Las paredes, en deprimente amarillo dominical, enmarcaban la jaula en la que, nota tras nota, morían las canciones que –soporífero el piano y lánguida la voz- nacían de la garganta profunda del gramófono.
-… I'm living, I’m dying, I’m killing for you…
Una tonta desazón era empujada de un lado a otro, chocando en cada golpe contra náuseas, sudores y escalofríos, para finalmente, instalarse en donde un día brotó de improviso.
El antiguo teléfono negro, sonaba y se cortaba, sonaba y se cortaba. Y así, muchas veces, y nunca antes de medianoche. Era entonces, cuando el agua de la pecera se arremolinaba por las vueltas que un enloquecido pececillo de colores daba en su frenético girar. Vuelta a vuelta, hacía de sí mismo el centro de la pecera, y en cada segundo olvidaba lo que le complacía u horrorizaba en el segundo anterior, soñando, ora con sus destellos, ora con el cristal…a veces con agua, y a veces con mezcal.
-… I'm living, I’m dying, I’m killing for you…
Una tonta desazón era empujada de un lado a otro, chocando en cada golpe contra náuseas, sudores y escalofríos, para finalmente, instalarse en donde un día brotó de improviso.
El antiguo teléfono negro, sonaba y se cortaba, sonaba y se cortaba. Y así, muchas veces, y nunca antes de medianoche. Era entonces, cuando el agua de la pecera se arremolinaba por las vueltas que un enloquecido pececillo de colores daba en su frenético girar. Vuelta a vuelta, hacía de sí mismo el centro de la pecera, y en cada segundo olvidaba lo que le complacía u horrorizaba en el segundo anterior, soñando, ora con sus destellos, ora con el cristal…a veces con agua, y a veces con mezcal.
4 comentarios:
No me quedo tranquilo hasta que lo que se me ocurre lo escribo...así que ahí queda :)
Mezcla mezcal con domingos y acabarás fatallllllllll... Me alegro de que vuelvas.
¡¡Ché!!
¡¡Qué bueno que volviste!!
qué bueno que vós también ;)
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