Hacía tiempo que buscaba este correo en el que les contaba a unos amigos un invento que se me había ocurrido la noche anterior. Seguramente lo habré borrado sin darme cuenta, y ya lo daba por perdido, pero los amigos, entre otras cosas, están para recuperar los correos que pierdes, o dibujarte un metalsaurio a las tantas de la mañana en una servilleta. Bueno, aquí está (no va por nadie en concreto y aunque lo pudiera parecer, tampoco contra un colectivo, así que, ante posibles enfados, aconsejo calma y mente abierta):
“ayer de noche como me costaba dormir estuve pensando en cómo construir un aparato lanza-gordos (mira qué cosa, ayer no se me ocurrió una catapulta, que también sería coñera):
mi idea de lanzamiento de gordas (al principio era de gordas) consistía en lanzarlas al estilo de los lanzadores de martillo en las olimpiadas; pero claro, con una vaca-burra en vez del martillo no se puede coger la energía centrífuga suficiente para lanzarla, al menos, con la fuerza de una persona; la solución sería atarla con una cadena a un eje central mecánico (del que saldría una tubería metálica con un enganche para la cadena de la gorda) que le diese vueltas hasta que pillase algo de vuelo; para que la gorda no arrastre mientras no coge la energía suficiente habría que sentarla en un monopatín (dios, que risa) desnuda, para que sea más hilarante, si cabe. La tubería tendría que ir subiendo a medida que coge velocidad para que suba la gorda con ella, y cuando estuviese a una altura de unos 5 metros, soltar la cadena y que se vaya la gorda volando.”
“ayer de noche como me costaba dormir estuve pensando en cómo construir un aparato lanza-gordos (mira qué cosa, ayer no se me ocurrió una catapulta, que también sería coñera):
mi idea de lanzamiento de gordas (al principio era de gordas) consistía en lanzarlas al estilo de los lanzadores de martillo en las olimpiadas; pero claro, con una vaca-burra en vez del martillo no se puede coger la energía centrífuga suficiente para lanzarla, al menos, con la fuerza de una persona; la solución sería atarla con una cadena a un eje central mecánico (del que saldría una tubería metálica con un enganche para la cadena de la gorda) que le diese vueltas hasta que pillase algo de vuelo; para que la gorda no arrastre mientras no coge la energía suficiente habría que sentarla en un monopatín (dios, que risa) desnuda, para que sea más hilarante, si cabe. La tubería tendría que ir subiendo a medida que coge velocidad para que suba la gorda con ella, y cuando estuviese a una altura de unos 5 metros, soltar la cadena y que se vaya la gorda volando.”
7 comentarios:
deja los petas, tron...
Desconocía tu faceta de inventor, aunque después de ésto... creo que has hecho bien en ocultarla.
Un pregunta, ¿tienen que ser necesariamente gordas para poder lanzarlas? es que se me está ocurriendo....
Ahora que lo dices, recuerdo que también se me había ocurrido otro invento raro...jaja! quizá otro día lo escriba aquí.
Necesariamente gordas no, también pueden ser gordos :) la gente delgada tiene menos gracia al ser lanzada, jeje!
Bueno, ya me dirás a quién quieres lanzar y vemos cómo hacer ;)
El invento del siglo!
...fly, on your way, like an (fat) eagle!!
...Y luego dices que no... colega!!! jajaja...
meri, soy inocente...:)
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