To read or not to read

No sé a cuento de qué, pero creo recordar que en alguna entrada o comentario (puede que en un blog ajeno) hablaba sobre las campañas de fomento a la lectura.  No sé qué decía, sin embargo, me acuerdo ahora de estas campañas por la imagen (casi siempre la misma) con la que solían venir acompañadas y el texto (también, muy parecidos):

Alguien leyendo y un “viaja a otros mundos desde nuestras páginas”.

Me preguntaba de niño (y aún ahora), horrorizado: ¿quién diseña eso?

¿Lo diseñan especialistas en marketing y comunicación? Algo me dice que no. Con todos los titulados y manuales que habrá sobre la comunicación, me extraña que un especialista reitere el mismo mensaje y formas una y otra vez. Ésto me lleva a pensar que, seguramente, esa labor esté en manos de alguien no especializado con intención de hacer leer pero sin saber muy bien cómo.

Viaja a otros mundos…viaje con nosotros.

“¿Y por qué viajar contigo, si puedo viajar con un comic, un cuadro, una canción, una escultura, un paisaje, el cine o la consola?”

Es la pregunta.

El “viaja a otros mundos desde nuestras páginas” era válido cuando los otros medios no estaban tan popularizados. Pero ¿y ahora? ¿Tiene más validez una lectura que una película? ¿O que una partida de videoconsola?

Quien quiera atraer las páginas de un libro tendrá presentar los puntos fuertes del medio, el libro, y no tanto sobre sus contenidos, porque muchos ya son accesibles por otros medios, a veces, más fáciles de conseguir.

Un libro: 

Lo coges y lo dejas cuando quieres y en el mismo punto

El autor aporte la historia y el lector se imagina los detalles

Complicidad autor / lector

No lleva pilas / batería (el libro tradicional)

No hay película o videojuego sobre “El abismo por chistera”. Por algo será. (Argumento irrebatible)