-Entonces, ¿somos una monarquía porque Franco lo decidió así?
-¡Hala, qué bruto! No, hombre. Que el Rey es muy majo.
-Ya, pero bueno. Hay más gente maja y no son reyes.
-Porque sólo puede haber uno.
-¿Y quién lo elige? Si no eligió Franco, ¿Quién lo eligió? ¿Dios?
-No, no. En la transición se pactó así.
-¿Y quién lo pactó? ¿Le preguntaron a la gente o algo? ¿Se presentaron más candidatos pero no estaban tan preparados como él?
-No, coño. Qué ganas de fastidiar. Lo decidieron entre los partidos que había votado la gente. Es como si la gente lo hubiese votado a él.
-¿Estás seguro de que es como lo hubiese votado la gente?
-Más o menos.
-¿Sí o no?
-Más o menos.
-Más o menos, no vale. Le dieron un cargo vitalicio y hereditario. Te lo podrían haber dado a ti.
-¿A mí?
-¿Qué méritos tiene él?
-Es un Borbón.
-Y tú un López. Él tuvo la “suerte” de nacer en una familia de reyes. A lo mejor el primer Borbón de todos los Borbones era el más listo, fuerte y guapo de su pueblo, y por tanto se merecía gobernar, pero todas esas cualidades no se trasmiten. Que le hagan un examen por lo menos, ¿no?
-Boh.
-Pues que convoquen oposiciones a rey.
-Boh.
-Joder. Pues que se ponga la corona y vaya vestido como un rey. Si es rey, que parezca un rey.
-Tío, el rey paró el golpe de Estado. No te pases.
-¿Entonces es rey por qué paró el golpe de Estado?
-Bueno, ganó simpatías.
-Pero si que si no hubiese un intento de golpe Estado, y aún sin simpatías, hubiese seguido siendo rey ¿te das cuenta?
-Qué pesado. Si no estuviese él, estaríamos en una República: un presidente y un primer ministro. ¿Sabes cuántos espectáculos dantescos se producen en situaciones así?
-Unos cuantos, supongo. Pero con un primer ministro llega, no hace falta presidente. Y en el caso de que también hubiese un presidente, lo habrían votado.
-¿Qué, una caña?
-Venga, va.
-¡Hala, qué bruto! No, hombre. Que el Rey es muy majo.
-Ya, pero bueno. Hay más gente maja y no son reyes.
-Porque sólo puede haber uno.
-¿Y quién lo elige? Si no eligió Franco, ¿Quién lo eligió? ¿Dios?
-No, no. En la transición se pactó así.
-¿Y quién lo pactó? ¿Le preguntaron a la gente o algo? ¿Se presentaron más candidatos pero no estaban tan preparados como él?
-No, coño. Qué ganas de fastidiar. Lo decidieron entre los partidos que había votado la gente. Es como si la gente lo hubiese votado a él.
-¿Estás seguro de que es como lo hubiese votado la gente?
-Más o menos.
-¿Sí o no?
-Más o menos.
-Más o menos, no vale. Le dieron un cargo vitalicio y hereditario. Te lo podrían haber dado a ti.
-¿A mí?
-¿Qué méritos tiene él?
-Es un Borbón.
-Y tú un López. Él tuvo la “suerte” de nacer en una familia de reyes. A lo mejor el primer Borbón de todos los Borbones era el más listo, fuerte y guapo de su pueblo, y por tanto se merecía gobernar, pero todas esas cualidades no se trasmiten. Que le hagan un examen por lo menos, ¿no?
-Boh.
-Pues que convoquen oposiciones a rey.
-Boh.
-Joder. Pues que se ponga la corona y vaya vestido como un rey. Si es rey, que parezca un rey.
-Tío, el rey paró el golpe de Estado. No te pases.
-¿Entonces es rey por qué paró el golpe de Estado?
-Bueno, ganó simpatías.
-Pero si que si no hubiese un intento de golpe Estado, y aún sin simpatías, hubiese seguido siendo rey ¿te das cuenta?
-Qué pesado. Si no estuviese él, estaríamos en una República: un presidente y un primer ministro. ¿Sabes cuántos espectáculos dantescos se producen en situaciones así?
-Unos cuantos, supongo. Pero con un primer ministro llega, no hace falta presidente. Y en el caso de que también hubiese un presidente, lo habrían votado.
-¿Qué, una caña?
-Venga, va.
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