En el lugar más inaccesible de la selva, allí, a donde sólo las especies de gran tamaño pueden llegar, alzó el metalsaurio un portal; no con la intención de que nadie entrase, pues el sólo premio de alcanzar el corazón de la selva llevaba aparejado el derecho a caminar por donde a cada cual le viniese en gana, sino, más bien, para enmarcar lo que era su rincón favorito: El jardín cucudrúlico.
Entre hojas gigantes y lianas que descendían de árboles que rayaban cielo, yacía un lago, al que sólo se llegaba desde el camino que comenzaba en el portal. Se acercó el metalsaurio a la orilla y pudo comprobar cómo sus amigos, los cucudrulos, las cucudrulas y les cucudrules nadaban lentamente en las aguas del lago, con sus lomos al sol, o bien, descansaban con evidente sensación de bienestar en los barrizales de la orilla.
De un bolsillo interior de su cazadora sacó una bolsa de patatas fritas que fue repartiendo, paritariamente, entre cucudrulos, cucudrulas y cucudrules -con especial atención a no ser mordido por las afiladas dentaduras de los cucudrules, mundialmente conocidos por su ferocidad-.
Una vez repartidas todas, y habiendo vaciado las migajas en su enorme boca sáurica, tomó el camino de vuelta. "Puede -pensaba mientras observaba los altos troncos de los árboles y respiraba hondo- que un día venga a vivir aquí...". Volvió su cabeza al frente y se encontró con una multitud humana, que por alguna razón, no rebasa la línea delimitada por el portal -a pesar de estar éste abierto y carecer de muros que lo franqueasen-. Más curioso era su aspecto: una multitud humana, con elegantes trajes occidentales -el mundo civilizado, le llamaban autocomplacientemente- portando banderas, inmensas telas con lemas escritos en idiomas indescifrables y que sin previo aviso comenzaron a gritar:
TRABAJA, VAGO!
PERVIERTES EL SISTEMA, MANTENIDO!
DEBERÍAS ESTAR EXTINGUIDO CON EL RESTO DE TU ESPECIE!
METALSAURIO HOLGAZÁN: PAM, PAM, PAM!
"Sois un inmenso montón de mierda" - pensó el metalsaurio, mientras cogía su guitarra de lava y ejecutaba un bello solo que aún se puede escuchar en las noches de luna llena.
3 comentarios:
Me ha encantado el jardín cucudrúlico. Lo del solo que aún se puede oir en la luna o algo así me suena que también lo pusiste en otra historietilla de las tuyas. Como me dijo uno el otro día: Champán y flores; o sea, a tomar por culo.
En El proceso kafkasaurio.
Gracias, man.
Sí, lo puse en varios. Creo que también en el de selección evolutiva.
Pero, como siempre toca el mismo solo, es siempre el mismo solo el que se escucha en algunas noches de luna llena, jeje!
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