…Y al Séptimo día Satán descansó. En realidad llevaba más días descansando porque un infierno no es necesario que sea bonito ni nadie va exigir que una aparente armonía guíe su funcionamiento. Satán, de resaca, miró a su alrededor, indiferente, e interiorizó que si bien no era un infierno bonito, era un infierno funcional.
Le dolía la cabeza, estaba sucio, y el humo que emanaban las hogueras, que desde esa semana serían eternas, impregnaba su ser. No podía pensar con claridad mas se preguntaba qué estaría haciendo la serpiente que había conseguido introducir por una pequeña grieta en los muros del Paraíso,
Mal pensamiento, sin duda –un pequeño monstruito paseaba todavía ocioso sin almas que torturar- porque si él, Satán, había conseguido meter una serpiente en el Paraíso…¿qué habría metido Dios en su territorio?
1 comentario:
Eh, qué guay. Me mola mucho esta paranoiametalsáurica. Yo creo que Dios coló en el infierno al ser más despreciable de la creación: Nieves Herrero. El pobre Satanín está a punto de pegarse un tiro y acabar con todo...
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