia de su casa, mucho mas pequeña que las de los gnomos, que para el eran gigantes, no tenia mas que subirse a su oruga morada para alejarse en tres saltos miles de nanokilometros de la asquerosa ciudad donde vivia.
Era bajito y corria mucho peligro viviendo entre insectos avidos por devorarle y millones de pares de zapatos que siempre intentaban aplastarle; pero era dueño de una oruga que conocia a una mosca... y ningun ser humano jamas ha tenido la sensacion de volar tan verdadera, ni en ala delta, como la que tenia mi enanisimo colega.

Metalsaurio dijo...

...que vuele, que vuele...:)

(muy bonito)