miércoles, 12 de septiembre de 2007

Frío espacial

Sin previo aviso el planeta se paró: sus aguas se calmaron, el viento guardó silencio y los animales, como obedeciendo a quien los amparaba sobre su corteza, hibernaron hasta nueva señal. El Hombre, no: pataleó, gritó, tomó represalias y todo en vano, hasta que finalmente, sólo le quedó llorar.

El planeta se paró porque de tanto girar sobre sí mismo estaba mareado y de tanto girar alrededor del sol ya no recordaba qué lo había impulsado a hacer lo que hacía. Miró a la Luna, que atónita, le devolvía la mirada fijamente sin saber qué hacer.

‘¿Tú no te cansas?’
‘¿Y qué haré si no?’
‘No sé, ¿qué te gusta hacer? Por lo que a mí respecta, quiero dejar de girar…’

Pero qué grande es el Universo…

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, es grande, tan grande que da pereza sólo de pensarlo... De vez en cuando vienen a visitarme mis amigos de por allá. Son unos extraterrestes muy majos. Feos de cojones, eso sí, pero muy majos. Tendrán más o menos nuestra edad, y me llevan a dar garbeos galácticos a la velocidad del sonido mientras nos bebemos unas birras, que les encantan. Al día siguiente, cuando vuelvo al trabajo aquí en la Tierra, siempre hay alguno que me pregunta si me he cortado el pelo y le tengo que responder que no, que lo que pasa es que me lo he lavado y peinado. Es entonces cuando me doy cuenta de la importancia de las teorías de Einstein y Hawkings y del cuidado que tengo que tener de no alargar mis viajes interespaciales, puesto que puede que al volver me dé cuenta de que aunque yo sigo siendo joven mis amigos ya son viejos... En fin, es un riesgo que tengo que correr. Se está tan bien en el espacio, cerca de las estrellas, que uno se olvida hasta de la inolvidable.

Metalsaurio dijo...

Yeeaah! HEAVY METAL UNIVERSE!

Estoy seguro de que en "uno se olvida hasta de la inolvidable" ese "la" no es casual, jio, jio!

Anónimo dijo...

auuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu...
Por cierto, me ha encantado el texto.

Metalsaurio dijo...

Gracias, hombre!