El sol vuelve a salir, demostrando que los científicos se equivocan y que la tierra es plana. El despertador ladra furioso que ya es la hora de levantarse. Rayos de luz se filtran por las rendijas de la persiana; me encuentran abrazado a la almohada y no pueden contener su risa cavernosa cuando asomo la nariz de entre las mantas.
Hace frío. Y en la ducha, más. El agua, esta vez, no sale oxidada, pero de eso, claro, no dicen nada en la radio.
Abajo, en el portal, me espera el nuevo día, con sus nubes, su sol huidizo, cobarde y lleno de dientes.
-Bueno, un día más.
-…que ¿adónde nos lleva?
-Al finde, ¿no?
-Y a la zanohoria.
Huidiza y llena de dientes.
martes, 18 de diciembre de 2007
Sinsciente
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4 comentarios:
¿Zanahoria?
No comprender...
Como los burros, con sus burreras y una zanahoria colgando delante de ellos para que anden, pensando que la van a coger.
Muy bueno, y muy triste, es que hoy estoy un poco espeso...
Cuando lo escribí me parecía evididente, pero tienes razón, no está muy claro.
Me alegro de que aún así te haya gustado.
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