Hoy tocan unos pequeños extractos de un libro
llamado El Gran Diseño, de Stephen Hawking y de Leonard Mlodinow.
No, no suelo leer sobre física cuántica. Y, a
pesar de haber leído este libro, sigo siendo un profano en la materia. Sin
embargo, en cuanto cayó en mis manos me propuse darle una oportunidad: Además
de descubrirme un mundo para mí desconocido, llegado un punto, reflexionan sobre
la realidad y las interpretaciones que le damos; aludían a que un modelo de
interpretación es satisfactorio si:
- Es elegante.
- Concuerda con las observaciones existentes y proporciona una explicación de ellas.
- Realiza predicciones detalladas sobre observaciones futuras que permitirán refutar o falsar el modelo si no son confirmadas.
Me llamaba mucho la atención que como elemento
esencial, subrayasen la elegancia, siendo ésta, subjetiva. Sin embargo, luego, incluso
admitiéndolo, aclaraban que “las leyes de la naturaleza significan comprimir un
número de casos particulares en una fórmula sencilla. La elegancia se refiere a
la forma de una teoría, pero está muy relacionada con la falta de elementos
ajustables, ya que una teoría atiborrada de factores manipulables no resulta
elegante. Parafraseando a Einstein, una teoría debe ser tan sencilla como sea
posible, pero no más sencilla”.
Como dato anecdótico, me gustaría decir que el
modelo de universo de concepción geocéntrica (aquello de que la Tierra se situaba
en el centro) fue descartado en favor de un sistema heliocéntrico (con el sol
en el centro), por esto mismo, por la elegancia, porque tanto un modelo como el
otro describían (con los ajustes debidos) las observaciones que por aquel
entonces se podían hacer de nuestro universo “cercano”.
Traigo esto al blog, porque en cierto modo
entronca con lo que comenta en la entrada ¿Manual de estilo? Sobre si existe
una forma “correcta” de escribir. Posiblemente, la opción mayoritaria, tanto en
ciencia como en otros campos (literatura en este caso) sea tender a la teoría
más sencilla posible. Y habrá quien elija modelos alternativos, siempre que
sirvan a sus propósitos.
2 comentarios:
Muy interesante.
Elegancia y sencillez, ahí es nada...
Es fácil decirlo, sí...
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