Sudorosos y delicados dedos pulsaban las cuerdas de un arpa que, en su tañer, liberaba las antes cautivas notas, y aliviaba la soledad de la Princesita Rosada; incontenible, el torrente de música rebosaba en sus oídos y, contra la piedra, buscaba una salida por la que huir hasta la tierra y el palacio de los que se vio desterrada al nacer.
Torre abajo, acordes y arpegios, descendían a la cima del otero y cruzaban ríos y bosques, yendo a parar a las más remotas cuevas, a los más vetustos árboles y a los oídos de viejos reyes que soñaban con ver a sus primogénitos coronados en un reino vecino.
Torre abajo, acordes y arpegios, descendían a la cima del otero y cruzaban ríos y bosques, yendo a parar a las más remotas cuevas, a los más vetustos árboles y a los oídos de viejos reyes que soñaban con ver a sus primogénitos coronados en un reino vecino.
5 comentarios:
Empieza teniendo buen sonido esta historia.
Al loro pa' ver cuándo siguen las siguientes entregas.
Saludete!
Yo no sé qué me pasa estos días, que sólo me encuentro cuentos de hadas...
Gracias, gracias, jeje!
2ªparte ya en vuestro kiosko más próximo!
Grilo, sólo te encuentras cuentos de hadas?...pero hombre, ¿por dónde andas?
El otro día me compré un libro creyendo que iba a ser tipo "El nombre de la rosa" (que no leí, pero más o menos sé de qué va) y resultó ser de movidas espirituales y del paganismo anglosajón en la Edad Media. Ayer me encargaron "Stardust", me puse a leerlo y va de fantasía y magia. Y ahora un true metal saurio me viene con lo mismo, jajaja
Pero no me desagrada, al cntrario, me están gustando los tres...
Mucha fantasía, sí, jeje!
Justo antes de desaparecer, los fantasiosos Rhapsody, me habían prometido hacer la banda sonora para este cuentecillo, pero...cosas de la vida...
(De Stardust sólo me suena la película pero no la he visto)
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